Endesa desconecta de la red eléctrica diez plantaciones de marihuana de la provincia de Huelva
La compañía ha advertido que en los últimos años se han registrados numerosos casos de incendios y electrocuciones vinculados a la manipulación de las instalaciones eléctricas
La energía consumida por las plantaciones detectadas entre enero y junio de este año ascendió en Huelva a 900.000 KWh, suponiendo el 20% de la energía consumida de forma fraudulenta
Cuatro detenidos y más de 1.000 plantas de marihuana intervenidas tras varios registros en Huelva capital
Detenidas cuatro personas tras la intervención de más de 2.000 plantas de marihuana en varias naves y en una barriada de Huelva

Endesa, a través de su filial de redes e-distribución, desconectó de la red eléctrica en la provincia de Huelva diez enganches para alimentar plantaciones ilegales de marihuana en el primer semestre del año, una media de dos al mes. La cifra pone de manifiesto «la magnitud de un problema creciente» que «amenaza la seguridad física de los vecinos y la calidad de suministro en zonas con alta concentración de fraudes».
Según ha indicado la empresa en una nota de prensa, en el caso de Huelva esta situación se detecta sobre todo en la capital seguida de Almonte y Gibraleón. Asimismo, la compañía ha advertido que en los últimos años se han registrados numerosos casos de incendios y electrocuciones vinculados a la manipulación de las instalaciones eléctricas.
Al respecto, según ha indicado Endesa, solo en el último mes, seis centros de transformación han quedado calcinados en Andalucía, (cuatro en Sevilla, uno en Almería y uno en Granada) al no poder resistir la sobrecarga de la red derivada del fraude masivo, especialmente por plantaciones de marihuana.
Un consumo de 900.000 KWh
Además, la compañía ha indicado que la energía consumida por las plantaciones detectadas entre enero y junio de este año ascendió en Huelva a 900.000 KWh, suponiendo el 20% de la energía consumida de forma fraudulenta. No obstante, se calcula que el total de las plantaciones de cannabis existentes en España consumen unos 2,2 TWh de electricidad, equivalente a la demanda de una ciudad del tamaño de Sevilla en un año.
En este sentido, desde la empresa explican que las instalaciones para cultivar marihuana en el interior de edificios, las conocidas como 'plantaciones indoor', han crecido de manera «muy significativa» en los últimos años. Los datos de las fuerzas de seguridad indican que son «más difíciles de detectar y tienen mayor rendimiento que las plantaciones a cielo abierto, de cuatro a seis cosechas al año».
Por ello, estos dos factores son «claves», en opinión de la compañía, para explicar «el importante peso» de las plantaciones de interior dentro del cultivo de marihuana en España, que según el European Drug Report 2024, acaparó en 2022 el 81% de las plantas de marihuana incautadas en la Unión Europea.Los sistemas de iluminación y ventilación utilizados para acelerar el crecimiento de las plantas funcionan 24 horas al día mediante enganches ilegales que causan estragos en la red eléctrica.
La sobrecarga de potencia activa las protecciones de los centros de transformación y provoca interrupciones de suministro que afectan a los vecinos de la zona.
Por ello, Endesa ha señalado que el consumo de electricidad es «tan alto» y la manipulación de las instalaciones «tan devastadora» que llegan a originar «incendios en líneas subterráneas y en los centros de transformación, hasta el punto de que se han registrado picos de 15 fusibles fundidos al día por centro de transformación«.
Al respecto, en el mes de julio tres centros de transformación han quedado calcinados en Sevilla y un cuarto en la madrugada de este martes, en los barrios Polígono Sur, Los Pajaritos y Torreblanca por la sobrecarga de potencia derivada del fraude masivo sin que se registraran víctimas. Igualmente, por el mismo motivo, han quedado calcinados un centro en el barrio El Puche, de Almería, y otro en Pinos Puente, en Granada.
Asimismo, Endesa ha subrayado que estas conexiones ilegales provocan incendios en las instalaciones generales, pero también en los edificios y viviendas en los que se ubican las plantaciones, originando «graves riesgos» tanto para las personas que manipulan las instalaciones como para los vecinos del entorno, que sufren, además, problemas en su suministro eléctrico.
En algunos puntos de la red gestionados por e-distribución se ha incrementado la potencia para intentar evitar las interrupciones en el suministro a los vecinos, pero, aunque la potencia instalada multiplica hasta por doce la que sería necesaria en función al número de habitantes, las incidencias se suceden, lo que evidencia un alto volumen de enganches a la red.
«Violencia creciente»
«Al margen del riesgo eléctrico, la proliferación de estas instalaciones ilegales controladas por »organizaciones trasnacionales con una potente actividad policriminal«, según el Ministerio del Interior, supone, además, »un riesgo físico« para la actuación de los inspectores y técnicos de e-distribución.
En un entorno de «violencia creciente», en determinadas zonas «deben trabajar con la cara cubierta para evitar su identificación y desarrollan su labor siempre acompañados por fuerzas policiales cuando acuden a desconectar las plantaciones de marihuana».
Además, la compañía ha apuntado que las coacciones y amenazas a los trabajadores «se registran en todo tipo de labores de inspección, no sólo en las vinculadas a plantaciones», de hecho, en los últimos tres años los empleados de la compañía y de las contratas que trabajan sobre el terreno han sufrido «un centenar de casos de violencia física y verbal, en concreto, 51 casos de agresiones y 45 de amenazas«, cuando procedían a desmantelar fraudes, una »hostilidad creciente« que los técnicos sufren también cuando se desplazan para reparar incidencias ocasionadas por la manipulación de la red.
Las conexiones ilegales vinculadas a plantaciones de marihuana acaparan, junto a los grandes consumos vinculados a la actividad industrial y los negocios el 74% de la energía defraudada detectada por la filial de redes de Endesa. En los seis primeros meses de este año, e-distribución detectó en Huelva 701 expedientes de fraude, diez de los cuales vinculados al cultivo de marihuana que han llegado a consumir el 20% del total de la energía defraudada.
200.000 inspecciones
Los técnicos e inspectores de la compañía y de las contratas han realizado cerca de 200.000 inspecciones sobre el terreno en lo que va de año en España para detectar las manipulaciones de la red. En algunas de esas inspecciones fue «decisiva» la colaboración de los ciudadanos, que pueden informar de manera anónima si sospechan que se está cometiendo fraude en su entorno.
Los clientes pueden escribir al correo electrónico anomalias@enel.com, rellenar un formulario en la web de edistribucion.com o llamar al teléfono gratuito 800760220.
Las estimaciones indican que el fraude eléctrico le cuesta al conjunto de los consumidores españoles más de 2.000 millones al año, el equivalente a 69 euros al año por cada punto de suministro. Pese a estas cifras y el impacto que actividades como el cultivo de marihuana indoor tiene en los barrios en los que se asientan, las penas por fraude eléctrico en España son «inferiores» a las de los países de nuestro entorno como Francia, Italia o Alemania.
Endesa reitera su voluntad de colaborar con todas las administraciones y agentes implicados para buscar soluciones a este problema que tiene un importante impacto en el conjunto de la sociedad.