Los daños colaterales del aumento de robos de aceituna: en riesgo las aves del entorno de Doñana
El incremento de los hurtos en fincas agrícolas, por el alto precio que alcanza el aceite, está afectando a especies como el mochuelo, que cría de noche
La Guardia Civil trabaja estos días para prevenir y coordinar las actuaciones necesarias ante posibles hurtos de aceituna
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Que los agricultores que padecen el robo de aceitunas en sus fincas son los principales perjudicados de un delito que se ha multiplicado en los últimos tiempos por el alto precio del aceite es algo obvio. Pero no son los únicos.
Al menos, no lo son en el entorno de Doñana, donde colectivos ecologistas han dado la voz de alarma ante una práctica, la de los cacos que acuden con nocturnidad y alevosía a hacerse con los frutos del olivar, que está poniendo en riesgo a la avifauna del espacio natural.
«En esos olivares y en el entorno hay especies muy sensibles que se están afectadas por estos asaltos nocturnos, que interrumpen su descanso -por algo lo agricultores no recolectan el fruto de noche- y que pueden acabar expulsándolas de su hábitat». Así lo explica a huelva24.com Cristina Mariño, coordinadora del grupo 'Mujeres por Doñana', que forma parte de la Asociación El Burrito Feliz.
Junto a otras compañeras voluntarias, Mariño realiza patrullas nocturnas por el entorno en el que trabajan, entre las localidades de Chucena e Hinojos, para tratar de ahuyentar a los ladrones y, por supuesto, evitar nuevos robos y molestias a la avifauna. «Vamos, intentando siempre más de una, con nuestros coches revisando la zona, y por supuesto si vemos algo lo que hacemos inmediatamente es avisar a la Guardia Civil para que acuda», explica.
Robos en aumento
El problema de los robos en estas fincas, con su consecuente afección para estas especies, no ha dejado incrementarse en los últimos meses, debido al precio del aceite.
«El otro día un agricultor de Chucena nos comentaba que le acababan de robar, de noche claro, 700 kilos de aceituna, valorados en alrededor de 1.000 euros. Ahora mismo hay mucha aceituna en el campo, porque los productores han estado esperando a ver si llovía y engordaba el fruto. Y claro, en un rato a palos se llevan cientos de kilos», han lamentado desde Mujeres por Doñana.
Las especies más afectadas por el trastorno que estos asaltos suponen son el mochuelo común, la curruca capirotada y la cogujada, estando el colectivo especialmente preocupado por los mochuelos, pues «esta ave nocturna utiliza normalmente olivos viejos de gran tamaño para anidar y se alimentan de noche. Si los mochuelos se van de la zona será un desastre para el ecosistema, pues son elemento importante en el control de roedores».
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El colectivo ecologista recuerda que Andalucía no permite recoger la aceituna por la noche al objeto de no molestar a los dormideros de aves y evitar que éstas acaben abandonando sus zonas de movilidad vital. «Los agricultores cumplen escrupulosamente, saben que es fundamental para mantener vivo y rico el entorno, pero no lo hacen los ladrones, que están perjudicando los ecosistemas».
Vigilancia por parte de los equipos ROCA
Precisamente la Guardia Civil ha informado de que en estos días, con motivo del inicio de la campaña de recogida de la aceituna, los equipos de Lucha contra el robo en el campo (equipos ROCA) de la Comandancia de Huelva están manteniendo reuniones en las diferentes Juntas Locales de Seguridad con los Ayuntamientos y las directivas de las cooperativas olivareras «para prevenir y coordinar las actuaciones necesarias ante posibles hurtos de aceituna y robos en explotaciones agrícolas y ganaderas».
En Huelva existen cinco equipos ROCA que cuentan con 23 agentes. Los mismos han venido observando durante los últimos años que «las acciones de los delincuentes que operan en las zonas agrícolas y ganaderas se han centrado sobre todo en la sustracción de frutos del campo, gasoil, herramientas y maquinarias, así como en productos de cultivo y metales».
Así, «si bien no constituyen un tipo delincuencial violento, sí que ocasionan cuantiosas pérdidas económicas que son soportadas por los propietarios, además de otros daños que pueden impactar finalmente en la capacidad productiva del sector».
En este caso, poniendo en riesgo el equilibrio del hábitat en el que se cultiva la aceituna, un botín especialmente suculento este año debido a los precios del aceite, pero que según denuncia desde Mujeres por Doñana, «más caro nos puede salir aún como se confirmen daños irreversibles a un entorno tan sensible como el de Doñana».
