entrevista
Elvira Usín, de cuidar en casa a emprender un negocio pionero en Huelva dedicado a las personas dependientes
Junto a su pareja, el conocido meteorólogo Dani Zamora, abren este lunes el primer local de Wayalia en Huelva
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Elvira Usín y Dani Zamora conocen muy bien el significado de la palabra cuidar. Su experiencia con su hija Ariadna no solo les ha valido como una enorme -y dura- lección personal, sino que también les ha dado el impulso para saltar al ámbito profesional, siempre movidos por el afán de ayudar a quienes más lo necesitan.
Así, este lunes, 18 de septiembre, la pareja abre el primer local de Wayalia en Huelva, una empresa que ejerce de intermediaria entre los cuidadores y las personas mayores dependientes, bajo el objetivo de que estas puedan seguir envejeciendo en sus hogares el mayor tiempo posible. Ubicado en el número 51 de la céntrica calle Puerto, el establecimiento tendrá una inauguración oficial el 25 de septiembre, con presencia de distintas instituciones políticas.
Tras el fallecimiento de la pequeña Ariadna en el pasado mes de abril, Elvira y Dani pospusieron la apertura del centro unos meses. Un tiempo que les ha valido para armarse del valor y el coraje necesarios para seguir adelante con el proyecto, conscientes de que "nos mantiene la cabeza ocupada y nos ayuda un poco a afrontar el duelo por nuestra hija", señalan.
Ahora, ambos trasladan su experiencia personal al sector profesional con la intención de ofrecer un servicio de cuidador a domicilio en Huelva "que es necesario" y que funcionará por horas o de manera interna, dirigido a personas mayores de edad, ya que el marco legal para los menores es diferente. En esta entrevista, Elvira cuenta de primera mano en qué va a consistir el proyecto.
-¿Cómo surge la idea de emprender este negocio?
Todo viene un poco relacionado con mi hija. El ser cuidadora 24/7 te da una perspectiva bastante diferente de lo que se espera que sea la maternidad. Cuando tienes niños presupones que van a volar del nido, pero darte cuenta de que tu hija nunca va a hacerlo, que tú te vas a hacer mayor, ella va a ser cada vez más dependiente y tú también, hace que vayas descubriendo necesidades que hay en la sociedad que el Estado no cubre al 100%. Es algo inviable, cada vez la población mayor es más grande y sufragar ciertos gastos entiendo que puede ser un poco complicado. La Ley de Dependencia está muy bien, pero cuando tú eres un dependiente encamado, como mucho te cubre unas tres horas al día. Y claro, yo muchas veces me planteaba cómo sería cuando mi hija tuviera 20 años.
"Ser cuidadora 24/7 te da una perspectiva muy diferente de lo que se espera de la maternidad"
Elvira Usín
-En ese contexto, se hace necesario contratar a una persona cuidadora.
Exactamente. Entonces, yo me planteé que mi hija dependiente iba a serlo toda la vida, que yo tarde o temprano iba a necesitar ayuda para ella y que, además, luego la iba a necesitar incluso para mí, porque, obviamente, el cuerpo de alguien que lleva toda la vida bregando con una persona dependiente, sufre mucho más. Entonces, surgió la idea de buscar una solución para esos momentos en los que tú no estás, ya sea por trabajo o porque no tienes ayuda de ningún familiar. Imagina que de repente tu madre se cae y se parte la cadera, ¿Tú qué haces? ¿A quién recurres y cómo? La ley no es inmediata.
-Aquí entra en acción vuestra nueva empresa.
Exactamente. Porque, ¿Dónde buscas y cómo? ¿A quién metes en tu casa? ¿Qué garantías tienes de que va a ser una persona en condiciones? La idea de Wayalia es ofrecer un sitio al que recurrir, que te pueda poner en contacto con gente de confianza y que, además, si no sale bien, tengas a alguien detrás para echarte una mano. No es lo mismo enfrentarte a una situación tú solo, cuando además tienes otras cosas que hacer, que contar con la ayuda de la empresa para buscar una solución.
-¿Cómo funciona exactamente Wayalia? Si alguien necesitase un servicio de cuidador a domicilio, ¿Qué tendría que hacer?
Lo primero que hacemos es una entrevista, en la que conocemos lo que la persona dependiente necesita, si puede acudir ella misma incluso mejor. En función de eso, buscamos en la bolsa de trabajo al cuidador que se ajuste mejor a sus circunstancias y a su personalidad. Se busca que haya compatibilidad. Ya que vas a meter a alguien en tu casa, que sea alguien que te agrade, que sea compatible contigo, que te sepa llevar. Eso es muy importante, sobre todo con las personas mayores. Tras la búsqueda, yo te ofrezco dos o tres perfiles y tú decides a quiénes quieres conocer. Ellos se trasladan a casa de la persona dependiente para conocerla a ella y a su entorno. Si todo va bien, se contrata a esa persona. El cliente es quien contrata, pero nosotros somos los que realizamos todos los trámites. Funcionamos de manera similar a una agencia de colocación, de intermediario. Nosotros le damos de alta en la seguridad social y proporcionamos todos los datos y documentación, pero el cliente es quien paga el sueldo, además de una cuota al mes a la empresa. Esta garantiza, por ejemplo, que si el cuidador se da de baja, al día siguiente tengas a un sustituto. La contratación se realiza por el convenio de trabajadores del hogar, ya que son cuidadores privados.
-Y el tema del horario, ¿Cómo se establece?
El horario será el que necesite la persona dependiente, algo que se habla en la entrevista inicial, para yo poder buscar a alguien con esa disponibilidad. El cuidador puede ir toda la mañana o simplemente algunas horas, por ejemplo para ayudar a ducharse y acostarse a la persona dependiente. Lo que se ajuste a su necesidad.
-Entonces, ¿Recurrís a los cuidadores mediante una bolsa de empleo propia?
Sí, es una bolsa de trabajo, pero no trabajan exclusivamente para nosotros, si no que pueden tener otros puestos y completarlos con este, ya que se apuntan en función de su disponibilidad. Las modalidades de contratación son por horas sueltas o por empleo directo, estos últimos son contratados por Wayalia para cuando, por ejemplo, si la persona que habitualmente cuida al dependiente quiere ir a un evento, no tenga que dar de alta a alguien en la seguridad social para tres horas, porque ya la modalidad de "por servicios prestados" no existe, son contratos indefinidos. Para esta modalidad, el interesado no tendría que pagar ninguna cuota al mes.
-¿Qué formación deben tener los profesionales para apuntarse a esta bolsa y cómo pueden hacerlo?
Lo ideal es que nos traigan el currículum. En cuanto a formación, se valora que tengan algún curso de cuidado de mayores, de dependencia o sociosanitario. También es valorable la experiencia previa. En el caso de que no tengan ninguna formación, en Wayalia tenemos un curso no homologado que sirve para trabajar en el ámbito privado, que da nociones básicas sobre el cuidado. Es online y tiene un coste de unos 110 euros.
-Además de como oficina, ¿Le vais a dar alguna otra utilidad a las instalaciones?
Una triste realidad es que al cuidado de mayores suelen dedicarse mujeres inmigrantes, muchas de ellas sin papeles ni contratos, trabajando en malas condiciones. Entonces aquí, una labor que nos parece muy interesante es poder dar legalidad a trabajadoras y dignificar su trabajo, por lo que queremos impartir charlas de concienciación con asociaciones de mujeres inmigrantes, para que conozcan sus derechos. La sala de reuniones se usará para esto y para cursos de formación continua.
"Quisimos seguir para adelante con el proyecto porque nos parece muy bonito y es un servicio que se tiene que dar"
Elvira Usín
-Partiendo de que abrís como una franquicia, ¿Qué visión queréis aportar al negocio?
Queremos evitar el intrusismo. Nosotros ofrecemos un servicio de cuidador, pero no de fisioterapeuta por ejemplo. En este sector es muy fácil el intrusismo. El cuidador no puede ofrecer todos los servicios, quizá la persona necesita un fisioterapeuta; el cuidador no va a ejercer de eso, pero sí puede llevarlo a un profesional de ese sector. El cuidador va a cuidar dentro del hogar, es decir, procurando que la persona y su entorno inmediato estén limpios, aseados y con sus necesidades psicoafectivas cubiertas. El objetivo es que el cuidador aporte calidad de vida a la persona y su familia.
-A nivel personal, ¿Qué supone la apertura del negocio para ti y para Dani?
Llega tarde, mi hija falleció en abril. Nosotros llevábamos un año de negociaciones con la franquicia, de hecho abrimos más tarde porque tuvimos que paralizarlo todo durante unos meses. Queríamos haber abierto antes de verano, acogiéndonos a la Ley Cume, que permite que uno de los dos padres de un menor con grado 3 de dependencia pueda quedarse en casa de baja. La idea era que Dani se quedara en casa y se encargara de la niña y yo trabajase aquí dando este servicio. Esto nos pareció una idea muy interesante de cara a nuestra niña, porque dentro de unos años nosotros también íbamos a necesitar ayuda externa. Quisimos seguir para adelante con el proyecto porque nos parece muy bonito, interesante y es un servicio que se tiene que dar.
