homenaje de muchos amigos

Juan el de Los Cuartelillos aparca la jubilación para ponerse tras la barra del Berdigón 14

El querido onubense de pro está bajo «una resaca emocional inmensa» tras el homenaje recibido por muchos amigos en el conocido local de la capital

Cantaron para él Daniel Doce y Rabino y hasta él se atrevió a entonar por Hilario Camacho y también le dedicó versos Ramón Llanes

Recibió todo tipo de regalos, siendo el más importante el cariño de las personas que han marcado su vida

Juan el de Los Cuartelillos, durante su homenaje H24

Mario Asensio

Huelva

Si hay alguien capaz de reunir en un mismo espacio a multitud de gente conocida sin que sea su entierro, a representantes políticos de distintos partidos, a gente de la cultura y a personas muy queridas que han hecho unos cuantos kilómetros sólo por verle, ese es Juan Antonio Pérez, Juan el de 'Los Cuartelillos'. Este onubense de pro recibió el anunciado homenaje en el popular bar Berdigón 14, ideado por Helena Súarez, Carlos Camacho y Ladis Sánchez, donde le sacaron de su merecida y activa jubilación y volver a situarse tras la barra, un trabajo eventual en el que sirvió a los demás con su simpatía y carisma que le caracteriza y se llevó a cambio una inmensidad de cariño.

«Ha sido precioso, bestial»

Un día después de todo lo vivido, Juan, afirma que está bajo «una resaca emocional inmensa» y reconoce que esta noche le ha costado conciliar el sueño ante la intensidad de los momentos en los que su corazón y sus lagrimales han sido puestos a prueba. «Ha sido precioso, bestial. Es tremendo sentirse querido por tantas personas, recibir sus palabras y mensajes, que me llegaron muy adentro», expresa enormemente agradecido.

Juan, con los tres responsables del acto en el Berdigón 14 H24

«Yo quiero ponerte a trabajar», decía Helena Suárez, gerente de Berdigón 14, a quien considera su sobrina. Y dicho y hecho. Le pusieron una mesa con un emblema del inconfundible cartel clásico de Los Cuartelillos y como si fuera el mostrador donde tantas décadas alternó, Juan se desenvolvió como si ayer hubiera estado por allí. En plan broma, Helena, ejercía de mandona, y Juan se afanaba en limpiar y tener todo ordenador, repartir cuencos con patatas fritas y dulces, así como una entrega especial de claveles, lo típico en un martes cuartelillero. La cola que se formó para ser atendido por el homenajeado llegaba a la puerta. como en una firma de discos de Manuel Carrasco.

Invocando a la lluvia

Y entre el humor y la emoción fue el turno de la música y Daniel Doce le cantó su 'Reivindico mi derecho a sonreír' y le recitó unas décimas que ya le leyó en el homenaje de hace un año en el BlueOx. También entonó con su particular estilo Rabino, el alter ego de Rafa Pérez, dedicado a ensalzar el barrio obrero y hablar de un machito con la picha corta. Ramón Llanes le dedicó un poema y se lo regaló enmarcado, Raúl le entregó un cuadro y su «queridísima) Elena Márquez (Capturo la vida) una camiseta de Huelva. En este ambiente hasta se animó Juan a cantar una de sus canciones del alma, 'Volar es para pájaros' de Hilario Camacho. «Fue mi forma de invocar a la lluvia», dice con sorna.

El Berdigón 14 se llenó de personas que han «echado los dientes en Los Cuartelillos», de los que dicen que «no son clientes, sino que viven allí, una definición que me encanta». Había amigos «de toda la vida», como Felipe Hernández, al que conoce desde que tenían 3-4 años e hicieron la primera comunión juntos. «Me llevé una gran sorpresa», asegura, lo mismo que con un primo de Bonares que hacía unos años que no veía o con su amiga Beatriz, que se acercó con su pareja desde un pueblo de Sevilla sólo por ver a Juan un rato. «Se me cayeron los palos del sombrajo», exclama.

Juan reparte clavales, como cada martes H24

También pasaron por allí representantes políticos como el exalcalde de Huelva Gabriel Cruz (PSOE), la líder de Con Andalucía en el Ayuntamiento de Huelva, Mónica Rossi, o el candidato de Sumar al Congreso en las próximas Elecciones Generales, Rafael Sánchez Rufo. También estuvieron arropando a Juan su amigo cubano Alejandro Zamoray familia, Rosa María Saavedra, Paloma, el arquitecto Luis Alfonso Morales (@alfuturoarquitectura en Instagram) y Nuria, Juan Carlos, Juan Tirado… en una lista muy larga.

Juan también se acuerda en momentos así de su familia y el amor y respaldo que siempre le han brindado, especialmente en los momentos difíciles. Ahí están las primera de la lista sus hermanas Salomé y Manolita, sus sobrinos, Juanjo, Gonzalo y Alberto -el primero y el último siguiendo la saga hostelera-, los sobrinonietos Rodri, María, Álvaro, Salomé, Adriana, Juanjo, Alba e Isaac.

No quiso olvidarse de los impulsores del evento, Helena Suárez, Carlos Camacho y Ladis Sánchez). «Organizaron todo el tinglado ellos tres muy bien y tenía su escaleta con todo muy bien estructurado, aunque yo se la iba resquebrajando y me tenían que decir que no me enrrollara mucho», dice entre risas Juan, al que le reluce en la voz la satisfacción de tener un patrimonio humano en el corazón inabarcable.

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