La llamada de auxilio de los trabajadores del hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva: «No podemos más, estamos extenuados»

Acusan a los sindicatos de priorizar intereses personales y de convocar concentraciones que son «un paripé»

Denuncian que las instalaciones del hospital se encuentran en estado deplorable, con ascensores inservibles, espacios improvisados como almacenes y una infraestructura incapaz de atender la alta demanda de pacientes

La falta de médicos, enfermeros o celadores aumenta el estrés laboral, los ataques de ansiedad y las agresiones al personal sanitario

Los médicos de Huelva, contra el proyecto de la ministra: más restricciones y menor reconocimiento

Trabajadores sanitarios de Huelva cifran en más de 80 las agresiones sufridas en el primer semestre de 2024

H. Corpa

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La situación en el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva ha llegado a un punto crítico. Así lo denuncian los propios trabajadores sanitarios en una carta abierta a la ciudadanía en la que muestran su desesperación y donde exponen con claridad las condiciones precarias, la falta de medios y el abandono institucional a los que se enfrentan día tras día. Con su «llamada de auxilio a pie de cama», quieren decir a los onubenses «que no pueden más» y que por eso han decidido alzar la voz ante un problema que afecta tanto a los profesionales sanitarios como a los pacientes.

Una infraestructura fallida

El hospital, que carga con la responsabilidad de ser el principal centro sanitario de la provincia, debe hacer frente –según explican– a problemas estructurales que se han venido agravando con el paso del tiempo. Según los trabajadores, el mantenimiento es deficiente y las instalaciones se encuentran en un estado de deterioro alarmante: «Llevamos dos años esperando que arreglen un ascensor, y ni recordamos cuánto tiempo llevamos sin aire acondicionado funcional en verano», relatan.

El patio de los potos, un espacio originalmente diseñado como una zona ajardinada, se ha convertido en un almacén improvisado de camas y maquinaria. A esta falta

Niegan que haya camas cerradas: «El problema es que no hay espacio ni medios para atender a los pacientes»

de espacio físico se suma el colapso de los servicios, saturados por la alta demanda y la insuficiencia de recursos. «No hay camas cerradas, como se dice. El problema es que no hay espacio ni medios para atender a los pacientes«, aclaran.

Una de las denuncias más graves se dirige hacia la pasividad de los responsables políticos y la falta de respuestas por parte de la gerencia. «Dimos la bienvenida al nuevo gerente con un escrito que recogía los principales problemas. Aún seguimos esperando su respuesta», señalan los trabajadores, que critican que la designación de los responsables del hospital está marcada por intereses políticos en lugar de criterios técnicos.

La dirección de enfermería no se libra del repaso de los profesionales, que la describen como «autoritaria y nefasta» desde la pandemia y como ejemplo recuerdan cómo se les prohibió el uso de mascarillas en los primeros momentos de la crisis sanitaria, bajo el argumento de que «alarmaban a la población». En cuanto a las jefaturas médicas, afirman que la mitad está preocupada por la situación pero inactiva, mientras que la otra mitad «parece más interesada en su trabajo en la privada».

El déficit de personal es otro de los puntos clave. A la falta de médicos, que se ha agravado por la eliminación del complemento de exclusividad (que empuja a más gente a la privada), se suma la escasez de enfermeras, técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE's) y celadores. «En plena ola de alta frecuentación, trabajamos con equipos incompletos, lo que repercute en la calidad de los cuidados y aumenta las quejas de los usuarios», denuncian.

Además, señalan que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) lleva cuatro años sin actualizar las bolsas de trabajo, dejando fuera del sistema a miles de profesionales.

Este clima de agotamiento, denuncian, está estrechamente relacionado con el aumento de las agresiones por parte de usuarios

«Esta situación permite que en verano, cuando se realizan más contrataciones, se recurra a enchufismos. Mientras tanto, muchos compañeros han tenido que emigrar a otras comunidades o buscar empleos fuera del sector sanitario», explican.

La sobrecarga laboral también está pasando factura. «Raro es día en el que no tenemos que notificar bajas de compañeras por ataques de ansiedad, pero parece que nadie en los servicios de prevención se da por enterado«, lamentan. Este clima de agotamiento, añaden, está estrechamente relacionado con el aumento de las agresiones por parte de usuarios, que »terminan pagando con nosotros los desmanes de los responsables políticos«.

El «paripé» de los sindicatos

Los sindicatos tampoco se escapan, ya que los trabajadores los acusan de estar más preocupados por sus propios intereses que por los de los profesionales a los que representan. «Se limitan a hacer paripés con concentraciones a horas en las que estamos en pleno pico de trabajo y no podemos acudir, o recogidas de firmas que solo sirven para la foto«, afirman. Por eso, reclaman movilizaciones reales y una mayor presencia a pie de cama para conocer de primera mano las necesidades del personal.

Por otra parte, en esta carta abierta también se pone de manifiesto que el hospital se encuentra desbordado, en parte, por la sobrecarga que ha supuesto la asunción de servicios que antes se prestaban en el Infanta Elena, como Neurología, Ginecología y Pediatría. La falta de recursos también afecta a servicios esenciales como el Hospital de Día Oncológico, que se ha quedado obsoleto y pequeño, o la farmacia, que trabaja bajo mínimos.

Interior del centro hospitalario h24

El proyecto del Materno-Infantil, que podría haber sido una solución estructural, se ha visto reducido a «poco más de la mitad de lo previsto», según los trabajadores. «Tememos que no sea más que otro parche, que nos volverán a vender cuando se acerquen las elecciones», advierten.

El mensaje a la ciudadanía de los profesionales del Juan Ramón Jiménez finaliza con un llamamiento a la población para que se una a su lucha y exija una sanidad pública de calidad. «Animamos a los usuarios a reclamar por escrito y a exigir a los representantes políticos, sean de su partido o del contrario», que actúen. Como bien apunta la plantilla del hospital, «un día u otro todos acabaremos pasando por aquí, por lo que estamos plenamente convencidos que ésta es una lucha de todos».

A pesar de las adversidades, no obstante, los profesionales aseguran que continuarán desempeñando su labor con la dedicación de siempre: «Os recibiremos con los brazos abiertos porque amamos nuestro trabajo, pero necesitamos condiciones dignas para poder realizarlo. Ojalá pronto nos dejen trabajar con la 'humanidad' de la que tanto presumen en los actos institucionales«, zanjan.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación