12 de octubre

Curiosidades en torno al primer viaje de Colón: Una financiación forzosa y una cuñada exiliada

Los estudios de David González Cruz determinan que la corona, exhausta por la Reconquista, obligó a los vecinos de Huelva, Palos, San Juany Moguer a financiar el primer viaje de Colón

El almirante pudo venir a Huelva porque en San Juan explotaba una finca del Duque de Medina Sidonia su cuñada, exiliada de Portugal por ser relacionada con una conspiración

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Muelle de las Carabelas, en La Rábida H24

Mario Asensio

Huelva

Los acontecimientos históricos importantes acaparan el foco en más de una ocasión. Primero cuando se producen y después cada vez que la mirada general vuelve a ese momento en cada efeméride. Cada 12 de octubre se pone la lupa en el Descubrimiento de América. En un lado y otro del Atlántico se contempla con diferente perspectiva qué supuso el encuentro propiciado por una travesía atrevida. Pese a ser irrepetible, los historiadores vuelven recurrentemente a recorrer los días de viaje de las naves descubridoras, el diario de abordo y cómo se gestó esa empresa en unos años previos en los que había no pocos frentes abiertos. Y parece que los detalles de la historia son inagotables.

Cómo se produjo la financiación del primer viaje de Cristóbal Colón hacia el nuevo mundo y qué llevó al almirante a pisar Huelva para lograr desde allí valiosas alianzas para su proyecto, ha sido objeto de estudio del investigador David González Cruz, quien ha concluido que los vecinos de las localidades de Palos de la Frontera, Huelva, San Juan del Puerto y Moguer fueron obligados por la corona mediante un impuesto a financiar la travesía hacia América.

Por otro lado, relaciona una serie de acontecimientos que causaron que Colón llegara a Huelva y no a otro lugar. Su cuñada estaba exiliada en San Juan del Puerto tras ser relacionada con una conspiración contra el Rey de Portugal y está probada la relación que entablaron.

David González Cruz, catedrático de la UHU H24

En cuanto a la financiación, el catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Huelva, señala a Huelva24.com que la la aportación de la sociedad de los pueblos vinculados al Descubrimiento de América fue «fundamental» en un proyecto tan costoso como pretender llegar al otro lado del planeta.

18,4 millones de maravedís

La preparación de la armada tuvo un coste de dos millones de maravedís y la compra del puerto de Palos por parte de la corona española para hacer de él el lugar de expansión de aquella empresa ascendió a 16.400.000 maravedís.

Al analizar la documentación histórica se determina que en el mismo periodo en el que se lleva a efecto la compra del puerto de Palos hay documentación que demuestra que se impone un impuesto a los puertos vinculados al estuario del Tinto y algunos otros de la costa occidental del Reino de Sevilla que supusieron «exactamente la misma aportación que la corona tenía que llevar a efecto para la compra del Puerto de Palos». Es decir, que en gran parte de lo que fue la preparación, gestación del Descubrimiento de América se pudo haber financiado con aportaciones de los vecinos de los puertos de Huelva, Palos, Moguer y San Juan del Puerto, entre otros. Cabe recordar que Palos aportó las carabelas Pinta y Niña, que acompañaron a la Nao Santamaría en el viaje descubridor.

Una extraña deuda no reconocida

En los preparativos del viaje participó Juanoto Berardi, que colaboró con Cristóbal Colón en toda la gestión económica del Descubrimiento. Antes de la partida de las naves descubridora este gestor estuvo tratando de obtener recursos económicos en Moguer, San Juan del Puerto y el Condado de Niebla «de una supuesta deuda que los vecinos del lugar decían que no tenían que pagar, que no debían ese importe económico», señala González Cruz, que apunta que sin embargo la corona, a través de diferentes requerimientos, «ayudó a cobrar esa deuda, que suponía una quinta parte de lo que Colón debía aportar financieramente para ese descubrimiento».

«Podría suponerse que una partida de esa cuantía pudo haberse destinado a la armada colombina. Evidentemente es una hipótesis pero resulta curioso que una institución pública como la monarquía ayude a cobrar una deuda a unos vecinos para que un señor privado obtenga esos recursos, coincidiendo con el momento en el que se está buscando la financiación necesaria para el Descubrimiento de América», expone el investigador.

Esta situación es algo «poco conocido» sobre el Descubrimiento, en lo que ha podido indagar González Cruz para llegar a determinadas hipótesis que podían explicar esa financiación. «Diferentes autores de la época aludían a que la corona financió escasamente los descubrimientos. Eran más aportaciones de particulares las que se llevaban a efecto», indica.

