ENTREVISTA
José Antonio Cruzán, bombero 40 años: «En un incendio tu instinto te mata porque te lleva a meterte en la boca del lobo»
Recientemente jubilado, el segundo jefe y jefe de Bomberos de Huelva, deja atrás una carrera profesional repleta de recuerdos
«La excelencia del servicio de bomberos pienso que tiene que ir hacia la prevención y la investigación de incendios», destaca
Opina que los bomberos «podemos dar envidia al resto de funcionarios, porque somos muy reconocidos y apreciados»

José Antonio Cruzán Maestre, bombero onubense, ha ejercido con vocación y orgullo durante 40 años y medio su profesión. De ellos ha sido durante 27 años segundo jefe de bomberos en el Parque de Bomberos de Huelva y durante cerca de 14 también ejerció a la vez de jefe. El 12 de noviembre, al cumplir los 65 cerró una etapa de que guarda buenos recuerdos e impactantes imágenes que no se borrarán nunca de su memoria. De vocación prevencionista, ha dirigido su formación hacia ese campo y considera que ahí reside el servicio de excelencia al que debe aspirar todo bombero. Guarda una ingente documentación sobre este tema y también colecciona camiones de bomberos y figuras de plomo de bomberos de todo el mundo. En las siguientes líneas comparte gran parte de su conocimiento, de sus experiencias y sentimientos.
- ¿Cómo se ha adaptado a la jubilación?
- Me he adaptado bien. Dicen que lo peor viene después, a los seis meses, cuando te das cuenta que no son unas vacaciones, sino para siempre y que no vas a volver a trabajar. Yo lo llevo bien.
- ¿Cuándo y por qué se hizo bombero?
- Tomé posesión del cargo de bombero el 1 de junio de 1983 y en 1986 como segundo jefe. Como jefe he estado casi 14 años. Yo tenía hecha la carrera de ingeniero técnico en construcción de maquinaria y un tío mío estaba de director de la antigua Campsa en Lérida. Me dijo que hiciera ingeniería que me iba a ayudar pero después resultó que no se dio la opción. Entonces vi la posibilidad de entrar en el Ejército. Yo salí del servicio militar como sargento. Pero vi que ahí te mandaban mucho. En el Ayuntamiento de Huelva tenía a un tío mío, Antonio Maestre, que en paz descanse, que era mecánico municipal y me dijo que iban a salir las plazas de bomberos. Yo salía con mi mujer, Soraya, desde que yo tenía 17 años y ella 13, desde chiquititos, y como todo el mundo entonces teníamos ganas de casarnos y buscar una estabilidad. Ella era auxiliar administrativo y ante esa opción me saqué las oposiciones. Entramos ocho bomberos y un bombero conductor. Fuimos los últimos bomberos que entramos porque en las siguientes promociones ya se exigía que fuera también conductor, más polivalente. Cuando yo entré, en 1983, había una gran crisis económica en los ayuntamientos y se marcaba que estuvieran tres años sin nuevos funcionarios para recibir ayudas. En 1986 salió la plaza de cabo y la saqué y luego la de segundo jefe, que salió a concurso oposición.

- ¿Cómo ha llevado su familia que sea bombero, con el riesgo que tiene y las situaciones complicadas con las que se convive?
- Mi mujer y mi familia han aceptado perfectamente mi profesión. Sabían que era lo que me gustaba, mi obligación y mi trabajo. Yo que he estado localizado las 24 horas del día durante muchísimos años, ellos sabían que si sonaba el teléfono había que atenderlo e ir al Parque de Bomberos. Siempre me han apoyado y han estado conmigo.



- ¿Cómo es el organigrama de un parque de bomberos?
- La Junta de Andalucía ha dado un plazo de cuatro años para adaptarse a la Ley de Emergencia. Tenemos un organigrama piramidal y por desgracia en la jefatura éramos muy pocas personas. En nuestro organigrama había un primer jefe, yo como segundo jefe, los cinco sargentos, que son los que mandan en las brigadas, los cabos y los bomberos conductores. Los cabos y los bomberos conductores tienen el C1. Y cuando yo entré los sargentos también. Tenían una formación muy básica. Tenían titulación el primero y el segundo y hemos estado muy solos en la jefatura. Me he llevado cerca de 14 años de jefe, porque el primero no estaba. Hacía el trabajo del primero y el segundo. Estaba muy solo.
- ¿Qué balance hace de todo este tiempo de servicio?

