Estos son los trabajos que contempla el proyecto de regeneración de la playa de Matalascañas
La arena con la que se rellenará la playa de Matalascañas provendrá de los bancos sumergidos frente a Punta Umbría y al Dique Juan Carlos I
Seis millones de euros para la regeneración de Matalascañas: aportación «masiva» de arena y mejora de los dispositivos de retención seis años después
Alertan del riesgo para los bañistas en Matalascañas ante el estado de la playa por la pérdida de arena
El proyecto de regeneración de la playa de Matalascañas aprobado definitivamente por el Ministerio para la Transición Ecológica seis años después de su redacción, en 2018, contempla una serie de actuaciones para paliar el desgaste y la erosión que viene acusando la playa almonteña en estos últimos años, y que ha dejado varios tramos de la misma sin apenas arena.
Así, según el 'Proyecto de aportación de arena y mejora de los dispositivos de retención de la misma en la playa de Matalascañas', se llevará a cabo la «remodelación de nueve de los actuales espigones (uno de cada dos) para recuperar la antigua capacidad de retención de arena del sistema. La remodelación consiste en la elevación de las estructuras 1.50 metros sobre el nivel actual de la playa, de forma que la cota de coronación del espigón vaya descendiendo según nos alejamos del paseo marítimo, adaptándose a la cota decreciente del perfil de playa».
El recrecimiento se llevará a cabo sólo en los primeros 50 metros de cada espigón y «con el objeto de aumentar la estabilidad de los espigones y reducir su impacto visual, las piezas de escollera se colocarán concertadas, de forma que queden trabadas unas con las otras».
Además, «cada uno de los espigones remodelados llevará en su extremo exterior una señalización en forma de barra vertical metálica, hincada en el fondo y elevada hasta la cota +4.00 metros que indique su posición a los bañistas durante la marea alta».
700.000 metros cúbicos de arena
Matalascañas recibirá además una aportación de 700.000 metros cúbicos de arena que se repartirán a lo largo de 3.700 metros de playa, «siendo el inicio del punto de vertido el espigón norte actual, situado al inicio del paseo marítimo».
El relleno se hará teniendo en cuenta que en la actualidad la playa está mucho más erosionada en su extremo sur, variando las cantidades a repartir y estimando siempre los flujos naturales y las zonas hacia las que la arena tiende a desplazarse.
La arena con la que se rellenará la playa de Matalascañas provendrá del banco sumergido frente a Punta Umbría y del que se encuentra frente al Dique Juan Carlos I, donde «es posible que se añadan más parcelas a los posibles puntos de extracción».
Informe de daños
El informe que justifica esta actuación señala que «la playa de Matalascañas viene sufriendo desde hace tiempo una regresión muy destacada, con desplazamiento de cantidades masivas de arena, quedando la playa emergida en pleamar con una superficie muy reducida y en algunos tramos inexistente».
La acción del oleaje «se ha cebado con el acantilado arenoso que se desarrolla inmediatamente a poniente de la urbanización de Matalascañas, erosionándolo de una forma continua y persistente. Ello viene provocando un retroceso paulatino del frente del acantilado, además de situaciones peligrosas cuando la marea está alta y no existen espacios disponibles entre el acantilado y la orilla. Es más, la caída de algunas de las instalaciones existentes en la ladera del cantil ha provocado el que en la orilla se hayan depositado restos de las mismas, tales como escaleras, sacos terreros, escombros y otros elementos», reconociendo de este modo la urgencia de una actuación que se planteó hace ya seis años, en 2018, pero que hasta ahora no ha sido aprobada definitivamente por el Gobierno central.