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¿De dónde la legitimidad?
Los que quieren el cambio del sistema para devolver a España la auténtica democracia, superando la partitocracia, los privilegios de la ley electoral y los de algunos territorios, han de llegar a acuerdos de acercamiento
El poder socialcomunista y sus aliados, cambia leyes para salvar a los políticos delincuentes y desprotegernos a todos. Ningún gobierno que haga esto tiene autoridad moral. Cuando se pasan los límites constitucionales y legales, buscando subterfugios en los que esconder las fechorías de políticos corruptos y delincuentes condenados en firme, la preeminencia de la Ley ha caído y quien lo ha llevado a cabo, carece de legitimidad.
¿Debe un gobierno marcado por el desmontaje del Estado de Derecho, por la perversión de las leyes y que permite, y hasta fomenta, la invasión híbrida de nuestro territorio, permanecer en el poder? Mi opinión es que no. Sé que no soy politólogo, pero he dedicado años de mi vida al análisis político y, si no he seguido con más ascendencia en ello, es porque no permití que se quisieran aprovechar de mí y porque a algunos convino que así fuera. No obstante, seguiré manifestándome con libertad.
Todos conocemos cómo se formó este gobierno y muchos muestran sospechas sobre el resultado «real» de las elecciones que debería haber dado la mayoría absoluta a la derecha del sistema, PP, junto a la derecha más alternativa representada entonces por Vox. Al menos, ese era el resultado de las encuestas más o menos manipuladas por los medios afines al régimen de Sánchez.
Es verdad que los conservadores populares ganaron los comicios, pero no con mayoría suficiente para gobernar con Vox. Pedro Sánchez no pareció sorprendido por el resultado, y poco tardaron en mandar a su vicepresidenta comunista a hablar con el prófugo Puigdemont, humillando de esa manera a todos los españoles. Parece como si todo hubiera estado ya preparado para la negociación, porque podría desprenderse, presuntamente, que se conociera el resultado de los comicios antes de haberse celebrado. Naturalmente, solo se puede conjeturar, dado que nada se ha probado pero, en ninguno de los aspectos mencionados hay legitimidad, por mucho que la suma del supuesto resultado diera para la formación de un gobierno con tintes claramente bolivarianos y dispuesto a hacer reformas espurias para saltarse el Imperio de la Ley.
La oposición verdadera tiene que nacer de la resistencia a las leyes injustas que desprecian al conjunto de españoles
La oposición verdadera tiene que nacer de la resistencia a las leyes injustas que santifican a los políticos socialcomunistas, a los golpistas catalanes, que apoyan a los etarras y desprecian al conjunto de españoles, aunque se tenga que acoger a dichas leyes para después derogarlas. La oposición cierta tiene que estar llamada al cambio radical del sistema y, a igualar o superar al PP en número de votos y escaños, para hacer posible la transformación de toda la política española en un gobierno mayoritario en la cámara y paritario en su conformación partidista. Para ello, los que quieren el cambio del sistema para devolver a España la auténtica democracia, superando la partitocracia, los privilegios de la ley electoral y los de algunos territorios, han de llegar a acuerdos de acercamiento.
España tiene el enemigo dentro, y no solo lo digo por la invasión islámica. Hay elementos muy peligrosos dentro de la propia Administración. Ninguna institución del Estado nos defiende y la Constitución se ha convertido en papel mojado. Los españoles de Cataluña han sido traicionados y abandonados por el gobierno central, así como Canarias, que está sufriendo en carne propia el desastre de la política migratoria del frentepopulismo central.
La estrategia socialista es dudosamente ética y moral. Además, el socialismo «real» precisa del terror, como bien comprendió Lenin, Stalin, etc. Es lo que Marx llamaba «dictadura del proletariado». El socialismo es imposible en libertad y esa es la razón por la que el presidente del Consejo de Ministros calla ante la dictadura de Maduro. Todos sabemos que la
El socialismo es imposible en libertad y esa es la razón por la que el presidente del Consejo de Ministros calla ante la dictadura de Maduro.
política migratoria del ejecutivo socialcomunista puede traer conflicto social antes o después. ¿Por qué y para qué esa insistencia en seguir trayendo migrantes cuando estamos más que desbordados? ¿Se busca algún tipo de desorden social que justifique medidas gubernamentales indeseables que afiancen artificialmente el poder socialista?
¿Con qué objeto, Sánchez y su gobierno, dan la impresión de querer acabar con España tal y como la conocemos? Y, ¿por qué los españoles no son capaces de reaccionar? No hablo del PP, que no aparenta estar muy entusiasmado, sino de la sociedad civil liderada por quien tenga que hacerlo. Sabemos que el monarca no tiene esa capacidad legal ni muestra descontento personal, así que habrá de ser alguien desde fuera del sistema y, además, tiene que suceder pronto. La Constitución tiene resortes que
¿Se busca algún tipo de desorden social que justifique medidas gubernamentales indeseables que afiancen artificialmente el poder socialista?
nadie pone en marcha pero, quizás, tampoco haría falta que nadie lo haga. La integridad territorial está en peligro y las fronteras son continuamente violadas, mientras el ejecutivo se retira del respeto a las leyes y a la Constitución. ¿Entonces? Algún ciudadano tiene que hacer algo. La ciudadanía duerme y otros callan con complicidad. ¿Qué va a suceder? La ilegitimidad legítima a los ciudadanos y a la Constitución y si no hay pronto elecciones generales con absoluta garantía de resultados fiables, habrá que tomar medidas contundentes y creíbles dentro del respeto a leyes justas.
