previsión meteorológica para la provincia
Una DANA se aproxima a varias zonas de España: ¿cómo afectará a Huelva?
Las anunciadas precipitaciones han venido a menos y además se han desplazado hacia el este
Para últimos de mes se espera agua de nuevo, igualmente de escasa consideración
Descenso térmico y lluvia
Ligero ascenso térmico para ir acabando agosto
Para hacerse una idea de cómo es la masa de aire que nos afecta, bastará con ver la temperatura de hoy a primeras horas de la mañana, la cual no ha bajado de los veinte en buena parte de la provincia de Huelva. En cuanto al grado de humedad, tampoco es menester acudir al higrómetro, sino comprobar en uno mismo el bochorno que nos circunda. La conclusión es clara, a poco que nos llegue aire frío en altura, y que actúe como cuña debido a su mayor densidad, el aire cálido asciende y se forma la de san Quintín. Todo esto era lo que esperábamos, no como agua de mayo, pero sí como agua de agosto, pero a medida que han pasado las horas hemos podido comprobar cómo las precipitaciones venían a menos y además se desplazaban más hacia el este.
El aire frío en altura, que sí que tenemos gracias a una vaguada que ha descendido en latitud, y que en modo alguno deberíamos confundir con una DANA al no estar aislada la depresión, sino inmersa en la vaguada, continuará con su recorrido lógico, flujos del oeste, aunque con todas las reservas que estas situaciones meteorológicas nos obligan, podemos deducir atendiendo a los distintos modelos observados, cómo las precipitaciones no van a ser en absoluto de consideración, y además se desplazan más al este de lo que en principio esperábamos.
Verano atípico
En resumidas cuentas, lluvias en las zonas más orientales de la provincia y de escasa consideración. Este inusual verano, y valga como ejemplo el caso de la capital onubense, donde no se han alcanzado los cuarenta grados más que un día en todo lo que llevamos de verano, alcanza su último mes con precipitaciones, aunque sean pocas, pero sobre todo con unas temperaturas máximas moderadas. Para últimos de mes se esperan de nuevo lluvias, igualmente de escasa consideración. Cerramos esta información con una reflexión que ya en otras ocasiones hemos compartido con nuestros amables lectores, y no es otra que recordar que el aumento de la temperatura, calculado en un grado y medio en el planeta desde la era preindustrial, no se refleja en un aumento uniforme de un grado y medio en todo lugar. Es más complejo el asunto. El aumento de la temperatura global se traduce en cambios en la dinámica general atmosférica. Algo de esto es lo que notamos en no haber tenido que usar guantes ni bufandas el invierno pasado, o que este verano las temperaturas hayan sido altas, como es lógico y normal estando en verano, pero mucho más moderadas que en veranos pasados. A medida que continuemos cargándonos el planeta, las condiciones atmosféricas se irán modificando.
Tsunamis y vías de escape
Por último y ya que andamos con los desastres, una advertencia innecesaria porque ustedes son gente instruida y sobradamente formada: los terremotos registrados en las cercanías de Lisboa antes de ayer, no son más que ejemplos de lo que tenemos a diario. Podemos acudir a la página que sobre terremotos tiene el Instituto Geográfico Nacional, con información detallada y puntual de cada uno de los que se registran: hace un rato se ha registrado otro sismo a unos trescientos kilómetros de las costas lisboetas, como antes más cerca de la costa y de los que tanto han alarmado, y hace nada se han registrado tres en las Canarias. Cuando llegue el momento fatídico de un movimiento sísmico en las profundidades marinas con intensidad suficiente como para producir la gran ola, que no es una, sino que serán varias, bastará con alejarse de la línea de costa y alcanzar una cota de al menos quince metros. En el caso de la capital onubense, las olas llegarán desde poniente, tardarán en llegar una media hora, según lugar e intensidad, y antes de llegar a la ciudad tendrán que pasar por la punta de la Umbría y por las islas de Bacuta y Saltés, con lo cual lo normal es que no se produzca una catástrofe como la de 1755. El agua alcanzará toda la zona más baja de la ciudad, con lo cual bastará subir hacia la parte más alta, sin prisas y sin perder los nervios. Subir hacia la Vía Paisajista, o por la cuesta del Carnicero arriba, por la pasarela de la Fuente Vieja, o simplemente por la calle de las Monjas hacia San Pedro, sería más que suficiente. Hay tiempo, lo que no hay que perder son los nervios.