ENTREVISTA CON IVÁN ROSADO
'Pude irme al Barça pero quería quedarme toda la vida en el Recre y después no renové porque me trataron como un melón por calar'
Iván Rosado se muestra optimista sobre el objetivo del ascenso del Recre esta temporada y cree que 'el alcalde hizo un esfuerzo titánico' para reforzar el equipo en el mercado invernal. En esta entrevista concedida a Huelva24.com recuerda sus inicios en el mundo del fútbol, su paso por el Decano y por otros clubes y su día a día actual, en el que no tiene 'prisa' por volver a entrenar al más alto nivel.

Juan Manuel Rosado Mojarro (Huelva, 1974), Iván Rosado como nombre de guerra en el mundo del fútbol, cuenta en esta entrevista que el Recre y el Barcelona habían llegado a un acuerdo para traspasarlo en la Navidad de la temporada 1996/97 pero que él quería quedarse toda su vida en el Decano. No pudo hacerlo y después triunfó en otros clubes logrando tres ascensos a Primera División. En esta entrevista habla de todo su periplo como futbolista y también se moja con el día a día del Recre, que piensa que es bueno que esté en manos del Ayuntamiento siempre y cuando esté bien gestionado, añadiendo que se va a lograr el ascenso a la Primera Federación pero también que le preocupa que cada vez estén yendo menos aficionados a los partidos en el Colombino. PREGUNTA.- ¿Cómo fueron sus inicios en el mundo del fútbol?RESPUESTA.- Mis primeros recuerdos son en Murcia, ciudad a la que llegué con ocho años y ya mi padre (Cándido Rosado) me ponía las tareas deportivas. Creo que yo era un buen estudiante. Me acuerdo que me ponía las tareas que tenía que hacer en una libreta con un rotulador rojo porque a veces a lo mejor venía tarde. Vivíamos a las afueras y básicamente consistían en mucho dominio del balón y en carrera continua, como él decía para ponerte el corazón grande que después ya habría tiempo de ponerlo fuerte. Recuerdo muchas horas de entrenamiento, yendo también los domingos a la Ciudad Deportiva del Murcia con los no convocados cuando mi padre estaba allí. Esos son mis primeros recuerdos de entrenamientos, que eran exigentes, no eran para pasar el tiempo. No se competía como ahora que los niños ya prácticamente desde los cinco añitos están compitiendo. Yo hasta que no llegué a Huelva, con diez u 11 años no empecé a competir. P.- Y a su llegada a Huelva dónde da sus primeros pasos.R.- Yo en el Recre no entré hasta que tenía 17 años en el División de Honor juvenil y anteriormente estuve en el Atlético San Sebastián, con compañeros como Poceiro, Lolo, Corchero o Mauri, y después ya mi padre decidió que empezase a entrenar con el Ayamonte, en este caso con Pepe Rivera cuando yo tenía 13 ó 14 años. Estaba en Tercera División, que era la cuarta categoría nacional y tenía pedigrí. Aprendí mucho con todos los compañeros que había allí, que para mí no eran compañeros sino como dioses, y con Pepe Rivera, Arrazola y Miguel. Eso me valió para irme formando. Yo seguía jugando con el San Sebastián y con 15 años jugué en Regional Preferente, que era la quinta categoría nacional en aquel momento, en el San Juan del Puerto. Y a la siguiente temporada sí jugué en el Ayamonte media temporada pero me llamó el Recreativo a mitad de temporada, en enero de 1992 para el juvenil y casualmente 15 días después cesaron a José Ramón Fuertes y llamaron a mi padre como entrenador. Las cosas le iban bien y recuerdo que la gente le pedía que pusiese al delantero que estaba metiendo goles en el equipo juvenil de la cantera, que era yo, pero él decidió que no tenía que debutar todavía. P.- Y ya en el primer equipo del Recre lo hiciste en la campaña 1992/93 con 18 años entonces.R.- Efectivamente. Mi padre tenía un año más de contrato pero decidió que no continuaba y además era una etapa que a mí me gustó mucho porque estábamos en la tercera categoría nacional y los números eran buenos y había muchos jugadores de Huelva en la primera plantilla y mi padre por momentos hubo partidos en los que había hasta diez futbolistas de la tierra en la alineación, cuando jugaban Pancho, Ramírez, Pedraza, Paquito I, Óscar Arias, Paquito II, Carvajal, Segovia, Juanijuán y Vicente. Todos menos yo. A mí no me ponía y eso que algunos me pedían. La pena es que hoy día, en cuarta categoría nacional tenemos consolidado a Rubén Gálvez y ahí están también Rubén Serrano y Juanjo Mateo que son menos primeros espadas. Me gustaría que tuviéramos más presencia de onubenses porque creo que hay jugadores que valen. P.- ¿Quién le llamó para venir al Decano?R.- Pues no recuerdo. Sé que me llamaron y que estaban necesitados y creo que era una fase de 12 partidos en los que disputé diez con el juvenil de División de Honor porque la vuelta con el Atlético de Madrid no se jugó porque ellos retiraron al equipo de la cantera y el partido con el Rayo Vallecano allí no jugué porque estuve malo. Creo que metí 11 goles en diez partidos y fue una etapa de aprendizaje buena. P.- Y después de esa gran aparición en escena en la primera ocasión en la que usted viste la camiseta albiazul en su carrera deportiva, llegaron muy buenas temporadas a nivel individual con el primer equipo.R.- Firmé dos temporadas con el primer equipo al principio y la primera con 18 años me costó muchísimo trabajo entrar. Creo que disputé sólo siete partidos a las órdenes de Manolo Villanova. Metí un gol en el último minuto del último partido contra el Ejido que empatamos a dos. Fue en el último suspiro y me dio un subidón tremendo para la siguiente temporada, en la que empecé también sin jugar con 19 años hasta que llegó aquí el Realejos, que era el líder y venía de ganar por 1-5 al Granada en Los Cármenes. Yo iba a ser suplente pero hubo compañeros que se pusieron malos y tuve que jugar y tuve la suerte de meter en ese partido dos goles, y ya a partir de ahí fueron tres años y medio buenísimos en los que tuve la suerte de meter muchos goles. P.