Manomatic desgrana los secretos del nuevo mural que da la bienvenida en el Muelle de las Carabelas

El artista onubense desvela quién es la figura central de su impactante obra, de la que salen cuatro brazos, y los elementos que le rodean

«Lo primero en lo que pensé fue en la llegada, en los primeros momentos de esos marineros que pisaron a una nueva tierra», dice el creador

El Muelle de las Carabelas vuelve a estar abierto cargado de motivos para redescubrirlo

La renovación del Muelle de las Carabelas, en imágenes

Mural de bienvenida del Muelle de las Carabelas, obra de Manomatic clara carrasco
Mario Asensio Figueras

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Desde este martes onubenses y visitantes pueden volver a disfrutar del Muelle de las Carabelas, que ha sido rehabilitado y modernizado a varios niveles. Tras los cambios permanece su esencia, pero nuevos elementos potencian su significación. Uno de ellos es el mural de bienvenida, realizado por el artista onubense de talla mundial Manomatic, que proporciona un primer vistazo impactante.

Se trata de una obra de gran formato y definición y muchos alucinan al conocer que se ha realizado a golpe de spray. Presenta a un personaje central relacionado con la gesta del Descubrimiento de América con cuatro brazos. Dos de ellos rodean el mundo y otro se extiende hacia el horizonte, quedando el cuarto como una mano negra en la sombra. Tras él la cruz y un entorno exuberante del nuevo mundo, con flores y palmeras, y las naves descubridoras en la esquina superior izquierda, en aguas tranquilas tras la histórica travesía.

Parte superior de la obra M. A. F.

La obra lleva el inconfudible sello de Manomatic, el sobrenombre de Adrián Pérez Vázquez, un artista trotamundos que ha ganado un gran prestigio internacional. Su precisa y perfeccionista técnica va más allá de la fascinación de un flash y se presenta como una compleja construcción de representaciones con mucho fondo. Dota de una piel mágica a muros y edificios para hacer de ellos un perpetuo altar de ofrenda a la belleza, instrumentalizada para dejar en el umbral de cada conciencia un señuelo hacia una reflexión más profunda. Cada espectador da los pasos que quiere o puede en el diálogo que le propone la obra. En este caso, la alfombra roja es un viaje de 1492 con un eco muy presente.

Manomatic desgrana para Huelva24.com aspectos de este mural encargado por la Diputación de Huelva, que depositó en él la misión de crear «una nueva imagen» para el recibidor del Muelle de las Carabelas.

Una idea clara

«Cuando me hicieron el encargo lo primero en lo que pensé fue en la llegada, en los primeros momentos de esos marineros que pisaron a una nueva tierra, un espacio desconocido y que suscitaba tantas cuestiones que cambiaron el mundo occidental», señala y expone que «quería representar el primer momento del avistamiento de tierra y por eso está señalando al frente y después con las otras dos manos está como teniendo conceptualmente un globo terráqueo y dando la cara a toda América, ese momento en el que se dieron cuenta que no estaban donde pensaban que iban a estar sino un lugar nuevo con tantas repercusiones a tantísimos niveles, como todos sabemos».

«Desde pequeño tengo la visión de la escultura de Martín Alonso Pinzón en la cabeza»

Manomatic

Artista

Sobre quién es la figura protagonista de la obra, desvela que «quería que fuera Martín Alonso Pinzón, porque en Palos he vivido muchísimos años y desde pequeño tengo la visión de la escultura de Martín Alonso Pinzón en la cabeza y unida al Descubrimiento. Así que fue mi punto de partida y por donde continué enfocándolo todo».

La inspiración para este personaje histórico tan fundamental para que el primer viaje de Cristóbal Colón tuviera éxito, tuvo como modelo a «un vecino de Huelva» que ya conocía. «Me llamó mucho la atención por su cara. Me dio esa sensación de marinero, que creo que lo pueden tener muchos en Huelva. Se lo propuse, le pareció estupendo y personifiqué en él la figura de Martín Alonso Pinzón», comenta.

Las dos posturas del protagonista

Con esta figura deseaba representar «dos momentos importantes»: «cuando divisan tierra y cuando se percibe que es una nueva tierra». Por eso Martín Alonso Pinzón «cuenta con dos posturas en una misma figura».

Este protagonista se ve rodeado por elementos como «la flor de la patata o del tabaco», presentes en el contexto de los descubridores tras su desembarco. «Latinoamérica es una realidad muy complicada de resumir porque es muy grande», admite, porque ha intentado utilizar «elementos muy icónicos, pero hay muchos que lo son».

