invisible, periodismo visible

El periodismo tiene futuro

Imaginemos que una futura estudiante me preguntara por esta profesión. Le diría que es una profesión de futuro, y, espero, que también con futuro

Dos estudiantes H24

Óscar Toro

Huelva

Ramón Lobo, uno de los grandes periodistas internacionales, falleció el 2 de agosto de este año. En la presentación de su libro 'El día que murió Kapuscinski,' en el que repasa 30 años de conflictos bélicos sobre la base de su experiencia como reportero de guerra para el diario el País, en abril del 2020 en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense (Madrid), afirmó con rotundidad que «el periodismo me ha permitido conocer la parte rota del mundo».

En este mes de septiembre las aulas de las distintas facultades de comunicación se llenarán de estudiantes con deseos de ser periodistas. La Asociación de la Prensa de Madrid calculó que, desde que se creó la primera licenciatura de Periodismo en 1974, se han matriculado más de 70.000 periodistas en España, pese a que la cifra de contratados ronda siempre los 10.000.

Imaginemos que una futura estudiante, que llamaré Luna (recordando al ilustre periodista onubense Jesús Hermida, que narró en directo para TVE la llegada a la Luna en 1969 de los tripulantes del Apolo 11) me preguntara por esta profesión. Le diría que es una profesión de futuro, y, espero, que también con futuro.

Una estudiante H24

Le insistiría que buscara a sus referentes, por ejemplo, a Lobo, si le interesa la información internacional que hace visible a los invisibles y que muestra la parte rota y doliente de un mundo claramente injusto. Le diría que las redacciones en las que trabajará no se parecerán en casi nada en la que trabajó Lobo. Que posiblemente, al igual que a Ramón, que cubrió con maestría las guerras de Bosnia y Chechenia, e informó con humanidad sobre el genocidio de Ruanda no sean suficiente para el medio (en el que trabajó durante 20 años) y en un ajuste, sin importar la madurez profesional y vital, se vea en la calle. Así de injusta pueda ser las empresas de esta profesión.

«Ramón Lobo no dejó nunca de ser periodista, ni siquiera cuando escribía un tuit, o publicaba un libro»

Sin embargo, también le recordaría que Ramón Lobo no dejó nunca de ser periodista, ni siquiera cuando escribía un tuit, o publicaba un libro, evidenciando que es esta una profesión de vocación.

También le diría a Luna que el periodismo ha dejado de estar exclusivamente en las redacciones de los medios más tradicionales. Que mire, por ejemplo, el trabajo periodístico que vienen realizando la Fundación Civio para fiscalizar a los poderes públicos. Una entidad sin ánimo de lucro que entiende y practica el periodismo como ejercicio de servicio público.

Le animaría, igualmente, qué si quiere especializarse, por ejemplo, en migraciones (desafío y drama por parte iguales en este siglo XXI) no deje de conectarse con la Fundación Por Causa. Una entidad, dirigida por Lucila Rodríguez-Alarcón (quien en su momento fue responsable de comunicación de la ong Intermon Oxfam) y en cuyo patronato están reconocidos profesionales como David Jiménez, Iñaki Gabilondo, Gumersindo Lafuente y Soledad Gallego-Díaz, entre otros, que combate los discursos del odio a través de la investigación periodística y generando nuevas narrativas que permiten reconectarse con el público o la audiencia (personalmente me gusta más hablar de comunidad) con información de calidad.

Red internacional de periodistas

También le animaría a que entre y que se dé de alta en la web de la Red Internacional de Periodistas. Un espacio que te brinda artículos que reflexionan o comparten los cambios, retos y desafíos de una profesión que vive en la incertidumbre y en una evolución constante. Permitiéndote tener una mirada curiosa y global del periodismo que ocurre aquí y otros rincones del mundo. Esta Red además ofrece cursos, convocatorias a las que poder postularte con un proyecto periodístico, así como kits de herramientas para distintos escenarios informativos.

Seguramente le animaría a que viaje, pero sin dejar de estar, ni mirar lo que ocurre en su entorno más inmediato. Le insistiría que el periodismo se hace en la calle. Y si no que atienda la experiencia del diario digital MyLondon, especialmente su propuesta London365. Un microsite en los que los reporteros del diario reportajean cada día a lo largo de un año un rincón, un barrio del Londres que históricamente ha ocupado poco espacio en los medios. Se trata de mostrar al vecindario sus problemas con la finalidad de mejorar sus vidas. Por ejemplo, algo cotidiano como no tener una estación de metros cerca, se convierte en una noticia que ayuda entender las desigualdades.

Me atrevería a decirle que si ella tiene un futuro por delante, el periodismo, su periodismo, también

Por último, me atrevería a decirle que si ella tiene un futuro por delante, el periodismo, su periodismo, también. ¡Feliz curso!

No dejen de ver la película 'La corresponsal' (2018) sobre el trabajo de la periodista Marie Colvin.

INvisible, periodismo visible

INvisible, periodismo visible que transforma el mundo quiere ayudarnos a entender el momento actual a través de iniciativas y propuestas periodísticas que recuperan la esencia de esta profesión de contar historias para transformar realidades.

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