SIN LLUVIAS DESTACABLES
Previsión verano 2023 en Huelva: calor, humedad y bochorno
El verano se adelanta en Huelva y lo que queda por venir
Las predicciones, los modelos que superordenadores realizan en la ECMWF, la agencia europea compuesta por más de veinte países y que ofrecen con harta fiabilidad datos meteorológicos a medio plazo, además de lo que en el caso concreto de España podemos extraer de la Agencia Estatal de la Meteorología, AEMET, nos ofrecen un panorama bastante desolador.
Si el pasado verano ya se superaron records de calor, este año la temperatura media podría ser aún mayor en todo el país. Casi medio grado más de media tuvimos el pasado año en Huelva, si tomamos como referencia los últimos treinta años. Concretamente 0'4ºC más. Si os sirve de consuelo, en estaciones como las de San Sebastián o Barcelona, en las de sus aeropuertos, la anomalía ha estado por encima de los dos grados.
Otro dato poco tranquilizador es el de la duración del verano, con nueve días más cada diez años, con lo cual podemos concluir que con respecto a 1991 este verano tendrá una duración de casi un mes más. De hecho, esta semana próxima, y el fin de semana presente, son un aviso de lo que está ocurriendo en la atmósfera. Las olas de calor, volverán, serán más largas y persistirán más tiempos en estos largos veranos que nos esperan.
Una de las razones por las que se esperan precipitaciones en buena parte de España, que tengamos en algunas zonas un verano húmedo, se deriva de la dorsal que la Corriente de Chorro pueda mantener en un arco que recorre todo el norte de Europa. Se conforma entonces una zona de altas presiones en el entorno de la península escandinava que permitirá a las masas de aire cálido y cargado de humedad alcanzar con facilidad la península ibérica. A estos anticiclones norte europeos ligados a una dorsal se les denomina escandinavos por su situación, con el centro en el entorno de aquella península.
Calor y humedad, podría ser el resumen de la que se avecina. En Huelva este verano el panorama no va a ser demasiado distinto al del resto de España, con calor extremo de nuevo, aunque el problema derivado del calentamiento global, no lo duden, será aún más grave en zonas del interior peninsular. Aquí siempre nos quedará la cercanía del mar, que atempera, pero también nos aporta humedad, y ahí está la característica de este caluroso verano de 2023. Humedad, que quiere decir bochorno. La sensación de que tengamos más calor y de que hasta nos cueste más trabajo respirar.
El aire cálido que nos va a estar llegando todo el verano desde el sur, desde el norte de África, también estará acompañado de esa humedad, sobre todo cuando la masa de aire cálido recorra masas de agua importante, como es el caso del Mediterráneo, que directamente va a provocar un verano más lluvioso en la zona de Levante, aunque aquí no vamos a llegar a eso, la humedad va a estar todo el verano presente.
En lo que respecta a las lluvias, no habrá demasiado variedad en la norma onubense, habrá tormentas, y con estruendoso aparato eléctrico, pero no más distinto de lo que es habitual. De toda la vida hemos tenido lluvias de verano, y este no va a ser una excepción, pero tampoco podemos afirmar que las lluvias van a ser más abundantes en este verano. No, simplemente vamos a tener que aguantar un verano bochornoso, con vientos flojos que apenas nos ayudarán a refrescarnos, ya que la situación anticiclónica típica del verano, con las altas presiones subtropicales situadas en el entorno de las islas que le dan nombre, las Azores, cumplirán su función y no permitirán que las borrascas atlánticas alcancen apenas la península y mucho menos este suroeste peninsular.
El fenómeno del Niño
Al margen del fenómeno del Niño, que nos afectará, pero no sabemos cuánto ni de qué manera, a la situación meteorológica que vayamos a tener este verano, es constatable que la temperatura del mar en las costas atlánticas es superior a lo normal ya en esta época del año, con lo cual el aire que nos llegue de poniente, el más habitual, vendrá cargado de humedad. De modo que, igual que más arriba nos fijábamos en el aire cargado de humedad que nos llega del sureste, de esa masa de aire que procedente del norte de África circularía por encima del Mediterráneo, ahora tendríamos más de lo mismo pero desde el Atlántico, más cercano aún, y con los flujos habituales del oeste alcanzando la provincia de Huelva.
Lo miremos por donde lo miremos, calor, humedad y bochorno. En cuanto a las lluvias, serán las propias de verano en una provincia que, si tenemos la curiosidad de acercarnos a los climogramas, observaremos que la precipitación de los últimos treinta años es de menos de cinco grados en los meses de julio y agosto, aunque también junio tiene precipitaciones medias por debajo de los cinco litros, cifra que se ha superado con creces estando a mitad de mes, aunque las previsiones apuntan a que ya no lloverá más en todo lo que resta de junio.
Por ver otra zona de la provincia nos vamos a la Sierra y comprobamos que en Aracena la precipitación normal en verano es prácticamente la misma que en la zona litoral. Si los modelos anuncian que en la provincia de Huelva la precipitación este verano será tan sólo ligeramente más alta de lo habitual, podremos concluir que llover no va a llover más allá de las típicas tormentas de verano. Más bien poco.