El tiempo en Huelva: Tras Garoé llega la borrasca Éowyn con más lluvia
el sábado estará ya frente a las costas noruegas pero sus frentes asociados afectarán a la península Ibérica alcanzando la provincia de Huelva con algunos chubascos
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Un curioso nombre, con raíces canarias, o guanches por mejor decir, que debió exportarse de esas islas hasta las recién descubiertas Azores en la primera mitad del siglo XV, ha sido el elegido por el Instituto Português do Mar e da Atmosfera para bautizar a la borrasca que nos ha estado afectando estos días atrás. Garoe es palabra que en portugués viene a definir una lluvia fina, tal como la del árbol santo de la isla del Hierro, el garoé, con tilde, que los primeros exploradores europeos en llegar a las Canarias pensaron que era un árbol del que manaba agua. Si les da por observar el escudo de la isla mencionada, verán un árbol con una nube dibujada en sus ramas, mientras que en el suelo hay una especie de alcorque que serviría para recoger el agua con la que el garoé regalaba y regaba a los isleños. Ahora, tras Garoé, la séptima borrasca de gran impacto de la temporada, llega Éowyn.
Esta nueva borrasca está afectando muy especialmente a las islas británicas, de ahí que sea la Met Office la que ha bautizado a esta nueva perturbación con tan curioso nombre, extraído de la saga 'El señor de los anillos', de Tolkien, quien a su vez lo llevó a una de sus heroínas desde un inglés arcaico. Tal como ocurrió con Garoe, en portugués lluvia fina, que de eso nada, Éowyn viene a ser algo así como el caballito alegre, pero las precipitaciones, las ventoleras y la mala mar que está dejando en las islas británicas, desde luego no se corresponden con semejante nombre. Esta nueva borrasca, una más de un tren invernal interminable, como es habitual, afectará sobre todo al norte peninsular, pero sus frentes asociados alcanzarán a este suroeste huelvano, con lo cual por si no hubiéramos tenido agua suficiente, algo más dejará caer por aquí este fin de semana, aunque sean chubascos dispersos y de escasa entidad. Las calles anegadas (1) dejarán de ser noticia, pero no los diques defectuosos (2), que es de suponer que habrá que apuntalar o liquidar.
En resumidas cuentas, vamos a tener por delante un fin de semana con días nublados, sobre todo el domingo y el sábado por la mañana, con chubascos que podrían dejar algo de agua en cualquier momento. Son lo que en Huelva, de toda la vida, se han llamado días tontos, esos que igual está el sol fuera que cae un chaparrón. Aunque la Aemet tiene un aviso amarillo para toda la provincia por lluvias que podrán dejar hasta 70 litros en doce horas, no creemos que nos vayamos a acercar a esas cifras. Lloverá, pero ya con el frente muy debilitado, lloverá poco. En todo caso vamos a intentar acercarnos más a lo que ocurrirá este fin de semana en nuestra previsión por comarcas, sin acritud (3), como en nosotros viene siendo habitual.
Predicción por comarcas, del 23 al 26 de enero
Sierra. Fin de semana con pocas oportunidades para que salga el sol, y algo más para que tengamos algún chubasco aislado. Las precipitaciones no deberían ser muy llamativas, mientras que los vientos irán de flojos a moderados y de componente sur. Las temperaturas experimentarán un ligero descenso, aunque manteniéndose por encima de la media de los normalmente fríos días de enero que conocemos perfectamente y para los que estamos preparados (4) porque tendrán que regresar. Seguimos en invierno y hasta el rabo todo es toro.
Andévalo. Se mantendrán las mismas y agradables temperaturas de estos días, pero eso sí, sin tanta lluvia, aunque llover, lloverá. El sol aparecerá poco, siendo el sábado por la mañana y el domingo días muy tristones y nublados. Los vientos irán de flojos a moderados, normalmente del sur aunque mañana viernes podrían rolar a levante.
Campiña – Condado. Ligero descenso de temperaturas, y aunque dominarán las nubes, el sol aparecerá de vez en cuando para darnos algo de alegría al cuerpo al final de la cuesta de enero, y once meses más, que estamos padeciendo. Lluvias escasas y muy localizadas. Vientos moderados, pero sin rachas fuera de lo normal. Vendrán del sur a excepción de mañana viernes, que nos llegan de levante.
Litoral. Se mantienen unas magníficas temperaturas, no muy normales para estar en pleno invierno. El sol aparecerá todos los días aunque lo normal es que tengamos nubes todo el fin de semana. Las lluvias muy escasas y débiles, aunque con algún chaparrón en la mañana del sábado, el día más nublado de la semana. Vientos moderados normalmente del sur.
Notas al pie
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(1) En Huelva siempre se prefirió el verbo anegar al más de moda ahora de inundar. Quizás porque el hecho de que Huelva se anegara fue algo bastante normal, bastaba con que la marea estuviera alta y lloviera a chaparrones, como diría el Camarón. Es a partir de finales de los setenta, con el primer ayuntamiento democrático, cuando se realiza una profunda regeneración del sistema de alcantarillado para acondicionar el desagüe urbano. En las dichas obras los operarios se toparon con estructuras romanas, algo que se obvió por la premura en arreglar un problema secular en toda la zona baja de la ciudad, el de calles y barrios enteros con el agua cubriendo calles y aceras. En las zonas de chabolas, en el Hotel Suárez o en la Navidad, el agua entraba en esas viviendas de fortuna hoy felizmente desaparecidas, como los episodios de inundación. Estos días, como es previsible, se inundarán algunos sótanos y garajes en aquellas calles donde las alcantarillas no estén limpias o en las que se acumulen residuos.
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(2) Lo del dique Monte Félix – Toril al norte de la población minera de Cueva de la Mora, es para mear y no echar gota. El alcalde asegura que lleva años sufriendo cada vez que llueve con cierta intensidad, por la situación del dicho embalse, que presenta grietas por las que hasta se escapa el agua. Construido en 1990 para dar servicio a un enclave minero, este otro embalse en las cercanías de la aldea, no presenta la solidez del anterior, construido en 1971. La solución ha sido desalojar a los vecinos de la Cueva de la Mora, núcleo minero de finales del XIX, en lugar de arreglar o eliminar un embalse claramente defectuoso en su construcción.
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(3) Lamentamos no haber podido ser puntuales a la cita del lunes, donde habríamos dado desde esta sección noticia más amable de la que normalmente acompaña al más elemental elemento meteorológico. Hemos estado liados con otras ocupaciones y no hemos dado cuenta de las lluvias que han provocado cortes de carretera: la lluvia, no la imprevisión o el considerar los trámites de la declaración de impacto ambiental como simple burocracia o papeleo intrascendente. No, la culpa de la lluvia. Es como lo del dique defectuoso de la Cueva de la Mora, que no tiene culpa de nada, sino la lluvia, la dichosa lluvia es la culpable de todo lo que pasa en el mundo.
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(4) Cuando cubra las montañas / de blanca nieve el enero, / tenga yo lleno el brasero / de bellotas y castañas… (don Luis de Góngora. Ándeme yo caliente y ríase la gente)