MARISQUEO
Estos son los motivos por los que no habrá coquinas en los próximos dos meses
Como ocurre con cualquier otra especie, la veda se establece para adaptar la explotación de ese recursos a su capacidad natural de reproducción y regeneración
Hay otras prohibiciones temporales frecuentes de marisqueo relacionadas con la presencia en los bivalvos de toxinas que causan problemas gastrointestinales
Se acabaron las coquinas: mariscadores y Junta pactan un paro de al menos dos meses por la escasez de bivalbos
La veda para el marisqueo de coquinas, como la que se ha decretado en Huelva al menos para los dos próximos meses, se establece, al igual que para otros recursos marinos, con el objetivo de gestionar de manera sostenible las poblaciones de estos organismos y proteger los ecosistemas marinos.
La veda es un período durante el cual está prohibida la extracción de coquinas, lo que permite que las poblaciones se reproduzcan y se recuperen, asegurando la continuidad de la especie y evitando la sobreexplotación.
Existen varias razones para establecer vedas en la pesca y marisqueo de estos bivalbos:
En primer lugar, la reproducción y ciclo vital. Durante ciertos períodos del año, las coquinas y otras especies marinas se reproducen. Establecer vedas durante estos períodos permite que los organismos se reproduzcan sin ser perturbados, asegurando la supervivencia de las poblaciones.
La veda permite que las poblaciones de coquinas se reproduzcan y se recuperen, asegurando la continuidad de la especie
También es un modo de prevenir la sobreexplotación, ya que la extracción excesiva de organismos marinos puede llevar a la disminución de las poblaciones, afectando no solo a la especie en sí, sino también a otros organismos que dependen de ella en la cadena alimentaria. Las vedas ayudan a prevenir la sobreexplotación y a mantener un equilibrio en el ecosistema.
Igualmente estos periodos son clave para la conservación del hábitat al que afecte. El marisqueo intensivo puede tener impactos negativos en los hábitats marinos, como la degradación del lecho marino. Establecer vedas ayuda a protegerlos y a mantener la salud del ecosistema.
No hay que olvidar tampoco que las vedas también se establecen en cumplimiento de regulacionespesquerasy de marisqueo establecidas por las autoridades competentes, generalmente la Unión Europea.
Las vedas para el marisqueo de coquinas y otros recursos marinos, en definitiva, son herramientas importantes en la gestión sostenible de estos caladeros, contribuyendo a la conservación de las especies y sus hábitats adaptando la explotación de los recursos a su capacidad natural de reproducción y regeneración.
Coquinas tóxicas
Además de las vedas destinadas a prevenir la sobreexplotación, existen otras restricciones para el marisqueo de coquinas, a menudo asociadas a la detección de elementos perjudiciales para la salud en los bivalvos, especialmente toxinas del tipo DSP y PSP propias de los moluscos. Estas toxinas pueden causar problemas gastrointestinales y, en casos más severos, desencadenar cuadros de hepatitis A.
Cuando se implementa la prohibición de la captura, se activa un protocolo preventivo que implica un aumento en la vigilancia, con participación tanto del Seprona como de la Policía Autonómica, que realizan patrullas en todas las áreas costeras de producción. Además, se intensifican los controles sanitarios llevados a cabo por los inspectores de salud en lonjas y establecimientos de restauración para verificar la documentación y la procedencia de los productos.
A pesar de estas medidas, muchas personas desatienden las recomendaciones de las autoridades y continúan capturando coquinas ilegalmente, ya sea como medio de subsistencia o como actividad recreativa. Incluso cuando el litoral está completamente cerrado para la captura y comercialización de coquinas, no es raro encontrar bañistas en las playas recogiéndolas de la orilla o a numerosos vendedores ambulantes ofreciendo este producto que, aunque carecen de cualquier control sanitario, se vende en la calle a precios mucho más bajos que en las pescaderías.
Eso sí, el riesgo, además de para el consumidor, también es elevado para el mariscador ilegal, ya que la normativa contempla severas sanciones, con multas que oscilan entre 300 y 60.000 euros para aquellas personas que tienen en esta actividad una manera de salir adelante.