La DGT advierte: estas son las enfermedades que no permiten obtener ni renovar el carnet de conducir
Hay establecido un listado de dolencias que resultan incompatibles con la conducción
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Por lo general, al poco de cumplir los 18 años, muchas personas se animan a sacarse el carnet de conducir. Y es que no son pocas las ventajas que ofrece este permiso, de ahí el interés por disponer de él cuanto antes: libertad de movilidad, acceso a empleos, seguridad en la carretera... En definitiva, el carnet de conducir ofrece a millones de personas en nuestro país un extra de autonomía y responsabilidad.
Ahora bien, en su empeño por mantener la seguridad en las carreteras, a principios del pasado mes de febrero la Dirección General de Tráfico (DGT) actualizó los plazos para renovar el permiso de conducir, según la edad de cada conductor. Junto a ello, con el mismo propósito, el organismo también ha señalado una serie de enfermedades que podrían impedir la obtención o la renovación del permiso de circulación.
Enfermedades que no permiten obtener ni renovar el carnet de conducir, según la DGT
Obtener del carnet de conducir no implica únicamente aprobar el examen teórico y, posteriormente, el práctico. El proceso incluye también pasar un psicotécnico que consiste en unas preguntas sencillas y generales sobre la salud del conductor, un test psicomotriz para evaluar lo reflejos y un examen oftalmológico. De esta forma, la DGT se asegura de que quien conduce un vehículo se encuentre en un estado de salud óptimo y no cuente con una enfermedad que le afecte a la hora de ir al volante. No solo deben someterse a estas pruebas los conductores noveles, sino también aquellos que quieran renovar el permiso de conducir, debiendo estos acudir a un Centro de Reconocimiento de Conductores homologado. Ahora bien, el organismo señala algunas enfermedades como incompatibles tanto para obtener el carnet como para renovarlo.
Estas son las enfermedades que no permiten obtener ni renovar el carnet de conducir
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Enfermedades vasculares: disección (durante los seis primeros meses desde la operación) o aneurisma de grandes vasos (si hay peligro de rotura de vasos sanguíneos).
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Enfermedades cardiacas: arritmias, portadores de marcapasos, prótesis valvulares cardiacas, intervenidos de un cirugía de revascularización cardiaca (durante el primer mes desde la operación) o infarto agudo de miocardio (durante los tres primeros meses).
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Enfermedades psiquiátricas: delirium, demencias y trastornos de ansiedad, trastornos catatónicos, trastornos de la personalidad, ansiedad y depresión, trastorno del sueño, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno del desarrollo intelectual, TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad), abuso y dependencia del alcohol, abuso y dependencia de drogas...
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Enfermedades neurológicas: accidente isquémico transitorio, crisis o pérdida de conciencia, epilepsia...
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Enfermedades endocrinas: hipotiroidismo y paratiroides, diabetes mellitus insulinodependiente...
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Enfermedades digestivas: trasplante renal (con problemas derivados y/ informes desfavorable de un nefrólogo) o nefropatía con diálisis (con informes desfavorable de un nefrólogo).
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Enfermedades respiratorias: apnea del sueño, disnea permanente en reposo o de esfuerzo leve.
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Enfermedades oncológicas: trastornos oncohemáticos con alteraciones graves o dolencias oncológicas.
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Enfermedades crónicas y degenerativas: alzhéimer, esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, temblor esencial, esclerosis múltiple, distrofia muscular, osteoporosis, Parkinson, artritis reumatoide...
De primeras, quienes sufran enfermedades como las señaladas en el listado precedente no podrían obtener ni renovar el permiso de conducir, ya que esas dolencias pueden afectar a la conducción. Ahora bien, todo depende de los informes médicos de los que dispongan los conductores, ya que en caso de ser favorables habría que atenerse a unas pautas determinadas.