Huelva solidaria
Más juego y más escucha: las claves para proteger la infancia en Huelva
El pasado jueves se reunió en Huelva un panel de expertos con el objetivo de analizar el recorrido y los pasos que aún quedan por dar para salvaguardar la infancia
En febrero de 2024, el Comité Español de UNICEF otorgó a Huelva el título oficial de ‘Ciudad Amiga de la Infancia’ por destacar su compromiso para la defensa de los derechos de los niños, niñas y adolescentes de la ciudad de acuerdo a los criterios establecidos por la Convención sobre los Derechos del Niño y la Niña de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Este es uno de los frutos que ha recogido la ciudad después de numerosos años trabajando por la infancia. Con el objetivo de analizar el recorrido y los pasos que aún quedan por dar en ese sentido, el pasado jueves se reunieron en Huelva un panel de expertos para debatir sobre el tema. La mesa redonda estuvo compuesta por Mirian Mateos, delegada en Andalucía y Ceuta de Fundación “la Caixa”; José Manuel Moreno, concejal de Servicios Sociales, Familias y Accesibilidad del Ayuntamiento de Huelva; Paco Mora, director general de Infancia, Adolescencia y Juventud de la Junta de Andalucía, y Manuela Pérez, alcaldesa infantil de Huelva.
El debate arrancó poniendo encima de la mesa las estrategias para defender la infancia que se desarrollan en Huelva, tanto desde el ámbito social como institucional. «Nosotros siempre decimos que Fundación “la Caixa” no llega a una ciudad sin la ayuda de instituciones públicas, y eso hicimos en 2023 con la introducción en Huelva del programa CaixaProinfancia a través del cual atendemos a 45 familias de la ciudad», explicó Mirian Mateos. La red de entidades CaixaProinfancia de Huelva está compuesta por cuatro entidades sociales: Valdocco como coordinadora y Asociación olotense contra la droga, Marcelino Champagnat y Fundación Don Bosco, como prestadoras. La cartera de servicios del programa incluye refuerzo educativo, equipamiento escolar, actividades extraescolares, atención psicosocial y terapéutica, talleres educativos para familias y atención a las necesidades básicas. En toda España, el año pasado, CaixaProinfancia atendió a más de 65.000 niños, niñas y adolescentes.
Por parte del ámbito más institucional, José Manuel Moreno explicó que las medidas que está tomando el Ayuntamiento para proteger la infancia en Huelva se centran en la colaboración con entidades sociales, como Valdocco. «Me gustaría destacar el III Plan de Huelva por la Infancia, donde se plantean 76 objetivos y se establecen cerca de 81 medidas que surgen del consenso tanto de los técnicos y técnicas de los servicios sociales como desde el propio consejo municipal de la infancia del Ayuntamiento de Huelva», señaló. En concreto, algunas de las actividades que han planteado últimamente de la mano del consejo infantil de Huelva es cómo celebrar una fiesta de fin de curso sin la necesidad de consumir alcohol. «Esa es un poco la idea, que trabajemos de la mano todos juntos, que escuchemos a la infancia y tratemos de dar herramientas y pragmática a sus necesidades e ideas», añadió.
«Nosotros estamos inmersos en la aprobación del III Plan de la Infancia y Adolescencia de la Junta de Andalucía. Uno de los mayores hitos que hemos conseguido es que participen todas las conserjerías, porque los niños necesitan de todos», coincidió Paco Mora. El objetivo de este plan es concienciar sobre que la infancia es una cuestión social y no sólo de las familias o los centros educativos. Para identificar todas las medidas a poner en marcha en favor de la infancia en el marco de este programa, se ha hecho especialmente hincapié en escuchar a los niños e identificar cuáles son sus necesidades.
Precisamente Huelva cuenta con una figura de autoridad en este sentido. Se trata de Manuela Pérez, alcaldesa infantil de la ciudad, que salió elegida el pasado febrero de entre una cuarentena de niños de once años de diferentes colegios de Huelva. «Yo creo que los niños somos escuchados, igual que nosotros escuchamos a las autoridades», señaló durante el debate. Sin embargo, Manuela Pérez explicó que no todos los niños conocen cuáles son sus derechos. Según la alcaldesa infantil, una de las soluciones sería «difundirlo en los colegios, en los medios de comunicación, o en casa. No podemos estar todo el día viendo los dibujos, tenemos que enterarnos también de otras cosas como esta», recalcó.
En el Ayuntamiento existen varias vías mediante desde las que intervienen, como por ejemplo los encuentros con las familias, la colaboración estrecha con la FAMPA y lanzamiento de campañas de concienciación contando con los propios niños o los ciudadanos.
Sentirse escuchados
Durante la charla, todos los ponentes estuvieron de acuerdo en la importancia de la labor que tienen los centros educativos y las familias a la hora de formar a los niños. «Los padres no saben que en Huelva existe un consejo infantil, y en los colegios tampoco se sabe», sostuvo Manuela Pérez.
