ESTE MIÉRCOLES
Concentración en Nerva contra el despido de una trabajadora por ser su familia contraria al vertedero
13.05 h. Los colectivos que conforman la Comisión Por el Cierre del Vertedero Ya organizan una concentración este miércoles a las 21.00 horas junto a la fuente del Triángulo, en el Paseo, como muestra de apoyo a Zulema Fariña, despedida de esta empresa por ser su familia 'anti vertedero'. También mostrarán su repulsa ante 'las represalias, las continuas provocaciones y el boicot a parte del comercio local', por parte de los dirigentes del vertedero.

La Comisión Por el Cierre del Vertedero Ya ha denunciado el injusto despido recibido por Zulema Fariña Pedro, por parte de la empresa de limpiezas SIES, a petición de Diseño de Soluciones Medioambientales, sociedad encargada de la gestión del Vertedero de Nerva, ocasionado por el compromiso de su familia con la lucha anti vertedero.
Esta organización, en un comunicado, trasladó todo nuestro apoyo y ánimo, a Zulema Fariña Pedro y a toda su familia por las terribles circunstancias que están soportando. Consideran que es injustificable que estas situaciones se produzcan en pleno siglo XXI, cuando se supone que debemos estar al abrigo de una sociedad moderna y garantista, que debe salvaguardar el derecho igualitario y la libre concurrencia de todas las personas a un puesto de trabajo, evitando el escarnio y la persecución de las personas por su pensamiento o por, lo que es aún más grave e inexplicable, por el de sus antecesores.
Estas acciones de acoso y derribo contra las personas que manifiestan su rechazo a las instalaciones, están siendo alentadas desde la dirección de DSM y se enmarcan dentro de una campaña de persecución y ajuste de cuentas contra quienes se posicionen públicamente en contra, así como de aquellos comercios cuyos propietarios, hayan tenido la osadía de protestar libremente ante una situación que entienden injusta, detallan en el escrito.
Es por elloq eu solicitan a las empresas causantes de semejante despropósito que abandonen esta actitud de provocación hacia la ciudadanía del pueblo de Nerva.
El movimiento anti vertedero indica que desde el civismo y el respeto busca transmitir el hartazgo que siente la población de Nerva, por verse obligada a vivir permanentemente a 700 metros de los peores residuos tóxicos y peligrosos que se generan en todo el mundo y, que en medio de esa indignación, ha sido capaz de mostrar su comprensión y empatía por aquellas personas que trabajan en las instalaciones evitando en todo momento aquella espiral de odio y destrucción que propiciaron un conflicto social que dejó secuelas incurables en nuestra sociedad. Agrega que a día de hoy, podemos decir alto y claro, que hemos trabajado por el cierre del vertedero, sin que se haya escuchado públicamente un sólo insulto, sin que aflorasen faltas de respeto, sin que nadie recibiese un anónimo cargado de menosprecio y sin que una sola pintada se viese en nuestras calles.
Ante el escenario desolador que deja esta represalia, esta especie de venganza, hacemos un llamamiento a todos/as los/as nervenses, para que mantengan la calma más que nunca, así como para que no caigan en la reacción fácil y cuidemos nuestras formas, sorteando las provocaciones, e intentando evitar a toda costa repetir aquellos errores que vienen condicionando trágicamente esta lucha y la convivencia de nuestros vecinos, desde hace más de dos décadas.
la empresa DSM ha difundido un comunicado en el que detalla que la empleada fue contratada por SIES, un centro especial de empleo dedicado a la inserción laboral de personas con discapacidad, de modo que no forma parte de la plantilla de DSM, que tampoco participa en el proceso de selección de las personas que llegan a través de SIES.
Asimismo, la empresa explica que una vez analizada la propuesta de contratación, el departamento de Seguridad de DSM ha comprobado que la trabajadora no ha completado la formación específica en esta materia, por lo que no dispone de los requisitos mínimos exigidos por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Por tanto, según subraya DSM en el comunicado, la incorporación de la trabajadora se paraliza teniendo en cuenta exclusivamente criterios técnicos, profesionales y de seguridad, ya que ha sido imposible verificar el cumplimiento de los requisitos legales vigentes en materia de prevención de riesgos laborales.
Carta de la trabajadora despedida:
Buenas tardes amigos y amigas
Mi nombre es Zulema Fariña Pedro, siempre he vivido en Nerva, tengo pareja, un hermano, unos padres a los que quiero y un hijo, David, al que adoro por encima de todas las cosas.