- ¿En esa época se veía como un ojito derecho de la afición o, al contrario, como alguien observado con lupa por ser el delantero titular de la casa y con mucha presión?R.- A las pruebas me remito. Hay que ver lo difícil que es meter goles en cualquier categoría. La pasada temporada estábamos en quinta y el máximo goleador hizo diez goles y esta campaña más de 15 va a ser ya difícil a estas alturas. Meter goles en el Recreativo siempre es difícil. Para un chico joven como era yo y siendo de Huelva pues también lo era. Y vestir esa camiseta pesa, pero creo que con el esfuerzo, el trabajo y la ayuda de los compañeros con sus pases pude meter goles. Fueron cinco años magníficos para mí, de los mejores de mi vida sin duda. P.- Joaquín Caparrós le marcaría bastante…R.- Estuve cuatro años con Villanova y el último ya con Caparrós, y con él conseguí mis mejores registros como profesional con 28 goles, 25 en la fase regular y tres luego en el ‘play-off’ de ascenso. Ese es el récord de goles en una sola temporada hasta hoy. De todos los entrenadores he aprendido, y por supuesto también de Caparrós, que a partir de estar en el Recre tuvo una trayectoria tremenda. P.- Se marcha del Recre en el verano de 1997. ¿Pudo haber salido antes o hasta ese momento no contó con ofertas?R.- Claro que las tuve. En esa última temporada mía, en el mercado de invierno en diciembre, tenía un contrato del Barcelona. Los dos clubes llegaron a un acuerdo y ahí está la hemeroteca. El Barcelona estaba en Segunda División y estaba además el típico acuerdo vinculado a entrenar también a veces con el primer equipo para darte un poco de caramelo para convencerte de ir hacia allá. Pero decidí quedarme porque yo quería realizar toda mi carrera en el Recre. Esa es la realidad aunque a pocos futbolistas se les pueda pasar por la cabeza rechazar una oportunidad tan magnífica. Tenía la oferta del Barcelona sobre la mesa pero decidimos que yo quería acabar la temporada con el Recreativo y después renovar mi contrato. Era una época en la que se firmaban los contratos muy largos a los buques insignia de las plantillas y yo quería firmar diez años, como hacían otros jugadores, para tener toda mi carrera deportiva en el Recreativo porque era mi sueño. P.- Y meses después acaba en el Rayo Vallecano. ¿Tuvo claro desde el primer momento que quería ir allí?R.- No, para nada. Terminamos la temporada y no pudimos ascender a Segunda, que es cuando un poco empezó la ‘Recremanía’, como se suele decir, con aquel recibimiento al autobús del equipo a la llegada de Soria, que es de lo mejor que he vivido en mi carrera deportiva. He tenido la suerte de ascender tres veces a Primera División, pero aquello fue tremendo porque cuando no te esperas algo es cuando te llega al alma y al corazón. Si asciendes ya sabes que vas a tener un recibimiento, pero ahí no nos lo esperábamos, así que la única vez que lloré fue aquel día a la llegada al Ayuntamiento. Finalmente no es que no llegáramos a un acuerdo sino que yo quería hacer toda mi carrera en el Recreativo y no se pudo hacer. Yo hasta el 13 de agosto no firmé por ningún equipo y fue el Rayo como pudo ser cualquier otro. Luego tuve la fortuna de encontrar al Rayo, pero yo me marché del Recre sin tener ningún equipo debajo del brazo. P.- ¿Qué pasó entonces realmente para no haber seguido ese verano en el Recre?R.- Pues las cosas que tienen que pasar en la vida. Yo simplemente creo que merecía, después de haber metido 70 goles en tres años y medio y con los contratos que se estaban haciendo, que me ofrecieran un contrato largo. Yo quería estar en mi tierra y por eso rechacé al Barcelona, que no sé si a alguien se le puede pasar por la cabeza hacer algo así. Cuando a ti te ofrecen un número de años como si fueses un melón por calar cuando ya había metido 70 goles pues creo que era el momento de que nuestros caminos se separasen y no fue por cuestión de orgullo. Yo me quedo con todo lo bueno que viví en el Recre, que se me pone la piel de gallina cuando pienso en las veces en las que hacía un gol o cuando me ponía el brazalete de capitán cuando no lo llevaba Pedraza, que era el verdadero capitán. Me daba alas llevar el brazalete con 20 años. Eso era una pasada, así que nada más que tengo palabras de agradecimiento al club. P.- ¿Qué recuerda de sus dos años en Vallecas?R.- Sales de Huelva, de tu zona de confort, y te marchas nada más y nada menos que a la capital, a un club muy especial en el que se me trató muy bien. La familia Ruiz Mateos a mí personalmente me trató muy bien y tuve la suerte, cuando metí dos ‘hat-tricks’ seguidos, de reunirme con el patriarca, con Don José María Ruiz Mateos, en el hotel Cuzco de Madrid. Me iban a renovar y estuve dos años y medio y después me marché a Pamplona. P.- Osasuna le habrá marcado en su carrera más o menos como el Recre…R.- Sí, aunque yo no tengo el corazón dividido. Soy de Huelva y del Recre y además tuve la solera de jugar en un club como Osasuna. Con lo difícil que es con mi talla física no sé si la palabra es triunfar, pero sí hacer las cosas bien y tener la posibilidad de jugar en Primera División varios años allí. Es complicado. El otro día fuimos a ver el partido Sevilla-Osasuna y me hice una foto con el Chimy Ávila, que más o menos es de mi estatura pero tiene unas piernas y yo tengo unos diez kilos menos. Y después con Budimir y con Kike García, que me sacan una cabeza. Dios me puso en el camino esa oportunidad y tuve la suerte de aprovecharla también. Estuve allí unos años hasta que ya lógicamente las cosas terminaron, como todo en la vida. Estamos a mil kilómetros pero a veces entro en radios de allí de Pamplona y noto que la gente me aprecie. Tenemos una vinculación especial y tenemos un cariño mutuo que espero que perdure en el tiempo. P.