El Málaga le recuerda al Recreativo que aún no tiene sitio para comer en la mesa de los grandes (2-0)

R. Ubric

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18/02/2024
Actualizado a las 17:15h.

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Arrancó 2024 fuerte el Recreativo de Huelva dejando buenas sensaciones en sus triunfos a domicilio contra el Algeciras y el Atlético Baleares. Pero a partir de ahí está sufriendo, anda lejos de su mejor nivel y se encuentra en su segundo bache de la temporada. En sus cinco siguientes partidos superó al endeble Melilla, igualó con sufrimiento ante el Córdoba y el San Fernando y cayó contra el Alcoyano y el Málaga. Tampoco es para clamar al cielo pero viendo el buen momento de sus dos próximos rivales, Ceuta y Murcia, y que el once inicial albiazul está cogido con algodones y los recambios siguen sin convencer quizás sí que haya que empezar a temer por conservar el puesto de 'play-off'.

Lleva viviendo dos meses en esa zona de privilegio el Recre lógicamente porque está haciendo bien las cosas pero también porque sus perseguidores han fallado en demasía. Y esa suerte no siempre la iba a tener de cara el Decano. Ahora que alguno de ellos empieza a reaccionar se avecina una dura batalla por el quinto y último puesto de 'play-off'. Porque ya ha quedado suficientemente demostrado que los albiazules no están para más. Ante los cuatro primeros llevan esta campaña cuatro derrotas, dos empates y ningún triunfo.

Esa no es su liga. De hecho, tampoco lo era esta campaña pelear por el 'play-off' viendo su presupuesto y que era un recién ascendido. Pero una vez que se vio ahí y analizando el peso de la historia y la masa social que tiene detrás como mínimo tiene que pelear hasta el final por disputarlo. El objetivo de la temporada, que era el de la salvación, ya lo tiene virtualmente conseguido, por lo que las críticas exacerbadas a día de hoy con el equipo estarían de más. Ahora lo que toca es competir, no dormirse en los laureles y cuerpearle al Murcia, Algeciras, Antequera y Ceuta. Poderse se puede. Todos habríamos firmado estar a día de hoy donde está situado el Recre en la clasificación.

Una temporada siempre es muy larga y los equipos atraviesan baches y picos de juego y de forma física. No anda ahora bien el Decano en varios aspectos. En La Rosaleda anduvo muy falto de intensidad, fallón atrás, algo inhabitual durante casi todo el ejercicio. También en el centro del campo echó mucho de menos de inicio al sancionado Antonio Domínguez y a José Antonio de la Rosa, que fue el mejor cuando saltó al campo en el descanso. Y arriba Caye Quintana es un islote. Anda bien, pero hay que tener más argumentos arriba, en cantidad y calidad, para pelear por jugar un 'play-off'. Cuando el Recre está en desventaja en el marcador en ocasiones echa en falta tener más mimbres para hacerle daño a los rivales.

Y como se lesione algún día el isleño sí que va a tener un serio problema. Así que demasiado hace Abel Gómez con la plantilla que tiene, lo que no quita para que también se le deba criticar su apuesta de inicio por un Gorka Iturraspe que ya ha demostrado que no tiene nivel para ser titular en este equipo. Erró el míster albiazul con su apuesta por él en el once cuando Iago Díaz lo estaba haciendo bastante bien en las últimas jornadas. Pero lógicamente esa no fue la clave de la derrota sino que se debió a la falta de intensidad en los compases iniciales, al poco acierto en ataque y a los despistes a la hora de defender los centros laterales de un Málaga que se encontró casi siempre muy cómodo y que se lamió ante el Decano sus heridas de la reciente y sonrojante derrota contra el Melilla.

Parece difícil que los costasoleños y el Córdoba le den alcance a los colíderes Castellón e Ibiza ahora que estos están empezando a fallar, pero puede haber liga. De momento hay un campeonato para los cuatro primeros, otro para el quinto puesto del 'play-off' entre seis o siete equipos y también el descenso se está poniendo bonito con las reacciones del Linares y el Merida. Se presenta un final de liga realmente bonito y no apto para cardiacos. Y por fortuna el Recre está peleando por cosas agradables y no por dramas.

El partido no tuvo demasiada historia. El conjunto onubense le puso el triunfo en bandeja de plata a su adversario en los primeros minutos de un derbi andaluz que parecía de Primera División con más de 25.000 espectadores en la grada de La Rosaleda, unos 2.000 llegados desde Huelva a los que no les gustaría ni un pelo la apatía inicial de sus jugadores. Falló Alberto Trapero en la marca al pichichi local Roberto en el 1-0 y cuatro minutos después erró toda la zaga albiazul al dejar a Rubén Gálvez vendido para que Einar Galilea perforara a placer la portería recreativista rematando solo dentro del área chica.

Es verdad que en el último cuarto de hora el Recre mereció marcar y eso le hubiese metido de nuevo en el choque y habría dejado por delante una emocionante primera parte. Sobre todo lo intentó Luis Alcalde con un par de buenas acciones individuales, y también estuvo bien anulado por fuera de juego un gol de David del Pozo. Pero al descanso se llegó con esa loza del 2-0 que parecía ya inabordable por el duro golpe moral recibido. Trapero e Iturraspe se quedaron en la caseta en el intermedio y salieron Alejandro Gálvez y un José Antonio de la Rosa que tuvo unos primeros minutos eléctricos en los que gozó de un par de buenas opciones para marcar y revolucionó el partido.

Pero tampoco anotó el Decano y ya la última media hora del choque fue bastante soporífera. No sucedió prácticamente nada, quitando una gran intervención de Rubén Gálvez a Roberto para evitar un marcador que habría sido injusto porque el Málaga fue superior pero no para haberse llevado un 3-0. Fue media hora final de impotencia onubense, de dejar bien claro que su guerra es otra. Al menos esta temporada, que no hay que olvidar de donde vienen y el potencial económico que tienen Castellón, Ibiza, Málaga y Córdoba. El Recre no está para estos trotes aún. Le falta colmillo. 

La lucha albiazul es otra y arrancará el domingo que viene ante el Ceuta. Ahí sí que hay que dar la talla y volver a morder y competir como no se hizo en La Rosaleda. El Nuevo Colombino tiene que ser una olla a presión para retomar la buena senda y no ir después a Murcia prácticamente con el rabo entre las piernas. El Decano siempre ha reaccionado bien después de un traspiés. Esperemos que siga cumpliéndose esa estadística.

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