«Que haya parte del trabajo que lo complete el espectador es bonito y así cada uno pone su visión con respecto a la obra»

A esto suma que él tiende «a un minimalismo y a conceptualizarlo todo con pocos elementos, porque creo que el hecho de que haya parte del trabajo que lo complete el espectador es bonito y así cada uno pone su visión con respecto a la obra». De este modo, en este caso trató de «simplificarlo lo máximo posible y elegir los elementos que podrían ser un buen punto de partida para que el espectador pensase en lo que ya se sabe de todo este tema».

Añade Manomatic en este sentido, que la idea era «dar dos pinceladas de los productos que llegaron del nuevo mundo, pero sin querer hacer un alarde de todo lo que hay, porque es absurdo. Hay tantas cosas de uso común que proceden de América que no es mi pretensión ni mi estilo el buscar abarrotar el espacio, porque quien visualiza la obra ya las tiene en la cabeza y prefiero que imagine».

Al respecto considera que «ya bastante dejo cerrada la obra con un hiperrealismo, con el que la persona tiene que darle menos a la cabeza, entre muchas comillas, pero a través de ese trabajo conceptual introduzco al espectador en la obra para que acabe él el relato que se está contando en el mural».

Imagen principal - Dos imágenes del proceso de creación del mural y una fotografía del artista onubense Manomatic
Imagen secundaria 1 - Dos imágenes del proceso de creación del mural y una fotografía del artista onubense Manomatic
Imagen secundaria 2 - Dos imágenes del proceso de creación del mural y una fotografía del artista onubense Manomatic
Dos imágenes del proceso de creación del mural y una fotografía del artista onubense Manomatic H24 / @plataformapika

En cuanto a las dimensiones, detalla que «el tamaño es grande pero aún se acentúa más porque al ser en un espacio interior da sensación de una mayor dimensión». Señala que «aunque he hecho obras más grandes, al tener esos elementos más de escala humana hace que rompa y salte con respecto a la escala del resto de elementos que hay alrededor y da esa sensación de mayor tamaño y ganamos ese primer impacto sobre las personas que vengan. Espero que se queden con eso y después pasen a disfrutar de la visita. Es lo que se busca con el arte mural, al tener unos formatos más grandes».

Tres semanas de trabajo

El artista de Huelva no ha llevado la cuenta de los botes de spray empleados ni el número de colores combinados en acción, pero comenta que le llevó prácticamente tres semanas de trabajo realizar el mural. Revela que los elementos arquitectónicos que envuelven la obra, como la escalera y la taquilla nueva «dificultaban un poco el trabajo con la maquinaria, porque había que tener cuidado y no podía ir rápido por todos los sitios. Era un poco limitante y difícil de trabajar ese formato en ese aspecto», obstáculos que no parecen haber restado un ápice de rotundidad a lo representado.

Una vez materializado y firmado, reconoce sentirse «muy contento» por «poder apoyar los valores que esta tierra posee y representarla con mi trabajo para todo el que viene y a todo el que vive aquí». Muestra su felicidad por contar con una obra en un lugar «con mucha relevancia y una afluencia turística muy grande», incluso cerrado. «Cuando he estado haciendo la obra no he parado de ver a muchas personas que pasaban por allí», dice en referencia a los turistas que han llegado hasta el muelle para contemplarlo, aunque haya estado cerrado durante estos últimos nueve meses.

«He ido cuando pequeño al muelle y he seguido yendo a La Rábida porque me gusta mucho. Estoy muy contento por tener un trabajo así en un sitio tan emblemático y me siento muy satisfecho por aportar mi granito de arena y mi visión al conjunto de los lugares importantes a todos los niveles de Huelva», insiste Manomatic, que considera la realización de este mural un «apoyo fantástico para mi carrera» y que a la vez «le da esa razón de ser a mi trabajo de apoyar a mi tierra».

Por ello está «muy agradecido» a la Diputación de Huelva, a «todas las personas que trabajan en el muelle», toda ellas «encantadoras», con las que vivió «unos días magníficos», para completar una «experiencia fantástica».

Así, mientras las grúas encajaban mástiles en las entrañas de las carabelas y se retorcía de nuevo en sus maderas nuevas cuerdas y cabos, mientras se repintaba y modernizaba cada espacio, cada rincón, como si todo se equipara para la travesía descubridora de hace más de 500 años, Martín Alonso Pinzón emergía con un nuevo rostro desde las profundidades del mar que custodia su hazaña, para mirar a los ojos a toda persona que quiera adentrarse en la apasionante aventura que vivió con sus compañeros.

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