No se si no se me dieron bien los estudios o quizás no tomé las decisiones adecuadas en algunos momentos de vida, lo cierto es que, a consecuencias, tengo muy complicado acceder a un mercado laboral cada vez más cornpetitivo y cainita. A resultas, mi situación económica no es muy allá, intentando hacer frente a unos gastos que cada vez son más altos con el sueldo de mi marido, con la ayuda de familiares y con lo que voy pudiendo rebuscar atendiendo a personas mayores y acudiendo a trabajar donde quiera que me llamen.
Por todo ello, cuando el pasado martes 28 de junio recibí la llamada de la empresa SIES, perteneciente a la Fundación Valentín de Madariaga, para trabajar con ellos, en mi casa se celebró como si nos hubiese tocado la lotería. Poco importaba que el trabajo fuese para cubrir vacaciones durante el verano y por apenas 25 horas semanales. Se trataba de una oportunidad única para demostrar mi valía y las inmensas ganas que tengo de prosperar en la vida y corno no, de aumentar los ingresos en mi casa, de comprar aquellas cosas que le hacen falta a mi hijo y de ver el frigorífico un poco menos vacío. Me comunicaron que el trabajo sería en el vertedero, poco me importaba que fuese allí o en cualquier otro sitio, pues como digo, mi situación económica no me permite valorar ofertas, sino aceptar lo que buenamente vaya saliendo. Todo debía de hacerse rápidamente: la formación, el tallaje, los epis, pues había que ernpezar el viernes. Recuerdo con cierta nostalgia, la ilusión con la que recibí aquel paquete de Seur que me traía mi nuevo uniforme, aun puedo verme abriéndolo como si se tratase de un regalo especial de cumpleaños. Nada más tenerlo entre mis manos, me lo probé. Y por fin, llegó el dia, viernes 1 de julio. Apenas pegué ojo la noche anterior y toda la mañana la pasé nerviosa intentando dejarlo todo Preparado. A las dos Y media de la tarde, cogi mi coche y me dirigí a mi trabajo. Al llegar me Indicaron como debía estacionar mi coche e inmediatamente comencé mis tareas, acompañada de una compañera que rne fue indicando en todo momento, la sucesión de limpiezas que debíamos ir realizando.
La verdad es que me sentí muy bien, intentando memorizar todo el procedimiento y, porque no reconocerlo, fantaseando sobre la posibilidad de que mi contrato se extendiese más de esos rneses por los que había firmado. En fin, una sucesión de castillos en el aire que jamás pensé que fuesen derribados tan pronto y tan injustamente. Al finalizar, camino de mi casa, comprobé que recibía un wasap de Daniel, mi nuevo jefe. Tampoco le di demasiada importancia, había estado varias veces a lo largo de la tarde, interesándose por cómo iba el trabajo y pensé que su mensaje iba en la misma línea.
Sin embargo, nada más llegar a casa y abrir el mensaje comprobé que se dirigía a mi para despedirme, Hola Zulema, no puedes seguir en el servicio, me ha llamado el cliente indicando varios motivos y me ha dicho que no quiere que sigas en el servicio. Lo siento de verdad, corazón, pero han sido instrucciones directas del cliente. Como pueden imaginarse, se me vino el mundo encima y cuando armé un poco de valor, le llamé por teléfono, sus respuestas me dejaron aún mas hundida, pues no se valoraba mi trabajo, sino que a pesar de que mi compañero habló comunicado que hacía mis tareas bien, Carmen, del departamento de prevención, ha comunicado que me quitaron porque mi familia, es anti vertedero. Desde entonces llevamos varios días sin dormir, mis padres porque entienden que su compromiso con la lucha anti vertedero ha perjudicado, una vez más, a su familia y yo, porque siento sobre mi el peso de una desgracia constante en forma de un estigma inmerecido, de una injusticia infinita que condiciona mi vida y que consiente que se tenga en cuenta la lucha que mantuvieron mis padres y gran parte del pueblo de Nerva contra la imposición del vertedero, en vez de mi esfuerzo y sacrificio. Ante esta situación, en primer lugar, me gustaría dar las gracias por tantas muestras recibidas de cariño y solidaridad, en segundo lugar, quisiera agradecer a mis padres el ejemplo de compromiso y sacrificio que demostraron por esta tierra y el regalo que nos hicieron a sus hijos, demostrándonos que existe el esfuerzo desinteresado y la lucha altruista e incansable y, en tercer lugar, que intento estar bien, que las injusticias, tal y como mamé en mi casa, lejos de hundirme, me hacen ser fuerte. Tan fuerte como para sacar fuerzas de donde no las hay y gritarle al mundo entero este nuevo episodio, de esa historia interminable de Injusticias que venimos soportando en Nerva, desde hace más de 25 años.