- Desde fuera da la impresión de que ese club hace las cosas bastante bien.R.- Sin duda. Han estado 40 años en Primera División. Han jugado UEFA o finales de la Copa del Rey. Yo en 2005 estuve en la del Vicente Calderón contra el Betis aunque no llegué a jugar, y ahora ante el Athletic de Bilbao tienen de nuevo la oportunidad de colarse en una y a ver si son capaces de conseguirlo. Cuando un equipo humilde y una comunidad foral que no es muy grande en cuanto a número de habitantes es capaz de estar tantos años en la élite ya poco más se puede añadir de lo bien que hacen las cosas. P.- ¿Le marcó algún entrenador de los que tuvo allí?R.- Bueno, yo siempre he aprendido de todos, haya podido jugar más o menos. Tuve a Javier Aguirre, también a Lotina… En el Málaga tuve a Muñiz, que fue compañero mío, en el Xerez tuve a Lucas Alcaraz… De todos vas aprendiendo cosas y te vas formando en el camino. P.- ¿Y qué jugador tuvo como referente?R.- Cuando empezaba yo lógicamente siempre me fijaba en los delanteros y tenía fijación digamos en aquellos momentos básicamente por Hugo Sánchez. Pero en la última década hemos visto cada jugador que son una maravilla como son los Messi, Cristiano Ronaldo y compañía. La pena es que se les va agotando el tiempo y hemos disfrutado unos 15 años de esos jugadores y ojalá que sigan saliendo más y mejores cada día en el futuro aunque va a costar mejorar el nivel que han tenido estos. P.- Estando ya en el tramo final en Osasuna sonó usted para regresar al Recre pero acabó en el Xerez y luego en el Málaga para concluir su carrera.R.- Bueno, sí que se pudo pero no se dieron las circunstancias y me marché al Xerez. Y en el Málaga estuve lesionado en el hombro y me dejó tocado cinco meses incluido el verano. Y después justo cuando volví, haciendo una chilena en un entrenamiento a la vuelta de un partido en Elche un lunes por la tarde me rompí la clavícula y como todavía no tenía el hombro bien tuve que parar otros dos meses. Pero me sentí muy bien porque, aunque no tenía el rol de primer espada, me sentí muy respetado y me llevé una alegría muy grande cuando ascendimos. Y ahora me da tristeza verlo en la situación en la que está y con las dificultades que tiene, con visos de que si no endurece mucho el rumbo va a caer a la Primera Federación. P.- Ya tuvo claro supongo que era la hora de la retirada.R.- Tenía 34 años y ya quería casarme y formar una familia y no me veía dando vueltas por ahí. Si hubiese formado antes la familia pues posiblemente podría haber seguido algún tiempo más, pero creo que por fortuna tomé una buena decisión y tengo la familia que tengo ahora. P.- Y después de retirarse se pasó al mundo de los banquillos.R.- Sí, con mucha tranquilidad. El gusanillo uno puede o no tenerlo pero llegó mi padre con los papeles y me dijo que yo tenía más madera y cualidades para ser entrenador que para ser jugador, donde ya venía de haber dado un buen nivel. Y yo también pienso lo mismo que mi padre, que tengo más cualidades para ser entrenador que jugador. Me estuve formando, porque tienes que tener una serie de experiencia acumulada para sacarte el nivel tres, en la delegación onubense de la Federación Andaluza de Fútbol, con José Antonio Fernández Peguero llevando alguna selección. Y después estuve dos años en el Recreativo que fueron magníficos y aprendí muchísimo, y después di un paso al lado. P.- ¿Lo dio Iván Rosado o lo dio el Recre?R.- Bueno, después de esos dos años me ofrecieron una cosa, hablamos y yo preferí dar un paso al lado porque yo creo que eso es querer al Recreativo. No hay que estar en el Recreativo por narices porque hay gente que piensa ‘yo soy tal y tengo que estar en el Recre’. Y yo no pienso así. Creo que en el Recre se puede estar y salir y, aunque te duela, si tienes que dar un paso al lado y salir hay que darlo y no pasa nada. A mí me costó darlo pero creo que era lo más conveniente. Y repito que yo creo que eso es querer al Recre. Lo otro no es querer al Recre sino pensar que el Recre es uno mismo, y no es así porque el Recre es de todos. P.- Pero las puertas estarán abiertas para volver…R.- Bueno, yo sigo formándome y estoy tranquilo y feliz dentro de lo que es en esta vida ser feliz. Y si el día de mañana el Recre piensa que soy válido para echarle una mano, el club sabe que me tiene a su disposición. Ellos lo saben. P.- ¿Cómo es un día tipo últimamente en su vida?R.- Pues con los niños y estoy también colaborando con el Patronato de Aljaraque, que es donde vivo, y aprovecho para agradecerle la oportunidad a los compañeros como Manuel Cruz y Venancio porque me siento muy bien allí, hay muy buen ambiente de trabajo y estoy fenomenal. Y por otro lado, como padre y profesional y por la experiencia que tengo en el mundo del fútbol, estoy intentando que rememos todos en la misma dirección. Mi hijo mayor, que tiene 11 años, está en el alevín del Recre y lo están pasando mal y hay ahí una lucha encarnizada para intentar salvar la categoría, así que entre todos tenemos que ayudarle. Entonces eso también me consume porque los chiquillos, aunque son niños, están en una categoría difícil y es la máxima en cuanto a nivel, así que al final a ver si nos podemos llevar una alegría. P.- Aunque siempre se ha dicho que a esas edades lo importante es la formación más que los resultados.R.- Pero bueno, es que parte de esa formación te lleva a ver que hay años en los que tienes que sufrir. Cuando viajas con Andalucía con los niños te das cuenta de que tienes que sufrir y trabajar y de que a veces no puedes hacer las cosas que haces con los niños de la provincia. No puedes tener el mismo estilo y hay veces hasta que ya acaba tu etapa como juvenil que hay que sufrir y otras disfrutar, y eso es lo positivo. Lo verdaderamente importante es no hacer siempre lo mismo. No puede ser por ejemplo que el juvenil de División de Honor juegue de la misma manera que el infantil que está jugando por la provincia y que va sobrado. Entonces, cada fase tiene su periodo de formación y tienes que saber la categoría en la que estás porque esa es la riqueza física y táctica que vas a tener cuando te lleguen las notas finales. P.