Cuando se sale a empatar (1-0)

R. Ubric

29/10/2023
Actualizado a las 21:58h.

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Ha perdido el Recreativo de Huelva tres partidos en lo que va de temporada y siendo sinceros ninguno era de su liga, y es que tanto el Castellón como el Ibiza y el Córdoba están llamados a cotas mayores. Y además lo de que no eran de su liga queda como anillo al dedo porque en ningún momento dio la sensación de que pudiera sacar algo positivo ante ellos. Ni las excusas arbitrales deben valer para saber que el Decano anda a años luz de seis o siete equipos dentro de la Primera RFEF y el Córdoba a día de hoy es uno de ellos tanto por plantilla como por presupuesto y fútbol, y es que fue bastante superior a los albiazules en todo momento, y no sólo durante la segunda mitad como van a pregonar públicamente durante todos estos días los profesionales del club onubense.

Esta es la cruda realidad. En partidos como estos se ve la diferencia abismal que hay de un equipo a otro. Póngase usted en la piel de la infinita mayoría de los rivales que tuvo enfrente el Recre las dos pasadas temporadas. Le jugaban con excesivo respeto y sabían que tarde o temprano el Decano les iba a ganar porque es ley de vida y, aunque el fútbol en ocasiones no tiene lógica, en muchas otras sí, y esta temporada se está viendo.

En la mayoría de los partidos que ha jugado esta campaña el conjunto onubense ha salido a empatar, y posiblemente no tiene plantilla para mucho más, de ahí que la permanencia y la consolidación en la categoría tengan que ser el único e impepinable objetivo. El equipo compite, se deja el alma, suda, sufre, corre... En ese aspecto no se le puede poner ningún pero. Otra cosa es lo que hace con el balón en los pies o los planteamientos de su entrenador, un Abel Gómez que ya es perro viejo en esto y que posiblemente sea consciente de que no hay más cera que la que arde y que con los mimbres que tiene tampoco la cosa está para tirar cohetes.

Porque si el Decano arriesga, se rompe, se parte y deja espacios podría ser peor. Al menos intenta estar equilibrado y ordenadito, pero cuando tiene el balón en los pies casi siempre se le hace un mundo encontrar la portería contraria. Tampoco está teniendo suerte con lesiones de hombres importantes y arriba como agua de mayo hacen falta refuerzos. El Recre marca pocos goles y lo peor es que crea pocas ocasiones. Uno de sus mejores jugadores, José Antonio de la Rosa, preocupa por sus endémicas molestias físicas en este inicio liguero, a Pablo Caballero ni se le espera y de Juan Villar apenas si tampoco hay noticias, al margen de que Nacho Heras se dejó los goles en el filial del Burgos.

También le faltó fortuna a los albiazules con el partido aplazado ante el Alcoyano, ya que de haberse jugado y haber ganado no vería ahora el panorama tan sombrío, después de dos derrotas seguidas que le acercan al descenso y con un incómodo viaje copero este miércoles a Navarra. El fútbol se juega con los pies pero la cabeza también importa y los futbolistas del Decano deben resetear porque posiblemente se encuentren ahora ante un punto de inflexión en la temporada. El calendario en teoría se va a empezar a hacer más amable pero cada vez el margen de error será menor.

Siendo sinceros, objetivos y realistas hay que afirmar rotundamente que el Recre no estuvo bien en El Arcángel. No compareció. Casi que sólo tuvo una ocasión en condiciones de gol, eso sí muy clara, en las botas de Caye Quintana, pero es que el Córdoba las tuvo de todos los colores. Ocho o diez y buena parte de ellas de esas que suelen acabar dentro de la red. No siempre va a aparecer (que de hecho volvió a hacerlo) San Rubén Gálvez. Los blanquiverdes convirtieron el tanto del triunfo en el minuto 88 y cuando ya se vislumbraba un empate que habría sido a todas luces injusto. Fueron mejores y buscaron ganar desde el pitido inicial mientras que el Decano salió a por el empate y cuando esa es la intención se suele acabar cayendo.

Abel Gómez únicamente movió una pieza en su alineación inicial respecto a la derrota en Ibiza, con la entrada de Rahim en el lateral zurdo en detrimento del sancionado Antoñito. Y anduvo bien, al igual que Josiel Núñez o Luis Alcalde o incluso los centrales, pero poco o nada se supo del resto y así es complicado. Pudo el árbitro expulsar al local Diarrá a los pocos minutos de iniciarse la contienda por una supuesta agresión a un jugador del Decano, pero lo de que un colegiado ayude a los onubenses ya sabemos que es harto imposible.

Tras un buen inicio de ambos equipos, con protagonismo principalmente para Adilson en los locales y Alcalde en los visitantes, a partir del minuto 20 el duelo se apagó y fue bastante aburrido e impreciso. Sólo se encendió algo en el descuento del primer acto con dos buenas opciones de Casas y Adilson para los anfitriones.

En el intermedio se quedó en el banco De la Rosa por lesión y le suplió Iago Díaz. Tampoco participó en exceso y de hecho se le vio más en tareas defensivas que arriba. Mala noticia. Alcalde y Josiel Núñez lanzaron por encima del larguero y Caye Quintana debió marcar en un mano a mano en el que le cruzó en exceso el esférico a Carlos Marín. Ese fue el bagaje ofensivo albiazul mientras que en el Córdoba su entrenador, Iván Ania, fue ambicioso y también contó con la lógica ventaja de tener más fondo de armario en el banquillo que los onubenses. Apretó mucho el cuadro local y su afición y tuvo muy cerca el gol en las botas de Carracedo, Calderón y sobre todo Simo, que lanzó al poste, o Kuki Salazar, que se encontró con una enorme respuesta de Rubén Gálvez.

El Decano se fue echando paulatinamente atrás, hizo cambios para refrescar al equipo y para amarrar el 0-0. Casi le sale bien el guion, el plan que tenía con complejo de conjunto pequeño. Pero en esas apareció Alberto Toril, que había salido minutos antes al campo, y asestó un zarpazo letal, mortal, para los visitantes con un golazo de cabeza. Hizo justicia. No hubiese merecido el Recre ese punto como sí que lo obtuvo por ejemplo ante el Málaga.

Momento delicado del ejercicio para el Recre aunque queda mucho y ni mucho menos debe llegar el nerviosismo porque en la tabla está donde se le esperaba, peleando por no meterse en complicaciones. Ahora llega la Copa, que puede ser un bálsamo para la recuperación o todo lo contrario, meter presión de cara a la cita contra el San Fernando. Toca levantarse y tratar de ser más ambiciosos en cierto tipo de partidos, que quizás es lo que más mosqueó al personal en la cita del Nuevo Arcángel.

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