Tribunales
La pesadilla de un joven de 18 años en Huelva: retenido durante horas para ser desplumado por un ladrón
El TSJA ha sentenciado a seis años a un delincuente que ha tratado de defenderse asegurando que se «había ido de fiesta» con la víctima
Detenidas cinco personas que usaban llaves y documentación sustraídas de coches para robar en casas

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha admitido parcialmente el recurso de un individuo, que había sido condenado por la la Audiencia Provincial de Huelva, a siete años y seis meses de prisión por los delitos de robo con violencia y detención ilegal perpetrados sobre un joven de 18 años en pleno centro de la capital onubense. Si bien la modificación que introduce el alto tribunal andaluz es a efectos de cómputo global de los delitos y no sobre el relato de hechos, que confirma los expuestos por la Audiencia en sentencia del pasado mes de junio.
Así el procesado ha sido sentenciado a seis años de prisión por robar y retener a la víctima, a la que amenazó con una navaja de 30 centímetros y obligó a ir a varios cajeros para intentar vaciar su cuenta.
La sentencia facilitada a los medios por la oficina de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía detalla que en la madrugada del pasado 27 de enero, la víctima se dirigía a su casa cuando fue abordada por el ahora condenado, quien tiene antecedentes penales por delitos similares. Le preguntó por la hora y al instante «esgrimió una navaja de unos 30 centímetros y le exigió que le diera lo que llevaba, entregándole el perjudicado la cantidad de 10 euros y su teléfono móvil».
Seguidamente, el acusado «le obligó a ir hasta un cajero de una entidad bancaria forzando al perjudicado para que introdujera su tarjeta en el cajero». Pero la operación fue rechazada por la entidad y el terminal se quedó con la tarjeta. Aquí no acabaría todo para la víctima. Bajo coacciones tuvo que consultar el saldo de su cuenta corriente a través de la aplicación de teléfono móvil y fue obligado a trasladarse hasta dos cajeros distintos. En el último obtuvo un reintegro de 600 euros que entregó al acusado, quien se apoderó de este dinero mientras le acercaba al costado la navaja que llevaba.
«Insufrible peregrinaje de la víctima»
De este modo, al no poder sacar más dinero en el cajero, el perjudicado «fue obligado a llamar al servicio de atención al cliente de la entidad bancaria» y se vio obligado por el acusado a acompañarlo hasta un establecimiento donde compró varios productos con los diez euros que el perjudicado le había dado y, posteriormente, lo llevó hasta un bar «donde el acusado efectuó varias consumiciones obligando al perjudicado a permanecer a su lado contra su voluntad por un periodo de dos horas».
Posteriormente, abandonaron el establecimiento y se dirigieron de nuevo hasta un cajero, donde el investigado llamó a su hermana para que le ayudara a hacer una transferencia de 7.000 euros, a lo que su hermana terminó accediendo al desconocer lo que ocurría, «si bien dicha transferencia fue posteriormente anulada», por lo que el acusado no logró apoderarse del dinero. «Seguidamente, el acusado se marchó tras decirle al perjudicado que esperase algún tiempo antes de denunciar».
En su sentencia, el TSJA destaca el «insufrible peregrinaje» sufrido por el afectado, de solo 18 años, y que el dinero que le quiso robar el procesado provenía de su beca de estudios. También subraya «la angustia» que padeció por «la permanente amenaza de la navaja del acusado y el riesgo en trance de su vida e integridad física».
Por su parte, la defensa del acusado intentó alcanzar la absolución desplegando varios argumentos. El procesado negó la versión de la víctima, que fue corroborada por varios testigos, asegurando que se habían encontrado en un local de alterne de Pablo Rada y que las visitas a los cajeros se produjeron porque querían «seguir con la fiesta».
Una versión que ha sido rechazada por el TSJA que sólo admite parcialmente el recurso en cuanto al cómputo de las penas por tratarse de dos delitos en concurso.