El pequeño pueblo de Portugal que es igual que Santorini y está a menos de dos horas de Huelva
El encanto de la playa y las construcciones en torno a ella de esta pequeña población del Algarve la convierten en un destino muy atractivo
Las ocho playas «más espectaculares» de Portugal, según National Geographic
La pequeña playa de Portugal a solo dos horas de Huelva en la que puedes disfrutar de increíbles acantilados y aguas cristalinas
Las etiquetas y los sobrenombres de las poblaciones sirven para proyectar una idea previa de un lugar antes de llegar al destino. Una vez allí se comprueba si la comparación está a la altura de la realidad o no. En Portugal, a menos de 2 horas y 200 kilómetros de Huelva, hay un enclave que llama mucho la atención por su parecido con la famosa isla griega de Santorini.
Se trata de Burgau, población pesquera con mucho encanto, que pertenece al municipio de Vila do Bispo, en el Algarve portugués. De hecho es la playa que marca el límite con el Parque Natural del Suroeste Alentejano y la Costa Vicentina.
Viajes National Geographic no ha dudado en establecer la comparación con Santorini. «Con su intenso sabor marinero y un color blanco reluciente solo roto por fachadas de vivo color, Burgau hace rápidamente pensar en una isla griega como la encalada Santorini, de la que a menudo recibe su sobrenombre«, dice la publicación especializada.
Un enclave con encanto
Burgau tiene su origen en una pequeña aldea de pescadores del siglo XVI y actualmente viven aquí unas 500 personas. Está rodeada por unos acantilados donde se haya una fortificación del siglo XVII y las ruinas de una torre del siglo XVI. Esta protección propicia unas aguas calmas la mayor parte del año, al resguardo de los vientos predominantes.
Desde las laderas de estas ondulaciones hacia la orilla, se esparcen apiñadas construcciones con mucho encanto, casas encaladas, pero también de colores vivos, sobre las que se derraman llamativas buganvillas. Hay hoteles, restaurantes con buen pescado y constantes miradores hacia el mar y la playa de arena clara a la que baña.
Burgau es un lugar ideal para dedicarse a la vida contemplativa y ver salir y llegar las embarcaciones de pesca por una rampa de lajas de piedra calcárea. Ver faenar a los pescadores, detenerse en la belleza natural del entorno, con su luz y sus colores, impregnarse de la fuerte identidad de sus pobladores y disfrutar de su gastronomía -guisos marineros, pulpo y pescados a la parrilla- son tareas placenteras de un rincón con buena accesibilidad a su playa y cómodo aparcamiento.
Playa con bandera azul
La playa cuenta con unos 350 metros de largo por 30 de ancho. Está vigilada regularmente por la autoridad marítima y también cuenta con socorristas. La temperatura media en verano de sus aguas es de 22 grados y cuenta con el certificado de calidad de la bandera azul.
Frente a rincones más conocidos en el Algarve como Tavira, Silves, Olhao, Sagres o Lagos, entre otros, Burgau se revela como un secreto que está comenzando a desvelarse y ser apreciado.
