Sólo 23 minutos para enfrentarse a un desastre marítimo en la costa de Huelva
El buque de salvamento María Zambrano participa en alta mar en el simulacro del plan de lucha contra la contaminación marina con sustancias químicas, que parte del vertido ficticio de un buque en el muelle exterior
En los ejercicios han participado Capitanía Marítima, la Autoridad Portuaria, Salvamento Marítimo y la empresa Decal
Un vertido de fueloil debido a un fallo en la conexión del brazo de carga procedente de un buque petrolero en el puerto exterior del Puerto de Huelva activa el plan de emergencia previsto. Es el punto de partida del simulacro de un accidente que podría ocurrir en cualquier momento. La situación prevista en el plan de lucha contra la contaminación marina con sustancias químicas se origina en el atraque de la empresa Decal Sur y progresivamente va implicando a administraciones que están por encima. La empresa activa su Plan Interior Marítimo (PIM) y en función de las dimensiones del vertido le siguen sucesivamente en una reacción en cadena los PIM de la Autoridad Portuaria, Salvamento Maritímo y el Plan Nacional Marítimo.
En este último entra en acción el buque de salvamento remolcador María Zambrano, cuya misión es cercar con una barrera oceánica el vertido ficticio -una mancha de hidrocarburo que se extiende por alta mar- y retirarla para evitar que llegue a la playa de Mazagón.
Tres ensayos
Previamente se ha ensayado la primera respuesta al accidente por parte de la empresa Decal, que colocó un cordón con una barrera absorbente alrededor del barco con una cortina debajo, que se simula con un cabo con corcho. Además se coloca otra barrera de contención en tierra, en ángulo sobre la línea de costa y hacia un lado que crear una zona de sacrificio y que la contaminación quede aislada.
La respuesta del Puerto de Huelva consistió en una recogida dinámica a cargo de un barco que dispone en la proa de una estructura en forma de 'Y', que tiene al final un tanque de grandes dimensiones donde se deposita todo lo que el barco va capturando en su movimiento tras la mancha de hidrocarburo.
La barrera oceánica tiene 198 metros y está hecha de un material que soporta la abrasión de los hidrocarburos
El tercer ensayo supone intervenir en alta mar para neutralizar el vertido. De este modo, la embarcación María Zambrano desplegó la barrera oceánica a 2,6 millas de la recalada y más allá del núcleo de Mazagón. Este cerco tiene 198 metros y está hecho de un material que soporta la abrasión de los hidrocarburos. Está formado por tramos de cinco flotadores, que los operarios de la embarcación van llenando de aire en segundos y sellando cada compartimento con un disco que se fija con una llave. En un ejercicio perfecto de coordinación y ejecución se va desplegando la barrera a la vez que se va inflando con un compresor de mano y preparando para ser un auténtico muro en el mar. Un equipo, bien entrenado y con mucha práctica, de ocho personas en cubierta Invirtieron 23 minutos en el montaje del operativo y 17 en recogerlo.



Uno de los extremos de la barrera se engancha a la embarcación auxiliar Salvamar Alkaid, bastante más pequeña, que va moldeando la disposición de la línea que queda flotando en el mar. A continuación se pone en paralelo con el María Zambrano para formar una 'U' y posteriormente la rebasa para que la forma adoptada sea una 'J'.
A continuación, dentro de la barrera formada, que embolsa el vertido, una grúa coloca sobre la superficie del agua una rasera, una especie de aspiradora que lleva unos rodillos en forma de cepillo que atraen la sustancia a su boca, donde separa el agua del hidrocarburo y lo envía mediante una manguera a un tanque móvil fastamar, que cuenta con una capacidad para 10.000 litros.



