sanidad

Así sufren los pacientes la falta de cirujanos vasculares en Huelva: «Me estuvieron mareando 13 horas y ni se saben el protocolo»

La familia de uno de esos pacientes describe a Huelva24 el peregrinaje que sufrieron hace sólo unos días para recibir una atención esencial, que ahora mismo se presta de manera precaria por falta de médicos y una unidad al borde del cierre

Primero le dijeron que se tenía que ir a Sevilla, después que se debía quedar en Huelva en una cama pero no se la dieron, y finalmente le querían enviar a Sevilla a las dos de la madrugada

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Carrera a contrarreloj del SAS para evitar dejar sin servicio a más de 6.500 pacientes del Juan Ramón Jiménez

La sala de espera del Hospital Juan Ramón Jiménez colapsada de pacientes el pasado martes f. m. p.
R. Ubric

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Hace unos días la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, Rocío Hernández, informó de que esta semana se iba a publicar una convocatoria de trabajo, abierta a médicos de toda España, para cubrir las bajas del servicio de Cirugía Vascular en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva. Se busca la llegada de entre uno a tres profesionales debido a que a día de hoy sólo hay una cirujana trabajando en dicha unidad tras haber causado baja los otros tres profesionales por problemas médicos como la depresión o porque han pedido el traslado a otro lugar.

Y mientras tanto, hay más de 6.500 pacientes onubenses en lista de espera que deben ser atendidos por una sola cirujana que además a mediados de este mes de marzo es posible que también se marche si le conceden una excedencia que ha solicitado. Al margen de las listas de espera, están las urgencias que surgen en el día a día con casos en ocasiones muy delicados y que requerirían de una actuación eficaz y rápida por parte de especialistas en la materia.

El SAS ha puesto en marcha un plan de contigencia mientras se cubren las bajas. Ahora mismo médicos de otras unidades están ayudando en el servicio de cirugía vascular si bien, mientras llegan nuevos profesionales, el protocolo del Servicio Andaluz de Salud (SAS) dictamina que la mayoría de los pacientes, sobre todo los más graves, deben marcharse a ser atendidos por el hospital de referencia, que es el Virgen del Rocío de Sevilla.

Un plan de contingencia que está generando mucha confusión entre los pacientes de Cirugía Vascular del Hospital Juan Ramón Jiménez y también entre los profesionales, que no se han aprendido todavía el protocolo, tal y como ha relatado una usuaria a Huelva24. Esta vecina ha descrito a este periódico la odisea que ha vivido su padre para poder ser atendido esta semana de una grave dolencia.

El paciente tiene 80 años y es dependiente total. En 2016 le amputaron una pierna tras sufrir una trombosis. El pasado martes sufrió un fuerte dolor en la otra extremidad, por lo que su hija lo trasladó en una ambulancia al Juan Ramón Jiménez desde la Residencia de Mayores de San Juan del Puerto en la que está internado.

«Llegamos a la una del mediodía. Aquello era criminal de gente que había en la sala de espera y al verlo vieron que tenía el pie pálido y frío y le dijeron que posiblemente tenía una isquemia. Con el antecedente de la otra pierna estaba claro que lo suyo se trataba de una urgencia. Le dijeron que ahí no tenían servicio de vascular y que se tenía que ir al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla del tirón. Allí lo que había era un médico residente y me lo organizó todo para que mi padre se fuera a Sevilla. Pero a las cuatro de la tarde me vino el de la ambulancia y me dijo que se acababa de suspender el traslado y que así no funcionaba el protocolo sino que primero le tenían que hacer unas pruebas aquí en Huelva«, comentaba F. M. P.

La pierna morada del padre de esta usuaria que se ha puesto en contacto con este periódico f. m. p.

Lo que sucedió a continuación sirve de ejemplo de cómo está funcionando el servicio de Cirugía Vascular del Juan Ramón Jiménez, sin apenas cirujanos, y que ha estado amenazado seriamente de cierre hasta que el SAS anunció una convocatoria urgente de cobertura de plazas. Un anuncio que llegaba después de la masiva concentración de protesta de más de 5.500 onubenses en las calles de la capital el pasado 20 de febrero.