«La excelencia del servicio de bomberos pienso que tiene que ir hacia la prevención y la investigación de incendios»
- Creo que tenemos un servicio bastante bueno. Para mí me ha faltado una cosa. El futuro y la excelencia de los bomberos, además de en apagar los fuegos, que se apaguen pronto y rápido, está en la prevención y en la investigación de los incendios. Es la excelencia a la que debe aspirar el servicio de bomberos y yo no he tenido tiempo de poderlo implantar, es la espina que me queda. En dos o tres años tendremos el nuevo parque y está prevista la creación de una escuela de formación. Aunque la Ley de Gestión de Emergencias nos facilita la investigación de incendios y somos los primeros que llegamos, vemos la situación y cómo se ha desarrollado el incendio, todavía los jueces no cuentan con nosotros y lo hacen con la policía científica, que luego son los que nos piden la información a nosotros. Por eso recalco que la excelencia del servicio de bomberos pienso que tiene que ir hacia la prevención y la investigación de incendios. A parte de eso el balance es muy bueno.

Apostamos por la formación y hemos sido uno de los parques pioneros en este aspecto en España. Creamos las unidades de especialistas, que pocos cuerpos de bomberos los tienen. Una Unidad de Especialistas de Rescate, famosa en todo el mundo, una unidad de especialistas de rescate en altura, que no se conoce mucho, una de rescate en buceo, también unos auténticos profesionales y no se conoce tanto y se pierde tiempo en llamar a los GEA de la Guardia Civil cuando tenemos una unidad inmediata siempre de guardia, listo para actuar inmediatamente. Fuimos pioneros en hacer las jornadas entre Béjar, Huelva y Salamanca y ya van 22 años. Participamos todos los años, ponemos en común nuestros avances, vienen ponentes, hacemos prácticas. Ya viene gente de todo el mundo y son más de 100 bomberos. Apostamos por la formación continúan porque los bomberos, en ese sentido, tienen que estar como los médicos.

- ¿Cómo es el parque de Huelva con respecto a otras capitales de Andalucía?
- La proporción ideal es por cada 1.000 habitantes de un bombero y dos policías. Huelva tiene 142.000 habitantes y hemos ampliado en los últimos años la plantilla en 12 y 13 efectivos. Nos castigó mucho la ley del año 2012 de la crisis, porque no hemos podido sacar plazas de bomberos ante las jubilaciones, pero ahora hay cerca de 95 personas en plantilla. La media en muchas ciudades está por debajo de un bombero por cada 2.000 habitantes y nosotros estamos muy por encima de esa proporción.
- ¿Cómo ve la incorporación de la mujer a la profesión de bombero? La proporción es menor que en la Policía, por ejemplo.

«Hoy en día no es una profesión que la mujer, en una mayoría, vea que va con ella»
- En el Parque de Bomberos del Ayuntamiento de Huelva todavía no han entrado mujeres pero hay un par de ellas en los del Consorcio. Hay que tener que las pruebas físicas de los bomberos son mucho más físicas que las de la Policía Local y aunque la mujer tiene bonificación, es complicado y todavía hay pocas mujeres, salvo en ciudades grandes. También tengo que decir que hoy en día no es una profesión que la mujer, en una mayoría, vea que va con ella. En las últimas oposiciones, en las listas de admitidos sólo había dos mujeres y 200 hombres y en las anteriores se presentaron tres y había 140 hombres. Estadísticamente se presentan un 97% de hombres y un 3% de mujeres, por lo que la diferencia es abrumadora.

-Echando la vista hacia atrás, ¿se ha sentido valorado y reconocido?
- No mucho. Me he sentido muy solo. Con respecto al personal, al ser el jefe, me tocó ser el malo, y estás aislado del resto. Los sargentos mandan en sus brigadas, con las que conviven 24 horas, pero al final no está bien visto ejercer esa autoridad por esa convivencia que tienen y recurren al mando superior, que en ese caso, soy yo. Toca dar las órdenes, instrucciones y llamar la atención. Eso te distancia del resto del personal. En cuanto a los políticos, no han contado con nosotros, no han sabido aprovechar la sabiduría que tiene uno en las negociaciones de los bomberos. Negocian con los sindicatos y mi experiencia no han sabido aprovecharla. Por desgracia el político que llegaba se creía que sabía y somos un servicio con unas características muy especiales de formación, de cumplimiento, de asistencia rápida y no es fácil de cuadrar y entender. Los bomberos son muy agresivos sindicalmente, igual que los policías. Tienen tiempo, formación y unos buenos sindicatos que aprietan mucho y las jefaturas de bomberos son de los pocos funcionarios que son dimitidos por la acción sindical. Más de un jefe de bomberos de España se elimina de su plaza porque no están a gusto los sindicatos con ellos. Tienen mucho poder.