Una vez retirado todo el combustible vertido se recoge con un motor la barrera, que la tripulación va orientando para que se enrolle bien, después de que desde el aire se confirme con una aeronave que no hay restos de contaminación.
Esta acción se trata de la parte en alta mar del simulacro organizado por la Capitanía Marítima de Huelva, dependiente de la Dirección General de la Marina Mercante, junto con la Autoridad Portuaria de Huelva en colaboración con Salvamento Marítimo y la empresa Decal, entre otros.
Una «magnífica cooperación»
El presidente del Puerto de Huelva, Alberto Santana, ha asegurado que el Puerto de Huelva «realiza habitualmente todo tipo de simulacros de incidentes en colaboración con otras administraciones con el objetivo de estar preparados ante cualquier situación de emergencia, que pueda ocurrir en nuestra zona de servicio y actuar de la forma más rápida posible para evitar posibles daños materiales, personales y medioambientales».
El capitán marítimo de Huelva, Alejandro Andray, ha destacado la importancia de trabajar de forma coordinada. Asimismo, ha señalado la «magnífica cooperación que existe entre instituciones, Capitanía y Puerto de Huelva, así como la empresa privada, para afrontar emergencias de este tipo».
Como «capas de cebolla»
Rafael Alfaro, coordinador de Seguridad Marítima de la Capitanía Marítima de Huelva, explica a Huelva24.com que ante una emergencia por contaminación hay un subsistema marítimo y otro terrestre, que entran en funcionamiento en el momento que el vertido afecta a un medio u otro, quedando el otro en premergencia.
Detalla que los diferentes protocolos de seguridad previstos se activan en el tiempo con un orden de menor a mayor tamaño del dispositivo, «a modo de capas de cebolla». Primero salta el más pequeño y después sucesivamente otros más grandes. En el marítimo la capa exterior la más grande, es el Plan Marítimo Nacional (PMN), que en función de la cantidad de contaminación puede ser de nivel 0, 1 o 2. «Esa diferencia de situación va a hacer que el responsable que lleve la dirección de la emergencia sea el capitán marítimo o el director general», indica.
«Un PIN dice los riesgos de contaminación que hay en un sitio y hay un esquema de actuaciones con unos protocolos»
Rafael Alfaro
Coordinador de Seguridad Marítima de la Capitanía Marítima de Huelva
Los ensayos de este martes en el Puerto de Huelva y su entorno se han puesto en una situación de nivel 1, por lo que es el capitán marítimo quien dirige la emergencia. Debajo de este PMN están los Planes Interiores Marítimos (PIM). «Un PIN dice los riesgos de contaminación que hay en un sitio y hay un esquema de actuaciones con unos protocolos sobre cómo atacar la mancha en función de las condiciones de viento y de marea, etc», expone Alfaro, que también comenta que se establecen cómo se van a hacer las comunicaciones y se fija una estructura, en la que hay un director de la emergencia, que es quien toma las decisiones, un coordinador de operaciones, que es quien está más sobre los operarios en acción y luego se hacen los grupos de respuesta, la parte más de ejecución directa.



«En este ejercicio está el PIM de la empresa Decal hay un momento no son capaces de afrontar la emergencia y entra el PIM superior, que es el del Puerto, llega un momento que tampoco es capaz de asumirlo y entra el PIN Nacional», ejemplifica Alfaro.
Cuando hay una emergencia hay una primera fase de alerta, en el subsistema marítimo, en la que se identifica lo que ha ocurrido, se declara la fase de emergencia y se activa una respuesta, que se encuadra en tres niveles. «En el 1 se responde con medios propios y la empresa es capaz de afrontar la emergencia. En el 2 necesita apoyo pero mantiene su capacidad de dirección y gestión, pero en la 3 ya no tiene capacidad de gestionar porque la situación se le va de las manos y es absorbido por los planes superiores», enumera el coordinador de Seguridad Marítima de la Capitanía Marítima de Huelva.
La importancia de la comunicación
En todos los PIM hay un protocolo de comunicación que implica siempre al Puerto de Huelva, Capitanía Marítima y Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía. Esta es la que está pendiente de la parte del subsistema terrestre. Si llega a tierra tiene que activar su plan de recogida, ya sea el plan local o del paraje natural, sobre el que está el Pecla (Plan de Emergencia ante el Riesgo de Contaminación del Litoral en Andalucía) y sobre él, el Plan Rivera (Plan Estratégico Nacional para la Protección de la Costa Española), que es de Costas, de la Dirección del Estado.
En el caso del simulacro, en el momento que Decal activa su emergencia se lo comunica al 112 y el resto de instancias se declaran en preemergencia. Esta cadena de comunicaciones se realiza siempre con centros con servicio 24 horas y comunicaciones grabadas. Así la comunicación a la Delegación del Gobierno Andaluz se realiza a través de 112, a la Capitanía Marítima se hace a través de Salvamento Marítimo y al Puerto de Huelva mediante el Centro de Control de Servicios Portuarios.
«Es muy importante cómo se trace la comunicación para que todo el mundo esté preparado»
Rafael Alfaro
En esta ocasión la emergencia del simulacro no ha llegado a tierra y se quedan en preemergencia, pero participan de las comunicaciones. «Es muy importante cómo se trace la comunicación para que todo el mundo esté preparado», señala Alfaro, que recuerda que «los accidentes son accidentes pero no notificarlo a la administración es una infracción». En este sentido, considera que las empresas de Huelva están «muy concienciadas» a la hora de notificar cualquier suceso.