naturaleza y turismo
La berrea en Huelva: En busca del bramido del rey del bosque
La escucha del poderoso canto de los ciervos en celo se ha convertido en una actividad turística en auge en la provincia, con el Andévalo, la Sierra y Doñana como escenarios ideales
«Me parece un acto heroico», destaca el experto de la naturaleza Daniel Calleja, pues los animales se ponen a cantar «sabiendo que eso puede acabar con su propia vida»
El ciervo marca un territorio con pasto, lo defiende y brama a las hembras, a las que ofrece seguridad para procrear, un fenómeno biológico convertido en una experiencia turística
Hay un momento único en el año para los amantes de la naturaleza: la berrea. Las tonalidades del atardecer dejan paso al manto uniforme de la noche. En la quietud del bosque, los trinos de los pájaros son breves ecos. Todos los animales se afanan en ser invisibles. Todos menos uno. En el lienzo de la madrugada los ciervos machos en celo despliegan durante un mes a ráfagas su profundo bramido, un espectáculo sonoro que corona todo un ritual. Es un impulso al ciclo de la vida. Hace ostentación de poder, reclama un territorio, marca un lugar seguro y con alimento para sus hembras, aún a riesgo de poner una diana sobre él. Todo por el instinto de perpetuación, que en esos momentos supera al de supervivencia.
Es el sonido de la berrea. Este fenómeno, que cada año se da entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre, aproximadamente, atrae cada vez a más cruriosos, ansiosos por experimentar la escucha cercana de un canto único, crudo y majestuoso a la vez. La provincia de Huelva tiene el privilegio de contar con tres zonas de referencia para ser testigo directo: la comarca del Andévalo, la Sierra de Aracena y el espacio natural de Doñana.
Daniel Calleja, director de proyectos de educación ambiental y participación en Babel Nature, lleva media vida yendo al encuentro de ciervos en este momento del año, guiando a quienes quieren vivir de cerca esta singular situación. Hace una semana realizó la primera de la temporada en una actividad dentro de la Feria Cinegética de San Silvestre.
«Es el único sonido del bosque en ese momento, suena muy fuerte y te pone los pelos de punta cuando lo tienes al lado
Daniel Calleja
Fundador de Babel Nature
Este experto de la naturaleza onubense explica a Huelva24.com qué hace tan especial este bramido. «Me parece un acto heroico. Se pone a cantar sabiendo que eso puede acabar con su propia vida. Su existencia no es lo importante sino la perpetuación, el sentido de la vida», resalta. «Es el único sonido del bosque en ese momento, suena muy fuerte y te pone los pelos de punta cuando lo tienes al lado», expresa con fascinación.
En mitad del bosque se produce «una lucha de sonidos. Cada ciervo se aposta en su territorio y desde allí marca distancias con los demás machos y llama a las hembras», detalla Calleja, que recuerda que la tendencia de todos los animales es esconderse ante la presencia del ser humano y que en esta época los ciervos se exponen abiertamente. «No lo pueden evitar», comenta.
Don Félix Rodríguez de la Fuente, como le gusta decir a Dani Calleja, fue el primero en descubrir para la mayoría de la sociedad española la berrea. A través de su programa de televisión 'El hombre y la tierra' desveló para muchos el celo del ciervo desde la Sierra de Cazorla en los años 80. Luego se popularizó en el Parque Natural de Monfragüe, en Extremadura y en los últimos años está en auge en Huelva. El fenómeno biológico es también una experiencia turística.
«Es un producto turístico que nadie se lo creía. Pagar por escuchar a los ciervos en el bosque. Para la gente de campo es una tradición y muchos se prepara en esta época y van a los cotos en familia, se toma algo, y mira a los animales que les gustaría matar en la próxima temporada de caza», expone Calleja, quien indica que en la provincia no pocas empresas ofrecen vivir este momento de mágica observación y escucha. -doñana tour, doñana, ecuestre, sierra extreme-
¿Qué marca el inicio de la berrea?
La berrea viene marcada por la aparición del pasto y esto requiere de una serie de condiciones que se dan en esta época. Bajan las temperaturas, se producen las primeras lluvias y comienza a brotar el pasto. Los ciervos buscan los lugares con más alimento, lo marcan y lo defienden de otros machos y atraen con su bramido a las hembras, que en unos días comienzan a ponerse en celo. «Los ciervos compiten por estos espacios y crean sus propios harenes, porque son polígamos. Es simple y muy biológico. Se ponen en celo cuando está garantizado que hay pasto para alimentarse después de quedarse preñada», describe Calleja.
Los ciervos marcan territorio con las glándulas olorosas que poseen en su hocico, marcan árboles con los cuernos y exhiben cornamenta para disuadir a rivales. Pero el elemento principal para marcar diferencias es el bramido. «Cuando se brama se muestra quien es más fuerte, quién tiene más capacidad torácica y por tanto, quien es más grande como macho», explica el experto onubense, que apunta que esos cruces violentos de cornamentas de los documentales se da en realidad «en un porcentaje muy pequeño». «Hay una rivalidad sonora pero la física es una rareza. Caprinos como los muflones sí se enganchan porque no braman y rivalizan con la fuerza», aclara. En esta época se produce la berrea en el ciervo y también en otros cérvidos más pequeños como el gamo, que se conoce como la ronca, y el corzo, cada uno con su canto característico.
Las sociedades de ciervos se organizan entre las hembras, que se quedan preñadas en esta época y paren en abril. Suelen ir por grupos y junto a una hembra adulta va otra hembra más joven y una cría. «Los machos a partir de dos años se pueden reproducir pero al no tener cornamenta no son atractivos para las hembras. El primer año se queda con su madre y al llegar a septiembre no va a molestar al macho en el harén porque no es competencia».