- ¿Han cambiado mucho los canteranos de tu época a la actual?R.- Todo ha cambiado mucho sí. Lógicamente los futbolistas cada vez son más altos, son más fuertes, son más hábiles… Por fortuna todo cambia a mejor, pero a nosotros aquí en Huelva nos está costando. Ahora mismo estamos en un momento futbolístico a nivel provincial que quizás sea el peor de la historia. Los dos máximos representantes están en cuarta categoría, hay tres en quinta, dos en sexta y luego ya viene la provincial, y eso también para los chavales es duro a la hora de poder salir y demostrar. Me remonto solamente a hace sólo tres o cuatro años, cuando yo estaba en el Atlético Onubense. Estábamos en quinta categoría nacional, donde ahora mismo sólo hay tres equipos de Huelva, y entonces había seis. Con esto de que han metido una nueva categoría nos han bajado mucho el nivel y esperemos que poco a poco vayamos saliendo. Somos la única provincia de Andalucía que no tenemos ningún equipo ni siquiera en la Primera Federación, que es la tercera categoría nacional, porque Jaén tiene el Linares. A ver si somos capaces de ir saliendo a flote y volver a las categorías que nos corresponden. P.- Cuando el Decano bajó a la categoría de plata en 2015, hace ya cerca de ocho años, esperaba que hubiese tanta travesía en el desierto para llegar de nuevo al fútbol profesional.R.- Creo que nos va a costar si no damos con la tecla porque de quinta a cuarta categoría nacional mejor no hablar y de cuarta a tercera, es decir, a la Primera Federación, creo que también lo vamos a hacer. Pero ya después ascender a la Segunda División, es decir, al fútbol profesional, hay un escalón importante, por no hablar ya de la Primera División, que es lo que a todo el mundo nos gustaría volver a ver. P.- Dice que se va a conseguir el ascenso esta temporada. ¿Tan claro lo ve?R.- Soy totalmente optimista. Evidentemente ahora mismo está viendo un mazazo y una asimilación después de saber que el primer objetivo claro del equipo era el ascenso directo esta temporada, como dijo públicamente la máxima autoridad del Recre, que es el alcalde. Fue muy claro cuando dijo que querían el ascenso directo. Una vez que se ha sabido que eso no va a poder ser, no hay que empezar de cero pero sí asimilarlo. Quedan diez jornadas y el calendario es bueno. Seis partidos son en casa y siete ante rivales de la mitad de la tabla hacia abajo y los otros tres contra los de arriba, y además los recibimos en casa, que son el Recreativo Granada, el Mar Menor y el UCAM Murcia. Así que lo tenemos todo a favor, además de nuestra masa social, el Colombino y una buena plantilla. No deberíamos tener ningún temor a que no vamos a conseguirlo. Viendo el calendario sería imposible que no jugáramos el ‘play-off’ y ni siquiera que no fuésemos segundos. Es verdad que si al empezar la temporada te dicen que en la jornada 22 vas a recibir al líder lo pones en duda, y que fuera el Antequera pues dices que no te lo creas, y si encima dices que te va a sacar 15 puntos te lo crees menos todavía. Es una pena pero a día de hoy ya es prácticamente imposible que podamos optar a la primera plaza. P.- ¿Le preocupa que no esté habiendo paz social en parte del entorno y que eso pueda perjudicar al rendimiento del equipo?R.- Bueno, el primer dato es que somos muchos socios y están yendo muchos menos al estadio. A mí eso sí que me preocupa. Aunque digamos que estamos segundos, quizás yo prefiero estar cuarto a cinco puntos del primero que segundo a 17 a día de hoy con las diez jornadas que quedan. Me preocupa que no esté yendo al campo toda la masa social que se hizo abonada. Hay que analizar por qué está ocurriendo eso. P.- Desde la distancia comprende que el equipo realizara en el mercado de invierno siete fichajes y concediera 11 bajas pese a ir segundo en la clasificación.R.- Hay que tener en cuenta que el alcalde, que es la máxima autoridad de la propiedad, dijo que el objetivo era el ascenso directo, y por eso entiendo que se hiciera eso porque veía que se alejaba. Hizo un esfuerzo en verano y en invierno hace otro titánico por intentar conseguir ese primer objetivo por todos los medios. Por eso en invierno dan tantas bajas y altas porque tienen claro que ese es el objetivo; si no, no habrían hecho tantos movimientos. P.- Pero en enero siempre se suelen hacer pocos retoques en las plantillas porque a los futbolistas les cuesta un periodo de tiempo adaptarse a sus nuevos compañeros…R.- Bueno, hay casos y casos. Yo por ejemplo llegué en el mercado invernal a Osasuna y metí 11 goles en 19 partidos y encima logramos el ascenso. Pero es verdad que no es fácil. Con alguno puedes acertar, y más cuando das tantas altas y bajas. Había que hacer un esfuerzo para buscar esa primera plaza para lograr el objetivo principal, que era el ascenso directo, y ahora queda en la recámara esa bala del ‘play-off’, que no se me pasa por la cabeza que no lo juguemos, e incluso puede que lo disputen dos equipos de Huelva, porque me acuerdo que cuando el San Roque de Lepe no andaba bien hace algunas semanas su director deportivo, Manolo Santana, dijo que estaba convencido de que jugarían el ‘play-off’, conociendo bien a su plantilla y a su cuerpo técnico. Ojalá le tengamos que dar la razón. Creo que están haciendo un buen trabajo y ojalá se cumpla ese vaticinio. Sería magnífico que los dos equipos disputáramos el ‘play-off’. P.- ¿No tiene cierta envidia por no estar ahora mismo trabajando en alguno de estos dos clubes?R.