- Por parte de la ciudadanía sí sentirá reconocimiento, ¿no?
«Dentro de los funcionarios los bomberos somos los más valorados porque la gente les ve la utilidad directa»
- Por parte de la gente de Huelva sí. Ahí somos los funcionarios que podemos dar envidia al resto, porque somos muy reconocidos y apreciados. Siempre vamos a ayudar cuando se produce una desgracia y vamos a evitar que siga aumentando y a solucionar los problemas. Estamos realmente para eso. Y dentro de los funcionarios los bomberos somos los más valorados porque la gente les ve la utilidad directa. Nosotros vamos a ayudar y proteger. La verdad es que somos bastante valorados por la población de Huelva. El funcionario debe estar para servir al ciudadano. Hoy en día, después de lo que ha pasado con el Covid se ha puesto de moda la falta de contacto con el ciudadano, que necesita que le hables y le expliques las cosas. Ahora para presentar un escrito en un registro de una administración necesitas hasta trece días y tienes que coger la cita previa por Internet. Esas distancias se están haciendo cada vez más largas. Nosotros en el Parque de Bomberos siempre hemos tenido la vocación de servicio más clara que el resto de los funcionarios. Siempre vamos a dar una respuesta. Para las cosas grandes y para las pequeñas pero que son muy grandes para la persona afectada.
- ¿Cómo ha cambiado la figura del bombero sus medios de cuando entró a hoy día?
«La tecnología con la que cuenta un bombero te da una capacidad de respuesta impresionante. Antes te jugabas más el tipo»
- Ha cambiado muchísimo. Hay que tener en cuenta que cuando yo entré teníamos el parque en el humilladero de la Cinta, teníamos unos camiones mecánicos y hombres mayores sin formación. Era difícil entrar, se cobraba poco y casi todos tenían una segunda profesión y por ejemplo eran taxistas. Los ocho que entramos en el 83 fuimos la generación que comenzó a cambiar todo. Éramos gente con estudios y formamos una agrupación cultural y tiramos de la formación. Había que estudiar y prepararse y ahí empezó el cambio. En cuanto al material ha cambiado muchísimo. Antes era muy básico. Casco malo, las mascarillas malas, de filtro, que hoy en día eso es impensable. Ahora te tienes que formar y enfrentar a unos riesgos, pero la tecnología con la que cuenta un bombero, sabiendo hasta dónde tienes que llegar, te da una capacidad de respuesta impresionante. Antes te jugabas más el tipo. Los chaquetones eran una porquería. Te daba una llamarada y se quemaba el chaquetón y la persona. Hoy día te da un flash y aguanta 1.200 grados durante 30 segundos. Los últimos bomberos incorporados cuentan con chaquetón, máscara, botas, etc, y estamos hablando de 5.000 euros por lo menos. Es por eso que ampliar la plantilla lleva aparejado otros costes.
- La dotación económica necesaria también es elevada en lo que a vehículos se refiere, ¿verdad?
- Los camiones de bomberos en España son carísimos porque los bomberos en España seguimos siendo reinos de taifas. Es un problema que existe. No hay nada unificado. En Andalucía salió la Ley de Emergencias en 2002. Han pasado 22 años pero aún no se ha sacado la normativa que lo regule. Las oposiciones son reino de taifas también. Cada parque pone los exámenes como les da la gana y las pruebas físicas y los temarios que quiere y ni siquiera está unificado dentro de la misma comunidad autónoma. En la Policía están todo perfectamente unificado y regulado y los temarios y criterios son los mismos, por lo que un chaval puede estudiar y a donde vayan son siempre los mismos exámenes. Las plazas de bomberos son distintas y cuesta mucho opositar. Digo esto porque en Alemania hay unos 10-12 tipos de camiones pero todos los fabricantes tienen los modelos definidos. Aquí cuesta todo mucho más caro porque cada uno pide modificaciones y especificaciones distintas. Y con los trajes de intervención pasa lo mismo. Cada uno quiere el escudo en un lado distinto, la radio, los bolsillos… No hay estocaje y como mínimo tardan dos meses en fabricarlo.
- ¿Qué coste tiene un camión de bomberos?