Cuando le sale los primeros cuernos se le conoce como macho bareto y su madre lo expulsa para que no se cree un conflicto con el macho adulto en la berrea siguiente. Los machos jóvenes van erráticos hasta que conocen a otros machos jóvenes y forman grupos de adolescentes durante el verano, pero en época de celo cada uno sigue la llamada de la naturaleza y va a una zona diferente para dominar un territorio. En el caso de las hembras, hasta los dos años no son reproductoras y se quedan con su madre. Al crecer se integran en el harén de un macho.
Darwinismo puro
«Un mismo macho normalmente están sobre unos mismos territorios. Si se les ha dado bien continúa en él, pero si se seca una ribera por ejemplo cambia de territorio», indica Calleja que apunta que también puede verse expulsado por otros machos.
Sobre la importancia de la cornamenta, detalla que en su momento se creía que el número de puntas en la cornamenta de un ciervo indicaba sus años, pero revela que se ha descubierto que la llamada 'medalla de oro', una cornamenta con 15 puntas, viene más determinada por la salud que por la edad. «Si está muy saludable y bien alimentado la puede tener».
«Las hembras pueden abortar si consideran que no va a haber alimento suficiente para criar como debe a su cría»
Sin embargo, agrega que puede ser «muy potente durante un año pero si se dobla una pata o sufre alguna enfermedad no le crece tanto como el año anterior y sus cornamenta se puede reducir hasta la mitad.» Entonces se le considera menos fuerte y no atrae tanto a las hembras. «Se convierte en un proceso de selección natural que deja fuera de la reproducción a los más débiles», afirma sobre este ejemplo de darwinismo de manual.
Se da el caso de que «las hembras pueden abortar voluntariamente si consideran que no va a haber alimento suficiente para criar como debe a su cría». Entonces ingiere una planta llamada torvisco, que es tóxica y le interrumpe la gestación. «Con esta medida evitan intentar sacar adelante a una cría raquítica. Si no llueve en diciembre y en enero se da en febrero
Turismo de interior
Después del periodo estival, en la que la playa es el centro de atención, la berrea es el acontecimiento que atrae de nuevo a la gente al campo. «Es una actividad que se realiza en familia y se alquilan muchas casas rurales, se pone en marcha la restauración y se hace senderismo», relata sobre cómo se activa la rueda económica Calleja, que pone en valor la inyección económica que supone para muchos pueblos andevaleños y serranos. «La berrea es responsable de acercar a los turistas antes de tiempo a las comarcas de interior», destaca.
«Huelva tiene lugares muy espectacular para la escucha», indica el responsable de Babel Nature, que tiene comprobado que «en los campos más abiertos del Andévalo se ven más fácil los animales, mientras que en la sierra se escuchan más que se ven. En Doñana es un espectáculo verlos en las marismas».
Tradicionalmente Doñana ha sido de los primeros lugares donde arranca la berrea, porque al tener agua comienza antes. En torno a la zona de la marisma crece un pasto que no depende tanto de la lluvia. Sin embargo, la desecación que sufre el espacio natural también está afectando a la berrea.
En el Andévalo, son referencia municipios como Villanueva de los Castillejos y San Silvestre de Guzmán. «La berrea se acelera aquí porque los animales tienen acceso a la comida. Se la ponen las propias personas en el campo y eso hace que se dé aunque no haya llovido», refleja.
Quiere aclarar que el objetivo de una actividad turística en la berrea es escuchar al ciervo y que verlo no siempre es posible y es secundario. «Mucha gente contrata y si no ven al ciervo se sienten defraudada, pero no siempre se va a ver. Lo oyes en mitad de la noche y ese es el objetivo». Recuerda que en San Silvestre «siempre triunfamos» porque pasan por un camino entre dos cotos y siempre hay gamos y ciervos «en un número superior por metro cuadrado al de la naturaleza».
Tipos de rutas
Calleja realiza las rutas de la berrea normalmente por la tarde, pero también de madrugada, como en San Silvestre. «A los ciervos les gusta bramar de noche. Evitan el día y así se exponen menos», comenta. En su caso realiza rutas de 2-3 horas en los que se explica la parte biológica de la berrea y se dan pistas de cómo encontrar al animal en el campo, como siguiendo sus huellas y excrementos. También la combina con sesiones de astronomía y también ha ha hecho a caballo, que curiosamente permite acercarse mucho al animal. «El ciervo no recela de otros animales cuadrúpedos, pero cuando capta el sonido de las piernas de los humanos huye. A caballo te puedes acercar más porque no le pareces un enemigo».
Personalmente este experto no es partidario de la caza pero es consciente del «gran aporte» que supone a la economía del entorno. «Las carnes de caza, los embutidos... se sortean los puestos de caza, las rehalas -grupos de perros- también cuestan un dinero», expone. Reseña que también «hacen una función más o menos ecológica de control de especies, que son dañinas cuando su población es grande» y recuerda que el ciervo «es un gran depredador de vegetación y esquilma mucho las encinas».
La legislación marca que las primeras monterías se celebren a partir mediados de octubre, pero Calleja comenta que «la ley no va al mismo ritmo que la naturaleza». Efectos como los conocidos 'veroños', hacen que los ciervos entren en la berrea más tarde y eso coincida con el inicio de la temporada de caza. «Son presa fácil. Están desgastados porque se quitan el apetito en este tiempo y comen menos para centrarse en defender el territorio y atraer a las hembras. Está cansado y distraído con la reproducción».