La yihadista almonteña y el adolescente de Montellano, dos perfiles distintos y una radicalización meteórica

Hace ocho años la policía impidió que María Ángeles Cala viajara a Siria para unirse al Estado Islámico

La pasada semana, un adolescente de aquel país era detenido en Montellano (Sevilla) cuando planeaba atentar, presumiblemente, en el pueblo que lo acogió hace dos años

La yihadista almonteña durante el registro de su vivienda EFE
H.Corpa

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Aunque el presunto yihadista de 17 años localizado hace una semana en Montellano (Sevilla) y la almonteña detenida en 2015 cuando pretendía unirse al Estado Islámico tienen en común su rápido proceso de radicalización, los indicios y las potenciales consecuencias para las localidades donde vivían los convierten en casos muy diferentes.

Andalucía ha estado en los últimos años en el foco de grupos radicales yihadistas, con numerosas operaciones en diferentes puntos de la comunidad puestas en marcha gracias al intenso trabajo de rastreo desarrollado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Una de las más sonadas tuvo lugar hace ya ocho años. Nos referimos al de la almonteña María Ángeles Cala, un caso muy distinto al del joven sirio de 17 años detenido en Montellano, lo que pone sobre la mesa la complejidad del fenómeno de la radicalización, que puede brotar en diferentes contextos y con muy distintos perfiles humanos.

Un buen ejemplo fue este de 2015, cuando la joven onubense de 22 años sorprendió a su entorno más cercano al unirse al ala más radical del Islam. Su historia es un ejemplo de conversión al salafismo radical que desconcertó incluso a los especialistas en lucha antiterrorista. Originaria de una familia española sin vínculos con el islam, María Ángeles pasó en pocos meses de los crucifijos, la estética gótica y la admiración por el grupo Metallica al radicalismo islámico que imponía la ley del terror en Oriente Medio.

Este oscuro camino lo emprendió en Sevilla, donde se marchó unos meses a estudiar después de cursar 1º de Bachillerato en su pueblo. En la capital hispalense su familia perdió por completo el control sobre ella y fue allí donde contactó a través de las redes sociales con la organización terrorista mediante mensajes encriptados en Facebook, Twitter o Whatsapp, sin sospechar que ya se encontraba bajo el radar del Ministerio del Interior.

Dos años de prisión

La joven planeaba viajar a Siria para unirse a la Yihad y casarse con un rapero británico vinculado al Estado Islámico. Su detención en octubre de 2015 marcó el fin de su siniestra aventura, y acusada de colaboración con este militante del grupo terrorista, acabó aceptando una pena de dos años de prisión tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

María Ángeles Cala y el adolescente sirio de Montellano representan dos caras bien diferentes de la radicalización en Andalucía. La primera, una joven criada en una familia tradicional española que buscaba unirse al conflicto en Siria, buscando la Yihad en tierras lejanas; mientras que el segundo, un refugiado sirio, aparentemente integrado en la sociedad, planeaba un atentado en la localidad que lo acogía desde hacía dos años, según los indicios policiales. La Fiscalía de la Audiencia Nacional pidió el pasado martes internarlo seis meses al atribuirle los delitos de organización terrorista, adoctrinamiento y tenencia de explosivos.

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