«Es distinto escucharlos a que se sientan escuchados. Para hablar con ellos te tienes que poner de rodillas y mirarlos a los ojos, porque si no lo demás viene condicionado por mensajes que damos los adultos», agregó Paco Mora.
En el mismo sentido, José Manuel Moreno añadía que «envejecer el es arte o el defecto de alejarse de la verdad. Al menos de la verdad directa. Dar voz a los niños, escucharlos, empatizar y saber valorar sus opiniones como válidas y legítimas es imprescindible para dar la mejor respuesta a la infancia. Por eso el concejo infantil y la figura de la alcaldesa, elegida democráticamente, no sólo enriquece a la propia corporación municipal, sino que se ve traducido en acciones concretas con fines concretos y resultados medibles».
Uno de los objetivos del director general de Infancia, Adolescencia y Juventud de la Junta de Andalucía es crear un espacio seguro para los niños. Dentro de ese espacio, la alcaldesa infantil de Huelva no duda en reivindicar la importancia del juego para los niños: «en el colegio sólo nos dejan jugar en el recreo, y yo tengo muchos compañeros que se aburren en las clases».
«Hay que darles alternativas, los niños se tienen que aburrir, pero los adultos les tenemos que dar alternativas no sólo en el ámbito educativo, sino también desde el ámbito extraescolar», añade Mora. «Hay centros educativos que ya están analizando en cómo enseñar de otros modos con metodologías contrastadas que hay que poner en valor. Nosotros con el programa EduCaixa diseñamos una nueva oferta educativa para impulsar la transformación educativa y convertirnos en un agente activo del cambio de modelo educativo», coincidió Mateos. «No sé por qué somos tan reacios a estas cosas», confesó, por su parte, José Manuel Moreno.
Las nuevas tecnologías sobre la mesa
Otro de los ejes centrales del debate fue el uso de teléfonos móviles o dispositivos inteligente en la infancia, así como la importancia de poner límites a su uso por parte de los niños. «Un niño menor de 15 años no debería usar un smartphone, pero al final están en la calle y los padres a día de hoy vivimos con mayor ansiedad y responsabilidad aquellos momentos que la seguridad de nuestros hijos no depende de nosotros. Les damos el móvil pero en realidad también le ofrecemos una herramienta peligrosa que los aliena, limita el contacto social, su creatividad y les genera dependencia», expuso el concejal de Servicios Sociales, Familias y Accesibilidad.
Precisamente una de las últimas campañas que ha lanzado el Ayuntamiento de Huelva junto con el consejo de la Infancia es la cesión de móviles por parte de diferentes comercios de Huelva. Todos aquellos que forman parte del programa, llamado ‘Vecinos para Ayudarte’ cuentan con una pegatina en la puerta que los niños pueden identificar y pedir usar el teléfono en el caso de que lo necesiten.
José Manuel Moreno coincidió con ese argumento, aunque agregó que «la línea es muy fina. Una cosa es hacer uso de las nuevas tecnologías para estimular, y otra cosa es darles el móvil a los niños para que se entretengan». «Hace poco celebramos el treinta aniversario de una asociación contra el juego. Me asombró ver la cantidad de jóvenes veinteañeros que habían caído en la adicción al juego online. Me resulta inevitable pensar que esa adicción comenzó en la adolescencia cuando le entregamos su primer smartphone», añadió.
«Estamos trabajando mucho en este tema. Al final un niño de dos años no sabe quién es Pocoyo si sus padres no se lo ponen, así que el problema no lo tienen los niños, lo tienen los padres», añadió Paco Mora. El director general de la Infancia destacó el peligro que existe a la adicción a los móviles por parte de los niños y lo que se considera droga digital. «No todo es malo, pero hay que usarlo como lo que son: herramientas. Para educar hace falta límites, pero en la sociedad en la que vivimos eso está muy mal visto», sostuvo.
La clave, concluyeron, es acompañar a las familias. «Muchas veces los padres no son conscientes y la Administración Pública tiene que ayudar», expuso Mora. Manuela Pérez le dio la razón: «Igual que mis padres no me dan las llaves del coche, no me dan un móvil porque no consideran que sea el momento».
Las conclusiones del debate radicaron en tres ideas: ocio, tiempo libre y educación. Ocio como sinónimo de juego, tiempo libre más allá de las redes sociales y educación para construir un futuro. «Es lo más digno para un menor», expuso Mateos.
En ese sentido, Moreno explicó que gracias a la colaboración con la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Huelva ha puesto en marcha unos campamentos de verano que persigue conciliar la vida de los padres y niños durante la etapa estival con el objetivo de que haya tiempo para el ocio y educar en otro tipo de valores actuando sobre menores que en otras circunstancias hubieran estado abusando de las nuevas tecnologías en casa.