«Le hicieron una analítica y le dijeron que se tenía que esperar allí en la sala sin comer pese a ser diabético y estar en la silla de ruedas con pañales. Estuvimos allí dos o tres horas y cuando preguntamos nos dijeron que habían llamado a Sevilla y que el cirujano vascular de allí les había dicho que no fuera y que las pruebas debían hacerse en el Juan Ramón Jiménez y después él valoraría si el paciente tenía que ir para Sevilla. Nos dijeron que le darían cama y que le harían allí mismo las pruebas. A las tres o cuatro horas preguntamos qué cuándo nos iban a dar la cama y nos dijeron que allí no se había cursado cama ninguna«, continuaba explicando indignada a este diario la hija del paciente.

Esta usuaria describe la descoordinación entre los profesionales que vivieron el pasado martes. «Ya eran las siete o las ocho de la tarde, vieron que tenía la pierna más oscura y decidieron sacarle sangre otra vez. A las diez de la noche preguntamos si teníamos que irnos, si nos quedábamos, si nos daban cama, si no nos la daban... y de repente vieron que tenía el pie más morado y dijeron que tenía que irse a Sevilla con carácter urgente. O sea, a la una de la tarde no era el tema urgente y a las diez de la noche ya no hacía falta que el de Sevilla diera el visto bueno. A las dos de la madrugada otra vez preguntamos qué iba a pasar con nosotros. Nos pusieron una ambulancia a esa hora para ir a Sevilla. A todo esto, a mí no me iban informando de nada y yo me iba enterando de las cosas por la celadora a la que le iba preguntando cuando la veía por el pasillo. Mi padre ya con la edad que tiene, sin haber comido nada en todo el día, ya rendido y con el dolor en el culo de estar todo el día en una silla de ruedas, dijo que ya no podía más, que no iba a Sevilla y que si le tenían que cortar la pierna que se la cortasen«.

Costeado por sus propios medios

La hija de este paciente tiene claro que los estuvieron «mareando» todo el día. Un día que acabó después de 13 horas de odisea y sin un final feliz: «Como mi padre se negó a ir a Sevilla, no le dieron cama en Huelva y le pidieron que solicitara el alta voluntaria. La pidió y a las dos y media de la madrugada nos pusieron en la calle, que estaba lloviendo, con la silla de ruedas y sin ambulancia para llevarnos a casa porque como solicitó el alta voluntaria no tenía derecho a nada. Menos mal que salió de trabajar mi marido y me ayudó a llevarlo otra vez a la residencia, donde llegó casi a las tres de la mañana y sin la silla de ruedas, que se quedó en el hospital».

Sobre las consecuencias de su caso, que es similar a otros que están ocurriendo en los últimas días en el Juan Ramón Jiménez con más pacientes de Cirugía Vascular, explicaba que «la enfermera y la psicóloga de la residencia convencieron a mi padre para que fuera a Sevilla y tres días después (este viernes) fue pero con medios propios. Yo estaba con guardias en mi trabajo de enfermera y ese estrés me ha afectado y he estado con jaqueca y diarrea. El taxi a Sevilla, adaptado para ir con silla de ruedas lo pagué yo, y también a una cuidadora porque no tuve fuerzas físicas para acompañar a mi padre. Fue con los informes del Juan Ramón Jiménez porque ellos cuando me los dieron me dijeron que aquí ya no le iban a hacer nada y que no hacía falta que fuera allí sino directamente al vascular de Sevilla».

Y por desgracia para ellos, la cosa no terminó ahí. «El viernes fuimos con el taxi a Sevilla a las 10.45 de la mañana y el vascular del Virgen del Rocío nos dijo que a mi padre no lo podían tratar allí y que se tenía que volver al Juan Ramón Jiménez porque era o solo tratamiento para el dolor o amputación, así que nos pusieron una ambulancia a las seis y media de la tarde. Pero estuvimos esperando en Urgencias del Juan Ramón hasta las tres de la mañana que lo ingresaron. Y a todo esto mi padre sufriendo en silla de ruedas y sin haber ni siquiera desayunado ese día por si le hacían algo. Creemos que a esto no hay derecho«.

Queja de reclamación

Esta usuaria puso una reclamación y asegura que no es la primera que ha recibido el hospital onubense. «Allí había más gente de vascular en el hospital que se estaba quejando. Lo que había era un médico residente, y si él no sabía solucionarlo llamaba a la adjunta, pero de cirugía vascular como tal no había ningún especialista. Yo al final puse una reclamación por la falta de humanidad y de comunicación porque allí nadie nos informaba de nada. Creo que todavía no tienen demasiado claro el protocolo que deben seguir a la hora de coordinarse entre Huelva y Sevilla y los que lo sufren son los pacientes», concluyó.

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