Por tanto, estamos ante una financiación forzada. «Lo de las carabelas está claro y el hecho de que se tenga que pagar un impuesto como fue el almojarifazgo mayor poco antes del Descubrimiento de América y coincidiendo en fecha con las negociaciones que se estaban haciendo por parte de Colón y Fray Juan Pérez en Santa Fe de Granada para llevar a cabo las Capitulaciones. Esa coincidencia en fecha podía ir en ese sentido», desarrolla.

Estas Capitulaciones son un documento consensuado entre los Reyes Católicos y Colón donde se fijan unos acuerdos previos al viaje. «Cuando la monarquía deciden llevar un proyecto, lo lógico es que traten de buscar financiación paralelamente para ese proyecto. Y hay que tener en cuenta que entonces la corona estaba exhausta económicamente por todo el proceso de Reconquista», que finalizó el 2 de enero de 1492, mientras que las Capitulaciones son del 17 de abril del mismo año.

Su cuñada en el entorno de una conspiración

Otra curiosidad descubierta por González Cruz gracias a diferente documentación es un motivo por el que Colón llegó a España procedente de Portugal precisamente a Huelva. Su cuñada, la portuguesa Violanza o Briolanja Moniz de Perestrello, hermana de Filipa, la única esposa del navegante genovés, vivía en San Juan del Puerto exiliada por ser relacionada con una conspiración contra el monarca Joao II y explotaba en la localidad onubense una finca del Duque de Medina Sidonia.

Cristóbal Colón llegó a Huelva en 1485 y un año antes se había producido el intento de conspiración contra Joao II, que acaba con la muerte de su impulsor, el duque de Viseu, Diego I. La cuñada de Colón pertenecía a la nobleza media portuguesa y a la clientela de este duque, por lo que todos los relacionados con él tuvieron que exiliarse.

«Lo planteo como hipótesis dada la correlación de hechos que se produce. Pero es una evidencia que había exiliados portugueses en el Reino de Sevilla y que esta mujer tuvo una relación muy intensa con su cuñado y su sobrino, Diego Colón», confirma el profesor sobre algo «no muy conocido en la historiografía».

Cinco cambios de nombre de las tierras

La presencia de la cuñada en San Juan del Puerto la descubrió el catedrático onubense «gracias a cruce de diferente documentación», en la que se indica que la cuñada de Colón explotaba unas tierras del Duque de Medina Sidonia. Logró identificar esas tierras no sin esfuerzo, ya que «los nombres de los lugares de referencia de esa finca han cambiado como cinco veces de nombre a lo largo de la historia y era muy complicado identificarlo», comenta.

Igualmente está documentado que Colón «también fue perseguido por la justicia portuguesa, posiblemente por estar vinculado a través de su esposa a esa familia». Cuando Colón en 1488 trata de regresar a Portugal solicita a la corona portuguesa un salvoconducto para no ser perseguido por la justicia. «Habría que plantearse ¿Colón se viene de Portugal sólo porque no habían aceptado su proyecto por parte de la corona o también porque es perseguido por la justicia?», reflexiona el investigador.

Añade que el propio médico de Palos, reconoce que estuvo reunido con el descubridor y los frailes de La Rábida y que les reconoció que «venía buscando a su cuñada, que lo esperaba al otro lado del río Tinto».

«Es decir que cuando alguien viene de otro país, con su hijo pequeño, lo normal es que vaya a donde previamente ya tiene familia. La inmigración se produce al llamar a otros familiares para que vengan a donde ellos ya se han establecido», explica González Cruz, para quien estos acontecimientos «explican la presencia de Colón en tierras de Huelva y la conexión con los marinos de la zona y los frailes de La Rábida».

También hace hincapié el experto en que hay que entender la geografía de la época y la conexión entre un lado y otro del río, entre todas las localidades próximas, se llevaba a cabo a través de «barcas del pasaje con las que había que pagar una tasa a los nobles que tenían la juridiscción señorial, ya fuera el duque de Medina Sidonia o los Portocarrero».

Las tierras explotadas por la cuñada de Colón se concedieron en 1484 para uso comunal a los vecinos de San Juan, pero este privilegio fue reducido a esta mujer. Se encuentran en la ribera del río Tinto, junto al estero de Juan de Coto, actualmente denominado arroyo de La Habana o de Los Prados, y contigua al sitio llamado Montecillo. Otro punto de apoyo fue el hallazgo de un molino mareal harinero y un embarcadero dedicado a la exportación de vinos.

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