La que le habría caído a Pavón con este sopor
El Ayuntamiento de Huelva nos engañó este verano y el Consejo de Administración, que bastante tiene con la que le ha caído encima, fue cómplice de esas mentiras. En cuanto a Eurosamop, trajo una excelente plantilla de futbolistas para Segunda B, pero al Decano le falta un futbolista que organice su fútbol en el centro del campo y muy posiblemente también un entrenador más capacitado, y es que después de nueve jornadas el Recre no sólo no acaba de arrancar sino que se deja dominar en todo un Nuevo Colombino por un CD El Ejido que mereció ganar.
A Javier Casquero se le está poniendo cada vez más cara de Sergi Barjuan. Aunque en las ruedas de prensa todavía no ha perdido tanto los nervios como sí que le sucedió en alguna ocasión al catalán, en sus planteamientos sí que está dando demasiados bandazos y nos tiene a todos bastante mareados. No sabemos a qué juega este Decano, que en resultados medianamente está todavía vivo porque queda un mundo por delante y está muy cerca de los puestos nobles, pero que en cuanto a sensaciones la verdad es que está muy pero que muy lejos de lo que se esperaba. Lógicamente no toda la culpa es del cuerpo técnico y hay que exigirle bastante más a los futbolistas, pero piensen ustedes la que le habría caído a Juan Manuel Pavón si con la plantilla que tiene Casquero el equipo albiazul estuviera ofreciendo la actual decepcionante imagen.
El onubense dudaba horrores a la hora de hacer un cambio y lo consultaba en exceso con todos sus compañeros, pero tenía lo justito tanto para componer un decente once inicial como para mirar a su banquillo. Casquero tiene lo mejor de la categoría (ahí querría yo ver al onubense) y no está sabiendo encajar las piezas de su puzzle, como tampoco ganar partidos con los cambios en las segundas partes. Ya todos sus futbolistas han tenido opciones de jugar, pero ni hay once tipo (que es lo deseable en cualquier conjunto por mucho que se hable de lo positivo que es tener un buen fondo de armario), ni una identidad futbolística definida. No se puede jugar siempre en función del rival. Ante el CD El Ejido, un rival de la zona media-baja, Casquero prefirió verlas venir y tratar de sorprender a los almerienses al contragolpe, algo que me parece muy triste comparando ambas plantillas y teniendo en cuenta que en la grada había más de diez mil aficionados apoyando al Recre. El Decano debe dejar de pensar en pequeñito esta temporada y tiene que salir a ganar todos los partidos desde el minuto inicial.
Mal asunto dejar al pichichi de la pasada temporada, Antonio Domínguez, en la grada, cuando Lazo y Santi Luque están como un flan y les está pudiendo la presión y la ansiedad. Mal asunto jugar en el Nuevo Colombino con un doble pivote de corte defensivo dejando a Rafa de Vicente en la grada. Mal asunto dejar en el campo en el descanso a una vaca sagrada como Jonathan Vila, no teniendo personalidad para dejarlo en el banquillo y en lugar de eso sacar del campo a Traoré, que estaba siendo de largo de los más entonados hasta ese momento. Mal asunto que jugadores como Iván Malón o Gorka Santamaría pasen a ser suplentes cuando vienen a marcar diferencias y una vez que empiezan a tener minutos y a coger ritmo y confianza dejan de jugar. Mal asunto que ahora el Decano tenga que medirse a gallitos como el Melilla, el UCAM Murcia o el Mérida con la moral tan baja. Mal asunto que este fin de semana Boris Garrós sólo tocara el balón tres o cuatro veces, además de que el equipo onubense no tuvo ni una ocasión clara. Mal asunto que, aunque el Recre, sólo ha perdido un partido, únicamente también ha ganado dos, y con bastante sufrimiento, además de que le han señalado ya tres penaltis. Por ahora la afición está muy por encima del equipo, y sin encadenar un par de partidos convincentes, saldados con triunfo este Decano nos volverá a aburrir como en los últimos ejercicios.
La grada continúa muy tranquila. Yo no sé si eso es o no buen síntoma. Por un lado, demuestra que sigue habiendo confianza en el proyecto y que con paciencia y tranquilidad confían en que el equipo mejorará y llegarán los buenos resultados. Pero por un lado también es una actitud un poco conformista porque este año sí que hay plantilla para exigirle otras cosas a este Recre. El equipo albiazul es demasiado intermitente. Está partido en dos y el centro del campo no acaba de hilvanar un fútbol combinativo con regularidad. A veces le han salvado chispazos individuales, pero casi nunca está siendo dominador del tiempo de los partidos. Casquero lógicamente no está en la cuerda floja porque, aunque no le convenza a los miembros de la dirección deportiva y de la junta directiva. Aquí el que manda esta campaña es Juanma López y ya tiene que ir el Decano en puestos de descenso para que se planteé su salida. Tiene un crédito casi ilimitado, y es que en condiciones normales, y por mucho que el Recre haya encadenado ocho jornadas seguidas sin perder (algo que tiene su mérito), el aburrido fútbol de los albiazules estaría provocando que su míster estuviera ya cuestionado.
Van a ser las siguientes semanas importantes en lo deportivo. El equipo necesita buenos resultados y mejores prestaciones futbolísticas para no alejarse del tren de cabeza. Y en lo institucional se antoja que en noviembre, y con el cobro de los abonos, podría llegar ya el ansiado acuerdo con Hacienda. Tampoco es seguro, no se crean. Yo ya no me fío de nada ni de nadie en este club tan oscurantista y veleta. Este próximo año aún no habrá elecciones, así que Gabriel Cruz andará aún tranquilo tanto con la grave crisis económica de la entidad albiazul como con el gris rendimiento deportivo del Decano. Por ahora, nos guste o no, estamos a expensas de que Juanma López no se aburra con su nuevo juguete. Claro que se juega dinero, pero apenas arriesga si las cosas vienen mal dadas. Y si me equivoco con esta afirmación, que los políticos se dejen ya de jugar al gato y al ratón con la ciudadanía y enseñen el contrato con Eurosamop para ver si esta gente de Madrid sólo viene aquí a hacer un experimiento o de verdad se está jugando sus cuartos. Mientras tanto nos queda especular. Maldita cláusula de confidencialidad.