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Así se hace el ponche, la bebida más típica de Colombinas

No pueden pasar unas Colombinas sin tomarse el clásico ponche 'colombinero', con sus trozos de melocotón

El Ponche El Navajazo es el más conocido y demandado y este año se encuentra frente de la caseta de la Hermandad de la Borriquita

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Clásico puesto de ponche estas Colombinas m.c.

M.C.

Huelva

Aunque lo hay, preparado y listo para servir, durante todo el año, hay muchos que reservan única y exclusivamente la semana de Colombinas para beberlo. Es el ponche, la bebida colombinera por excelencia. ¿Sabes cómo se hace?

Existen algunas variantes, y según quien se encargue de la elaboración puede darle su propio toque, pero el ponche 'colombinero' -cuyo origen muchos sitúan, como tantas cosas en esta tierra, en el legado británico – es una bebida que consiste básicamente en unos pocos ingredientes. Es fundamental que la mezcla se deje reposar y se sirva bien fría, en vaso no muy grande y que, sobre todo, contenga sus buenos tropezones de melocotón, que tras el reposo se encuentran bien borrachos y que muchos privilegian incluso por encima de la propia bebida.

Elisabeth Vizcaíno Orta, que encarna la cuarta generación del Ponche El Navajazo, señala a Huelca24.com que la historia de esta bebida comienza en 1925 en las primeras Fiestas Colombinas cuando su bisabuelo Francisco junto con su cuñado Agustín deciden crear este ponche.

Sus ingredientes son "vino blanco del condado, azúcar, canela en rama, melocotón y nuestro ingrediente secreto". A esto añade algo clave pues "las tinajas de barro antes de servir para que esté muy frío le ponemos una placa de hielo grande y lo movemos muy bien para servirlo bien fresquito".

Así, esta es la receta clásica del ponche, aunque como señalábamos antes hay quien le da su propio toque con innovaciones que, consideran, lo mejora. Por ejemplo, no son pocos los que apuestan por sustituir el azúcar por caramelo líquido, que endulza y, a la vez, le da ese tono más oscuro al que estamos acostumbrados; algunos clavos de olor para aromatizar aún más; cáscara de limón; casera de naranja en vez de gaseosa; o incluso un chorreoncito de algún licor con mayor graduación.

Lo que no va a cambiar nunca es el vino, blanco y a ser posible afrutado; el toque dulce y de la canela; y los melocotones troceados, imprescindibles en cualquier ponche que se precie. Lo de tomarlo bien frío y en un puesto de las Colombinas es también casi obligatorio, ya que se trata de la bebida por excelencia de las fiestas onubenses.

Historia del Ponche El Navajazo

Cuando el abuelo de Elisabeth Vizcaíno ya tuvo edad de trabajar, él junto con su hermano Joaquín empezaron a trabajar juntos en el chiringuito familiar, pero hubo conflictos entre ellos y su abuelo decidió ir por separado. Apuesta por montar una caseta independiente, pero se encuentra con el problema de que todo el mundo iba a la caseta conocida de su bisabuelo y "no vendió mucho".

Al año siguiente a su abuelo se le ocurrió una manera de atraer a la gente, "regalando el día de la prueba del alumbrado gambas gratis a cambio de que se tomaran el Ponche allí con él, naciendo así el Día de la Gamba", rememora Elisabeth. Poco a poco fue teniendo más éxito su chiringuito y conociendose el auténtico Ponche el Navajazo, ya que su hermano decidió modificar la receta.

Su abuelo tuvo cuatro hijos: Joaquín Vizcaíno -el padre de Elisabeth y el mayor de hermanos-, Jose Manuel, Paco-que falleció hace 14 años en un accidente- y Óscar. Ellos empezaron a trabajar en el negocio familiar durante muchos años, hasta que su padre "decidió independizarse a causa de un problema familiar. Una historia parecida a la de mi abuelo con su hermano", expone.

Joaquín Vizcaíno lleva más de 20 años con su caseta independiente "conservando la tradición familiar". Con el paso de los abuelos fallecieron y Jose Manuel y Óscar Vizcaíno se quedaron con el chiringuito familiar, pero, apunta Esther "a causa de las malas decisiones de la vida el chiringuito original se ha ido deteriorando y muriendo con ello la tradición familiar".

Actualmente el chiringuito familiar lo lleva el hermano pequeño, Óscar Vizcaíno, aunque Elisabeth considera que "en estos últimos años ha deteriorado tanto el negocio que hemos decidido por el bien de las Fiestas Colombinas que ya no nos represente ni como nombre ni como originalidad de nuestra tradición". Además, critica que "este año él ha decidido poner el vaso de ponche a 3€ y no servirlo frío y por eso ha habido multitud de opiniones negativas acerca de nuestra bebida".

"Con esta historia quiero dejar claro que el auténtico Ponche el Navajazo se encuentra en una caseta ubicada en la tercera entrada enfrente de la Hermandad de la Borriquita, representado por Joaquín Vizcaíno y Elisabeth Vizcaíno, tercera y cuarta generación", resalta esta onubense, dispuest a seguir "trabajando duro para seguir conservando la tradición familiar y que todo los onubenses disfruten de esta rica bebida a un precio de 2€ en su vasito de cristal y bien frío".

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