- Sinceramente, el reloj de arena por mucho que le des la vuelta una y otra vez llega o no llega. Yo no tengo ninguna prisa. Evidentemente el tiempo corre y no se para, pero no tengo ninguna apetencia especial. Si algún día me llega la oportunidad, que creo que me puede llegar en cualquier momento, la intentaré aprovechar con mis conocimientos y con mi experiencia, y si no llegase no pasaría nada. P.- ¿Ve muy lejano el que en el primer equipo del Recre pueda suceder como en su época y haya al menos ocho o diez jugadores de Huelva?R.- No es un tema de que los jugadores vayan a salir de un año para otro. Esto parte de una base de hacer las cosas muy bien y de creer en los onubenses que juegan, pero no hay que darles la oportunidad simplemente porque sean de Huelva sino que tienen que valer y darle la opción en el momento oportuno, que para eso están los técnicos, que son los que lo tienen que valorar. No vale que te den una oportunidad y después quitarte otra vez porque el año siguiente ya estás fuera de órbita. Da cierta nostalgia ver con el tiempo a los jugadores que le he nombrado antes y que no pueda haber en la cuarta categoría unos pocos futbolistas de Huelva. Hablando por ejemplo antes de Osasuna, el otro día en el campo del Sevilla nada más y nada menos ganaron por 2-3 y tenían a seis canteranos en Primera División. Hay que apostar. En Huelva hay chavales magníficos y hay que trabajarlos desde la base de verdad porque ahí hay potencial y creo que necesitamos que en el Recre haya más jugadores onubenses. P.- Porque en cuarta categoría quizás lo normal sería que el cuerpo técnico y la dirección deportiva también recayera en gente de Huelva, ¿no cree?R.- Bueno, los que mandan ahora mismo en el club han decidido que no sean gente de Huelva los que estén en esos puestos y por eso ahora me ha alegrado mucho el regreso de Manolo Toledano al club. Creo que es una magnífica noticia para él pero sobre todo para el Recre. Y estoy convencido de que regresarán más y seguro que ocurre más pronto que tarde. Toledano está ahora mismo en la cantera pero está capacitado para estar mañana en cualquier otro departamento del club. P.- Y el filial, el Atlético Onubense, tiene que estar como mínimo en una o dos categorías por encima de donde está actualmente.R.- El campo de fútbol de césped artificial de la Ciudad Deportiva ya está cambiado y el otro, donde están los de fútbol 7, se ha parcheado. Hay que darle una remodelación importante al recinto pero eso cuesta dinero y estamos en la cuarta categoría nacional y no es fácil, pero lo necesitamos. Sin infraestructuras es muy difícil que las cosas funcionen. Hace muchísimos años que el filial no está en la séptima categoría y estoy convencido de que esta temporada, aunque rivales como el Pinzón, el Rociana, el Isla Cristina están ahí y no se lo van a poner fácil, va a lograr el ascenso. P.- ¿Es partidario de la venta del club?R.- A día de hoy estando en la categoría en la que estamos lo veo como una opción complicada. Yo prefiero que el club esté en manos del Ayuntamiento y pienso que el dinero que mueve el fútbol, llevado por la gente correcta, puede ser una fuente de ingresos para el propio Ayuntamiento. Si fuese una ruina, pues entonces a lo mejor habría que pensar en otra cosa, pero creo firmemente que bien llevado el club puede llevar perfectamente su camino andando y además ser una fuente de ingresos para el Ayuntamiento.
PREGUNTA.- ¿Cómo fueron sus inicios en el mundo del fútbol?
RESPUESTA.- Mis primeros recuerdos son en Murcia, ciudad a la que llegué con ocho años y ya mi padre (Cándido Rosado) me ponía las tareas deportivas. Creo que yo era un buen estudiante. Me acuerdo que me ponía las tareas que tenía que hacer en una libreta con un rotulador rojo porque a veces a lo mejor venía tarde. Vivíamos a las afueras y básicamente consistían en mucho dominio del balón y en carrera continua, como él decía para ponerte el corazón grande que después ya habría tiempo de ponerlo fuerte. Recuerdo muchas horas de entrenamiento, yendo también los domingos a la Ciudad Deportiva del Murcia con los no convocados cuando mi padre estaba allí. Esos son mis primeros recuerdos de entrenamientos, que eran exigentes, no eran para pasar el tiempo. No se competía como ahora que los niños ya prácticamente desde los cinco añitos están compitiendo. Yo hasta que no llegué a Huelva, con diez u 11 años no empecé a competir.
P.- Y a su llegada a Huelva dónde da sus primeros pasos.

P.- Y ya en el primer equipo del Recre lo hiciste en la campaña 1992/93 con 18 años entonces.
R.- Efectivamente. Mi padre tenía un año más de contrato pero decidió que no continuaba y además era una etapa que a mí me gustó mucho porque estábamos en la tercera categoría nacional y los números eran buenos y había muchos jugadores de Huelva en la primera plantilla y mi padre por momentos hubo partidos en los que había hasta diez futbolistas de la tierra en la alineación, cuando jugaban Pancho, Ramírez, Pedraza, Paquito I, Óscar Arias, Paquito II, Carvajal, Segovia, Juanijuán y Vicente. Todos menos yo. A mí no me ponía y eso que algunos me pedían. La pena es que hoy día, en cuarta categoría nacional tenemos consolidado a Rubén Gálvez y ahí están también Rubén Serrano y Juanjo Mateo que son menos primeros espadas. Me gustaría que tuviéramos más presencia de onubenses porque creo que hay jugadores que valen.
P.- ¿Quién le llamó para venir al Decano?
R.- Pues no recuerdo. Sé que me llamaron y que estaban necesitados y creo que era una fase de 12 partidos en los que disputé diez con el juvenil de División de Honor porque la vuelta con el Atlético de Madrid no se jugó porque ellos retiraron al equipo de la cantera y el partido con el Rayo Vallecano allí no jugué porque estuve malo. Creo que metí 11 goles en diez partidos y fue una etapa de aprendizaje buena.
