Descubre la historia del lepero que llegó a ser rey de Inglaterra por un día

Nacido en una familia de origen humilde, este personaje de Lepe trabó una estrecha amistad con Enrique VII, primer monarca de la dinastía Tudor. Te contamos el motivo por el que se convirtió en rey de Inglaterra por un día

Lepe volverá a la Edad Media este fin de semana con sus Jornadas Templarias: fecha y programación completa

Enrique VII fue el primer rey de Inglaterra de la dinastía Tudor y trabó amistad con un lepero Wikipedia
Manuel Pérez Cortés

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Históricamente, la provincia de Huelva ha mantenido una estrecha relación con Inglaterra. Una relación que vivió su época de auge en el siglo XIX, cuando diversas compañías británicas explotaban las cuencas mineras de Huelva. Lo que seguramente no todo el mundo sepa es que la vinculación con el Reino Unido se remonta a tiempos de la dinastía Tudor. Por aquel entonces, un humilde marinero nacido en Lepe llegó a ser rey de Inglaterra por un día.

Juan de Lepe, el pequeño rey de Inglaterra

El protagonista de esta increíble historia es Juan de Lepe, un marinero de origen humilde nacido en Lepe en el siglo XV. Su vida cambió radicalmente al llegar a Inglaterra, donde terminó formando parte de la corte de Enrique VII, el monarca que inició la dinastía Tudor en el trono británico. En un entorno reservado a la nobleza, Juan fue ganándose la confianza y la amistad del rey, convirtiéndose en uno de sus allegados. Así, pasó de ser un simple marinero a acompañar al rey en banquetes y ser su confidente en momentos de ocio, como en las partidas de cartas y ajedrez que compartían con frecuencia.

Cuenta la leyenda que, en una de esas partidas de cartas, Juan y Enrique VII hicieron una apuesta especial: si el marinero ganaba, recibiría las rentas del reino de Inglaterra y el simbólico título de rey de Inglaterra durante un día. Juan ganó la partida, y fue así como obtuvo el apodo de The little King of England, que traducido resulta «El pequeño rey de Inglaterra». Aunque se trataba de un título simbólico, Juan de Lepe se convirtió en una figura peculiar en la corte inglesa.

La curiosa amistad entre el lepero y Enrique VII

El episodio fue tan inusual que dejó atónita a la corte inglesa, algo que no es de extrañar. En este sentido, Enrique VII era conocido por su prudencia y sus apuestas modestas, consistentes solo en monedas. Sin embargo, este particular juego de cartas selló una amistad duradera entre el monarca y Juan de Lepe. Una amistad sin resentimientos de por medio, por lo que el lepero siguió disfrutando de la confianza de Enrique VII hasta su regreso a España.

La singular historia de Juan de Lepe se difundió entre los cortesanos, quienes también comenzaron a llamar al marinero «el pequeño rey». Esta buena relación entre ambos perduró hasta la muerte de Enrique VII en 1509, momento en el cual Juan decidió regresar a su tierra natal, trayendo consigo una notable fortuna.

El regreso de Juan de Lepe a su tierra natal

Tras la muerte del monarca inglés, Juan volvió a Lepe con la riqueza que había acumulado durante sus años en Inglaterra. Gracias a estos bienes, llevó una vida acomodada y sin preocupaciones, ayudando al municipio y siendo recordado por su generosidad. De hecho, Juan se convirtió en un benefactor esencial del convento franciscano de Santa María de la Bella, en Lepe, el cual estaba dedicado a la Virgen de la Bella. Este convento, lamentablemente desaparecido durante la desamortización de Mendizábal, albergó también la tumba de Juan, quien fue enterrado bajo una lápida que relataba su historia.

Francisco de Gonzaga, un padre franciscano, documentó en 1583 la inscripción de la lápida de Juan de Lepe en su obra Origine Seraphicae Religionis, destacando la peculiar historia de este marinero lepero que, por un día, fue conocido como el pequeño rey de Inglaterra. En sus palabras, Juan era «nacido de baja estirpe del dicho pueblo de Lepe, el cual como fuese favorito de Enrique VII rey de Inglaterra [...] sucedió que cierto día ganó al rey las rentas y la jurisdicción de todo el reino por un día natural».

La desaparición de su tumba y el legado de Juan de Lepe

A pesar de la importancia que tuvo Juan de Lepe para su comunidad, la lápida y el convento franciscano de Santa María de la Bella desaparecieron como consecuencia de la desamortización de Mendizábal en 1836. Este proceso afectó gravemente al patrimonio eclesiástico en España y, con ello, también al lugar de descanso de Juan de Lepe. Hoy en día, el convento ya no existe, y la tumba del lepero que fue rey de Inglaterra por un día se ha perdido en el tiempo.

A pesar de ello, el legado de Juan de Lepe sigue vivo en el municipio que lo vio nacer. Actualmente, una de las calles que desembocan en la plaza del Ayuntamiento de Lepe lleva su nombre. Así, la historia de este marinero que logró alcanzar un título simbólico en Inglaterra sigue recordándose entre los habitantes de Lepe, quienes encuentran en su figura un símbolo de humildad y fortuna. Una historia que, entre otras cosas, demuestra cómo el destino puede cambiar la vida de una persona sencilla y convertirla en un referente para su comunidad, destacando la riqueza cultural y humana de la provincia de Huelva.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación