INVISIBLE, PERIODISMO VISIBLE
Periodismo en Oriente ante el viaje de los Reyes Magos
Para llegar a Belén realizaron un trayecto de 2.000 kilómetros que si deciden repetir tendrán que hacerlo con chalecos antibalas
El cambio climático mata, el negacionismo y los bulos también
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Estos días, entre polvorones, luces y villancicos he leído varias entrevistas a Oriana Fallaci (Florencia, 1929-2006), una de las reporteras más importantes del siglo XX, que revolucionó el modo de ejercer un periodismo con una fuerte carga de activismo feminista y de defensa de los derechos humanos, y que enseñó a la profesión que siempre hay que colocarse frente al poder y jamás a su lado. A ella se le atribuye la frase «la esperanza es la fuerza más poderosa que tenemos». Seguramente, este es el sentimiento más generalizado entre la ciudadanía Siria tras la caída del cruel dictador Bashar al-Assad. Cincuenta años de un control férreo en el que la familia Al Asad no ha tenido reparos en llevar a la extenuación al pueblo sirio. Su caída, como indica el Real Instituto Elcano, mueve el tablero geopolítico de Medio Oriente y pone a Siria en una dirección nueva, pero también incierta.
Oriana Fallaci logró entrevistar al líder palestino Yasser Arafat en 1972. Algunas crónicas del encuentro dicen que Fallaci se enfrentó con quien lideraba desde 1967 la poderosa Organización para la Liberación de Palestina (OLP) por sus acciones violentas. La propia periodista en su libro 'Entrevistas con la Historia' (2018) recoge que le dijo a Arafat: «en conclusión, ustedes no quieren la paz que todos están esperando». Y que el entrevistado le contestó: «no. Nosotros no queremos paz. Nosotros queremos guerra, victoria. La paz para nosotros significa la destrucción de Israel y nada más«.
Recordemos que, en 1994, Yasser Arafat, junto con Shimon Peres, ministro de Asuntos Exteriores de Israel, e Isaac Rabin, primer ministro Israel, recibió el Premio Nobel de la Paz «por sus esfuerzos para alcanzar la paz en Oriente Próximo». ¿Qué quedó de este empeño? Si se lee el informe sobre la Clasificación de la Libertad de Prensa en el Mundo de 2024 que publica Reporteros Sin Fronteras (RSF) encontraremos la afirmación que la guerra en Gaza: ha supuesto un número sin precedentes de ataques contra periodistas y medios desde octubre de 2023: más de 100 reporteros palestinos han sido asesinados por el ejército israelí, de los cuales al menos 22 se encontraban en el ejercicio de sus funciones.
Según RSF, Palestina, bajo las bombas de Israel, se ha convertido en uno de los diez peores países del mundo en término de seguridad para los periodistas. Por su parte, la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras recuerda que desde que comenzó la guerra en Gaza en octubre de 2023, Hezbolá y las fuerzas israelíes han estado intercambiando disparos en la frontera entre el sur de Líbano y el norte de Israel.
La violencia que aumentó drásticamente cuando Israel lanzó explosiones coordinadas de buscapersonas y walkie-talkies en Beirut y otras partes de Líbano los días 18 y 19 de septiembre de 2024, antes de lanzar un asalto militar a gran escala el 23 de septiembre. Desde octubre de 2023 hasta la fecha, 3.200 personas han muerto en Líbano y 14.000 han resultado heridas (según el Ministerio de Salud Pública libanés).
Hoy (26 de diciembre de 2024) mientras termino de escribir esta crónica saltan las alertas de Google con las noticias que Israel ha bombardeado la costa oeste y zonas del interior de Yemen. Algunas agencias internacionales hablan de al menos 6 muertos y cuarenta heridos. Otros medios nacionales repiten el comunicado del Ministerio de Defensa de Israel en el justifica su ataque en respuesta a los misiles balísticos recibidos en suelo israelí por los rebeldes hutíes. Y pienso en estas fechas, y en los mensajes de fraternidad y paz que nos compartimos en los distintos grupos de Whatsapp. Y me acuerdo que algunos historiadores sostenían la hipótesis de que el viaje que emprendieron Melchor, Gaspar y Baltasar para llegar a Belén fue partiendo de Persépolis, hoy Irán, cruzando Irak, Siria, Líbano y Palestina. Un trayecto de 2.000 kilómetros que si los Reyes Magos deciden repetir, tendrán que hacerlo con chalecos antibalas. Tendrán que sustituir el oro, el incienso y la mirra por acuerdos que permitan los corredores humanitarios.
Y, seguro, porque siempre están, estarán acompañados por periodistas y gráficos. Empotrados, como ya lo hicieron en la Guerra del Golfo los periodistas Mercedes Gallego (quien cuenta esta experiencia en el libro 'Más allá de la batalla') y Julio Anguita Parrado (quien, recordemos, murió al ser alcanzado por un misil iraquí en 2003), o como enviado especial o freelance como fueron los casos del periodista Javier Espinosa y el fotoperiodista Ricardo García (ambos estuvieron secuestrados ocho meses por el Estado Islámico en 2013. Experiencia que también vivieron los periodistas Antonio Pampliega, José Manuel López y Ángel Sastre en 2015).
Aún así no dejen de pedir en sus cartas a los Reyes Magos la Paz en el mundo. ¡Falta hace! Y añadan hacerse socio del medio que más les guste e incorporen a la lista de regalo un libro de cualquiera de estos profesionales que cumplen la máxima de ponerse frente a poderosos.
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