P.- Y después de esa gran aparición en escena en la primera ocasión en la que usted viste la camiseta albiazul en su carrera deportiva, llegaron muy buenas temporadas a nivel individual con el primer equipo.

P.- ¿En esa época se veía como un ojito derecho de la afición o, al contrario, como alguien observado con lupa por ser el delantero titular de la casa y con mucha presión?
R.- A las pruebas me remito. Hay que ver lo difícil que es meter goles en cualquier categoría. La pasada temporada estábamos en quinta y el máximo goleador hizo diez goles y esta campaña más de 15 va a ser ya difícil a estas alturas. Meter goles en el Recreativo siempre es difícil. Para un chico joven como era yo y siendo de Huelva pues también lo era. Y vestir esa camiseta pesa, pero creo que con el esfuerzo, el trabajo y la ayuda de los compañeros con sus pases pude meter goles. Fueron cinco años magníficos para mí, de los mejores de mi vida sin duda.
P.- Joaquín Caparrós le marcaría bastante…
R.- Estuve cuatro años con Villanova y el último ya con Caparrós, y con él conseguí mis mejores registros como profesional con 28 goles, 25 en la fase regular y tres luego en el ‘play-off’ de ascenso. Ese es el récord de goles en una sola temporada hasta hoy. De todos los entrenadores he aprendido, y por supuesto también de Caparrós, que a partir de estar en el Recre tuvo una trayectoria tremenda.
P.- Se marcha del Recre en el verano de 1997. ¿Pudo haber salido antes o hasta ese momento no contó con ofertas?
R.- Claro que las tuve. En esa última temporada mía, en el mercado de invierno en diciembre, tenía un contrato del Barcelona. Los dos clubes llegaron a un acuerdo y ahí está la hemeroteca. El Barcelona estaba en Segunda División y estaba además el típico acuerdo vinculado a entrenar también a veces con el primer equipo para darte un poco de caramelo para convencerte de ir hacia allá. Pero decidí quedarme porque yo quería realizar toda mi carrera en el Recre. Esa es la realidad aunque a pocos futbolistas se les pueda pasar por la cabeza rechazar una oportunidad tan magnífica. Tenía la oferta del Barcelona sobre la mesa pero decidimos que yo quería acabar la temporada con el Recreativo y después renovar mi contrato. Era una época en la que se firmaban los contratos muy largos a los buques insignia de las plantillas y yo quería firmar diez años, como hacían otros jugadores, para tener toda mi carrera deportiva en el Recreativo porque era mi sueño.
P.- Y meses después acaba en el Rayo Vallecano. ¿Tuvo claro desde el primer momento que quería ir allí?

P.- ¿Qué pasó entonces realmente para no haber seguido ese verano en el Recre?
R.- Pues las cosas que tienen que pasar en la vida. Yo simplemente creo que merecía, después de haber metido 70 goles en tres años y medio y con los contratos que se estaban haciendo, que me ofrecieran un contrato largo. Yo quería estar en mi tierra y por eso rechacé al Barcelona, que no sé si a alguien se le puede pasar por la cabeza hacer algo así. Cuando a ti te ofrecen un número de años como si fueses un melón por calar cuando ya había metido 70 goles pues creo que era el momento de que nuestros caminos se separasen y no fue por cuestión de orgullo. Yo me quedo con todo lo bueno que viví en el Recre, que se me pone la piel de gallina cuando pienso en las veces en las que hacía un gol o cuando me ponía el brazalete de capitán cuando no lo llevaba Pedraza, que era el verdadero capitán. Me daba alas llevar el brazalete con 20 años. Eso era una pasada, así que nada más que tengo palabras de agradecimiento al club.
P.- ¿Qué recuerda de sus dos años en Vallecas?
R.- Sales de Huelva, de tu zona de confort, y te marchas nada más y nada menos que a la capital, a un club muy especial en el que se me trató muy bien. La familia Ruiz Mateos a mí personalmente me trató muy bien y tuve la suerte, cuando metí dos ‘hat-tricks’ seguidos, de reunirme con el patriarca, con Don José María Ruiz Mateos, en el hotel Cuzco de Madrid. Me iban a renovar y estuve dos años y medio y después me marché a Pamplona.
P.- Osasuna le habrá marcado en su carrera más o menos como el Recre…
R.- Sí, aunque yo no tengo el corazón dividido. Soy de Huelva y del Recre y además tuve la solera de jugar en un club como Osasuna. Con lo difícil que es con mi talla física no sé si la palabra es triunfar, pero sí hacer las cosas bien y tener la posibilidad de jugar en Primera División varios años allí. Es complicado. El otro día fuimos a ver el partido Sevilla-Osasuna y me hice una foto con el Chimy Ávila, que más o menos es de mi estatura pero tiene unas piernas y yo tengo unos diez kilos menos. Y después con Budimir y con Kike García, que me sacan una cabeza. Dios me puso en el camino esa oportunidad y tuve la suerte de aprovecharla también. Estuve allí unos años hasta que ya lógicamente las cosas terminaron, como todo en la vida. Estamos a mil kilómetros pero a veces entro en radios de allí de Pamplona y noto que la gente me aprecie. Tenemos una vinculación especial y tenemos un cariño mutuo que espero que perdure en el tiempo.
P.- Desde fuera da la impresión de que ese club hace las cosas bastante bien.
R.- Sin duda. Han estado 40 años en Primera División. Han jugado UEFA o finales de la Copa del Rey. Yo en 2005 estuve en la del Vicente Calderón contra el Betis aunque no llegué a jugar, y ahora ante el Athletic de Bilbao tienen de nuevo la oportunidad de colarse en una y a ver si son capaces de conseguirlo. Cuando un equipo humilde y una comunidad foral que no es muy grande en cuanto a número de habitantes es capaz de estar tantos años en la élite ya poco más se puede añadir de lo bien que hacen las cosas.
