crónica del domingo de colombinas

Quejíos y fuegos arañan el cielo en la despedida de las Colombinas

fiestas colombinas 2023

José Mercé con su voz y los fuegos artificiales con su luz y sonido dibujaron en el lienzo nocturno

El cantaor jerezano cautivó con su arte atronador en el último recital de las fiestas

Miles de onubenses se congregaron en torno a la ría para contemplar en el cielo y reflejados en el agua el tradicional estallido cromático

Fuegos artificiales Colombinas 2023: Las mejores imágenes del fin de fiesta 

La multitud, ante los fuegos artificiales junto al Muelle del Tinto
La multitud, ante los fuegos artificiales junto al Muelle del Tinto H. Corpa

Mario Asensio

Huelva

El rayo siempre precede al trueno. Y como tal pisó las tablas del escenario José Mercé antes del estruendo de luz y color de los fuegos artificiales de despedida de las Fiestas Colombinas 2023.

Desde antes de la medianoche ríos de gente fluían junto a la ría para encontrar el sitio adecuado desde donde fijar la mirada en el cielo y olvidar durante unos minutos todo lo demás, abstraídos por las efímeros regueros de color luminoso, desplegados como serpentinas en el firmamento, aislados de cualquier pensamiento en la retorcida ristra de estruendos.

Imagen principal - Diferentes momentos del gran concierto ofrecido por José Mercé
Imagen secundaria 1 - Diferentes momentos del gran concierto ofrecido por José Mercé
Imagen secundaria 2 - Diferentes momentos del gran concierto ofrecido por José Mercé
Diferentes momentos del gran concierto ofrecido por José Mercé Alberto Díaz

Sobre el escenario, desde las diez y pico de la noche, convertía su sonrisa en un vaivén sonoro José Merced mientras entrecerraba los ojos y elevaba la palma de la mano y bailaba su melena. El notable descendiente de patriarcas del cante jerezano pisó fuerte sobre las tablas e impuso su poderío. Porque canta con sangre, con corazón y alma.

Mercé presentaba una obra de marcado carácter biográfico, 'El Oripandó', que propone «un viaje desde la tiniebla hacia el amanecer», otra audacia fruto de su estrecha colaboración con Antonio Orozco. En la línea de lo que fue el rompedor 'El Amanecer', el artista se atreve a eliminar fronteras entre géneros y reinterpretarlos. Todo está impregnado de una enorme carga sentimental, que toca la fibra, destacando 'Jamás desaparece lo que nunca parte', tema dedicado a su hijo Curro, que falleció con 14 años en Miércoles Santo de 1994.

'El Preludio de un nuevo día', 'Cuando todo empieza', 'Tengo cosas que contarte' y 'Alegría', el mensaje final del disco, son otras de las piezas con las que Mercé abrió su corazón.

Las canciones deseadas

Pero en su concierto también hubo momento para entresacar canciones de su prolífica carrera, en la que ha publicado 15 discos, varios de ellos superventas. Interpretó temas claves en su trayectoria como 'Del Amanecer', 'Aire' o la versión de 'Al Alba' de Aute, que adquiere una maravillosa dimensión emocional entre sus cuerdas vocales.

José Mercé dejó patente en Huelva no sólo que es un artista con carisma y gran talla, que tiene una voz sinigual, lo que ya sabían muchos, sino que también ha sabido darse tiempo y poner dedicación y conocimiento al servicio de un concepto muy trabajado de disco y concierto.

Sonaban los aplausos de despedida hacia el cantaor jerezano y se palpaba un ánimo de éxodo, de pausar lo que pasaba en el recinto para salir al aire libre, limpio y fresco de la ría y cumplir con la tradición de mirar al cielo y ver cómo el fuego lo arañaba con su luz y estallidos.

Se pobló todo el entorno de Muelle de la Compañía Minera de Riotinto, desde cuya parte superior se fueron lanzando los cohetes. También se pobló todo el paseo de la ría y en la acerca de enfrente, en torno al estadio Nuevo Colombino.

Imagen principal - Los fuegos artificiales concitaron a miles de onubenses en torno a la ría
Imagen secundaria 1 - Los fuegos artificiales concitaron a miles de onubenses en torno a la ría
Imagen secundaria 2 - Los fuegos artificiales concitaron a miles de onubenses en torno a la ría
Los fuegos artificiales concitaron a miles de onubenses en torno a la ría A. Díaz

Muchísimos onubenses apostaron por tomar perspectiva sobre el espectáculo y cruzaron el río para asentarse en el cobijo y la oscuridad del paraje de Marismas del Odiel. Los arcenes de su estrecha carretera se poblaron de coches -cuyos maleteros fueron ocupados por colchones en algún caso, mesas y sillas, neveras... todo para estar lo más a gusto posible.

Se hizo esperar el inicio pero una vez empezado todos fueron todo ojos. El estallido era una melodía brusca y sincronizada que precedía al garabato que iba a impregnarse fugazmente en el lienzo oscuro de la noche para dejar su espacio a otro y éste a otro, en una serie de impactos encadenados. También sonaba la música, con bandas sonoras de películas y series, como la de 'Juego de Tronos', himnos como el 'Bohemian Rapsody' de Queen, temas del pop español como 'En tu fiesta me colé' de Mecano y diferentes piezas de música clásica.

Se deja de tener conciencia del paso del tiempo, se contempla la ciudad rutinaria de otro modo bajo las rutilantes madejas proyectadas en cascada, puntas de lápices de colores, palmeras, flores… Depende de la imaginación de cada uno.

La luna, en cuarto menguante y macilenta, como una rodaja de limón seca, también miraba de reojo y respiraba aliviada por no ser el centro de atención que reina en las noches de verano.

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