P.- ¿Le marcó algún entrenador de los que tuvo allí?

P.- ¿Y qué jugador tuvo como referente?
R.- Cuando empezaba yo lógicamente siempre me fijaba en los delanteros y tenía fijación digamos en aquellos momentos básicamente por Hugo Sánchez. Pero en la última década hemos visto cada jugador que son una maravilla como son los Messi, Cristiano Ronaldo y compañía. La pena es que se les va agotando el tiempo y hemos disfrutado unos 15 años de esos jugadores y ojalá que sigan saliendo más y mejores cada día en el futuro aunque va a costar mejorar el nivel que han tenido estos.
P.- Estando ya en el tramo final en Osasuna sonó usted para regresar al Recre pero acabó en el Xerez y luego en el Málaga para concluir su carrera.
R.- Bueno, sí que se pudo pero no se dieron las circunstancias y me marché al Xerez. Y en el Málaga estuve lesionado en el hombro y me dejó tocado cinco meses incluido el verano. Y después justo cuando volví, haciendo una chilena en un entrenamiento a la vuelta de un partido en Elche un lunes por la tarde me rompí la clavícula y como todavía no tenía el hombro bien tuve que parar otros dos meses. Pero me sentí muy bien porque, aunque no tenía el rol de primer espada, me sentí muy respetado y me llevé una alegría muy grande cuando ascendimos. Y ahora me da tristeza verlo en la situación en la que está y con las dificultades que tiene, con visos de que si no endurece mucho el rumbo va a caer a la Primera Federación.
P.- Ya tuvo claro supongo que era la hora de la retirada.
R.- Tenía 34 años y ya quería casarme y formar una familia y no me veía dando vueltas por ahí. Si hubiese formado antes la familia pues posiblemente podría haber seguido algún tiempo más, pero creo que por fortuna tomé una buena decisión y tengo la familia que tengo ahora.
P.- Y después de retirarse se pasó al mundo de los banquillos.
R.- Sí, con mucha tranquilidad. El gusanillo uno puede o no tenerlo pero llegó mi padre con los papeles y me dijo que yo tenía más madera y cualidades para ser entrenador que para ser jugador, donde ya venía de haber dado un buen nivel. Y yo también pienso lo mismo que mi padre, que tengo más cualidades para ser entrenador que jugador. Me estuve formando, porque tienes que tener una serie de experiencia acumulada para sacarte el nivel tres, en la delegación onubense de la Federación Andaluza de Fútbol, con José Antonio Fernández Peguero llevando alguna selección. Y después estuve dos años en el Recreativo que fueron magníficos y aprendí muchísimo, y después di un paso al lado.
P.- ¿Lo dio Iván Rosado o lo dio el Recre?

P.- Pero las puertas estarán abiertas para volver…
R.- Bueno, yo sigo formándome y estoy tranquilo y feliz dentro de lo que es en esta vida ser feliz. Y si el día de mañana el Recre piensa que soy válido para echarle una mano, el club sabe que me tiene a su disposición. Ellos lo saben.
P.- ¿Cómo es un día tipo últimamente en su vida?
R.- Pues con los niños y estoy también colaborando con el Patronato de Aljaraque, que es donde vivo, y aprovecho para agradecerle la oportunidad a los compañeros como Manuel Cruz y Venancio porque me siento muy bien allí, hay muy buen ambiente de trabajo y estoy fenomenal. Y por otro lado, como padre y profesional y por la experiencia que tengo en el mundo del fútbol, estoy intentando que rememos todos en la misma dirección. Mi hijo mayor, que tiene 11 años, está en el alevín del Recre y lo están pasando mal y hay ahí una lucha encarnizada para intentar salvar la categoría, así que entre todos tenemos que ayudarle. Entonces eso también me consume porque los chiquillos, aunque son niños, están en una categoría difícil y es la máxima en cuanto a nivel, así que al final a ver si nos podemos llevar una alegría.
P.- Aunque siempre se ha dicho que a esas edades lo importante es la formación más que los resultados.
R.- Pero bueno, es que parte de esa formación te lleva a ver que hay años en los que tienes que sufrir. Cuando viajas con Andalucía con los niños te das cuenta de que tienes que sufrir y trabajar y de que a veces no puedes hacer las cosas que haces con los niños de la provincia. No puedes tener el mismo estilo y hay veces hasta que ya acaba tu etapa como juvenil que hay que sufrir y otras disfrutar, y eso es lo positivo. Lo verdaderamente importante es no hacer siempre lo mismo. No puede ser por ejemplo que el juvenil de División de Honor juegue de la misma manera que el infantil que está jugando por la provincia y que va sobrado. Entonces, cada fase tiene su periodo de formación y tienes que saber la categoría en la que estás porque esa es la riqueza física y táctica que vas a tener cuando te lleguen las notas finales.
P.- ¿Han cambiado mucho los canteranos de tu época a la actual?

P.- Cuando el Decano bajó a la categoría de plata en 2015, hace ya cerca de ocho años, esperaba que hubiese tanta travesía en el desierto para llegar de nuevo al fútbol profesional.
R.- Creo que nos va a costar si no damos con la tecla porque de quinta a cuarta categoría nacional mejor no hablar y de cuarta a tercera, es decir, a la Primera Federación, creo que también lo vamos a hacer. Pero ya después ascender a la Segunda División, es decir, al fútbol profesional, hay un escalón importante, por no hablar ya de la Primera División, que es lo que a todo el mundo nos gustaría volver a ver.
P.- Dice que se va a conseguir el ascenso esta temporada. ¿Tan claro lo ve?
R.- Soy totalmente optimista. Evidentemente ahora mismo está viendo un mazazo y una asimilación después de saber que el primer objetivo claro del equipo era el ascenso directo esta temporada, como dijo públicamente la máxima autoridad del Recre, que es el alcalde. Fue muy claro cuando dijo que querían el ascenso directo. Una vez que se ha sabido que eso no va a poder ser, no hay que empezar de cero pero sí asimilarlo. Quedan diez jornadas y el calendario es bueno. Seis partidos son en casa y siete ante rivales de la mitad de la tabla hacia abajo y los otros tres contra los de arriba, y además los recibimos en casa, que son el Recreativo Granada, el Mar Menor y el UCAM Murcia. Así que lo tenemos todo a favor, además de nuestra masa social, el Colombino y una buena plantilla. No deberíamos tener ningún temor a que no vamos a conseguirlo. Viendo el calendario sería imposible que no jugáramos el ‘play-off’ y ni siquiera que no fuésemos segundos. Es verdad que si al empezar la temporada te dicen que en la jornada 22 vas a recibir al líder lo pones en duda, y que fuera el Antequera pues dices que no te lo creas, y si encima dices que te va a sacar 15 puntos te lo crees menos todavía. Es una pena pero a día de hoy ya es prácticamente imposible que podamos optar a la primera plaza.
P.- ¿Le preocupa que no esté habiendo paz social en parte del entorno y que eso pueda perjudicar al rendimiento del equipo?

P.- Desde la distancia comprende que el equipo realizara en el mercado de invierno siete fichajes y concediera 11 bajas pese a ir segundo en la clasificación.
R.- Hay que tener en cuenta que el alcalde, que es la máxima autoridad de la propiedad, dijo que el objetivo era el ascenso directo, y por eso entiendo que se hiciera eso porque veía que se alejaba. Hizo un esfuerzo en verano y en invierno hace otro titánico por intentar conseguir ese primer objetivo por todos los medios. Por eso en invierno dan tantas bajas y altas porque tienen claro que ese es el objetivo; si no, no habrían hecho tantos movimientos.
P.- Pero en enero siempre se suelen hacer pocos retoques en las plantillas porque a los futbolistas les cuesta un periodo de tiempo adaptarse a sus nuevos compañeros…
R.- Bueno, hay casos y casos. Yo por ejemplo llegué en el mercado invernal a Osasuna y metí 11 goles en 19 partidos y encima logramos el ascenso. Pero es verdad que no es fácil. Con alguno puedes acertar, y más cuando das tantas altas y bajas. Había que hacer un esfuerzo para buscar esa primera plaza para lograr el objetivo principal, que era el ascenso directo, y ahora queda en la recámara esa bala del ‘play-off’, que no se me pasa por la cabeza que no lo juguemos, e incluso puede que lo disputen dos equipos de Huelva, porque me acuerdo que cuando el San Roque de Lepe no andaba bien hace algunas semanas su director deportivo, Manolo Santana, dijo que estaba convencido de que jugarían el ‘play-off’, conociendo bien a su plantilla y a su cuerpo técnico. Ojalá le tengamos que dar la razón. Creo que están haciendo un buen trabajo y ojalá se cumpla ese vaticinio. Sería magnífico que los dos equipos disputáramos el ‘play-off’.
P.- ¿No tiene cierta envidia por no estar ahora mismo trabajando en alguno de estos dos clubes?
R.- Sinceramente, el reloj de arena por mucho que le des la vuelta una y otra vez llega o no llega. Yo no tengo ninguna prisa. Evidentemente el tiempo corre y no se para, pero no tengo ninguna apetencia especial. Si algún día me llega la oportunidad, que creo que me puede llegar en cualquier momento, la intentaré aprovechar con mis conocimientos y con mi experiencia, y si no llegase no pasaría nada.
P.- ¿Ve muy lejano el que en el primer equipo del Recre pueda suceder como en su época y haya al menos ocho o diez jugadores de Huelva?
R.- No es un tema de que los jugadores vayan a salir de un año para otro. Esto parte de una base de hacer las cosas muy bien y de creer en los onubenses que juegan, pero no hay que darles la oportunidad simplemente porque sean de Huelva sino que tienen que valer y darle la opción en el momento oportuno, que para eso están los técnicos, que son los que lo tienen que valorar. No vale que te den una oportunidad y después quitarte otra vez porque el año siguiente ya estás fuera de órbita. Da cierta nostalgia ver con el tiempo a los jugadores que le he nombrado antes y que no pueda haber en la cuarta categoría unos pocos futbolistas de Huelva. Hablando por ejemplo antes de Osasuna, el otro día en el campo del Sevilla nada más y nada menos ganaron por 2-3 y tenían a seis canteranos en Primera División. Hay que apostar. En Huelva hay chavales magníficos y hay que trabajarlos desde la base de verdad porque ahí hay potencial y creo que necesitamos que en el Recre haya más jugadores onubenses.
P.- Porque en cuarta categoría quizás lo normal sería que el cuerpo técnico y la dirección deportiva también recayera en gente de Huelva, ¿no cree?

P.- Y el filial, el Atlético Onubense, tiene que estar como mínimo en una o dos categorías por encima de donde está actualmente.
R.- El campo de fútbol de césped artificial de la Ciudad Deportiva ya está cambiado y el otro, donde están los de fútbol 7, se ha parcheado. Hay que darle una remodelación importante al recinto pero eso cuesta dinero y estamos en la cuarta categoría nacional y no es fácil, pero lo necesitamos. Sin infraestructuras es muy difícil que las cosas funcionen. Hace muchísimos años que el filial no está en la séptima categoría y estoy convencido de que esta temporada, aunque rivales como el Pinzón, el Rociana, el Isla Cristina están ahí y no se lo van a poner fácil, va a lograr el ascenso.
P.- ¿Es partidario de la venta del club?
R.- A día de hoy estando en la categoría en la que estamos lo veo como una opción complicada. Yo prefiero que el club esté en manos del Ayuntamiento y pienso que el dinero que mueve el fútbol, llevado por la gente correcta, puede ser una fuente de ingresos para el propio Ayuntamiento. Si fuese una ruina, pues entonces a lo mejor habría que pensar en otra cosa, pero creo firmemente que bien llevado el club puede llevar perfectamente su camino andando y además ser una fuente de ingresos para el Ayuntamiento.