- Todo es muy caro y es el grave problema que tenemos. La última escala que incorporamos, de 40 metros, costó 1,2 millones. Lo próximo será una bomba rural pesada, un camión que sirva para ciudad y campo, y cuesta 450.000 euros. En los parques cada paso es un mundo.
- ¿Qué es lo mejor y lo peor de su profesión y lo que ha vivido?
«Lo mejor, sin duda, es salvar vidas y ayudar a una persona cuando está necesitada; lo peor es cuando tienes una pérdida humana»
- Lo mejor, sin duda, es salvar vidas y ayudar a una persona cuando está necesitada. Es una satisfacción. Además de llegar y poder controlar un incendio, como el que tuvimos de Hierros España. Lo peor es cuando tienes una pérdida humana. Es una total frustración cuando llegas a un incendio y ha fallecido una persona y no puedes hacer nada. Por desgracia siempre se habla de que los bomberos llegamos tarde y tenemos esa mala fama. Hay que tener en cuenta que en dos minutos un incendio ha podido destruir una habitación. La rapidez con la que se desarrolla es impresionante. Puede tardar tres horas en salir la llama pero en el momento que sale esa reacción en cadena… cómo haya puertas o ventajas abiertas es exponencial la rapidez con la que se desarrolla el incendio. Nosotros la suerte que tenemos en Huelva es que cualquier punto de la ciudad no está a más de cinco minutos, pero entre que te llaman o no y si es incendio está bien desarrollado es complicado.
- ¿Cómo se actúa para optimizar el tiempo?
-El tiempo es primordial. Tenemos ya establecido un protocolo de actuación en función de cada incidente y cada uno sabe la función que tiene que desarrollar, porque en el momento no te puedes parar a pensar. Todo el mundo cuando llega sabe su cometido.
- ¿Hay algún recuerdo o imagen que tenga especialmente marcado en su memoria?
«Tengo dos imágenes que no se me van a borrar nunca»
- Tengo dos imágenes que no se me van a borrar nunca. Una es de un incendio en el que una anciana que se quemó entera. Estaba en silla de ruedas, le salió ardiendo el brasero y ver a una persona que se queda como una muñequita, consumida… Otra mujer murió por muerte natural viendo la tele y como vivía sola se dieron cuenta a los 4-5 días. Era obesa y grande y no podía ni quitarla de la silla de cómo se había hinchado. Mira que han pasado años, pero esas imágenes las tengo grabadas en mi mente y nunca las olvidaré.
- ¿Qué incendios recuerda más?
- Hemos tenido tres incendios grandes en las fábricas. En Refinería salieron ardiendo dos tanques importantes, que ha sido de los más grandes en una fábrica en Huelva. También hubo otro en Ertisa. Además, como tenemos un convenio de colaboración con los bomberos del Consorcio, nos llaman cuando tienen una necesidad imperiosa y participamos en los incendios forestales, siendo los más importantes los de Mazagón y Almonaster. Las fábricas tienen servicios de extinción propios y eso ayuda en los incendios, pero en los del campo te ves con una impotencia muy grande. Somos bomberos de ciudad y tenemos una mentalidad distinta. El de la ciudad está para apagarlo y en cambio un incendio forestal al no tener agua suficiente tienes que tratar de controlarlo. En estos dos grandes incendios nuestra misión estuvo más en proteger a a los habitantes de los pueblos de alrededor. Fue un trabajo fundamental en casas de Matalascañas y Mazagón. Teníamos efectivos repartidos y era muy importante la coordinación para saber en qué momento y dónde está todo el mundo porque igual se necesitaban más en otro sitio.
- Los bomberos actúan en muchas situaciones, como accidentes y rescates, pero al final la lucha contra el fuego es la más emblemática
«Estamos viendo una gran cantidad de personas mayores solas y te toca el sentimiento. Ves la dejadez que hay de los familiares»
- Las actuaciones de incendios no son las únicas ni las mayoritarias. Las mayores asistencias a parte de los incendios es a las personas impedidas. Hay un aumento impresionantes de personas mayores que están solas. En nuestras ultimas estadísticas, de 1.700 servicios casi un 20% son asistencias de este tipo y es muy grande. Dice mucho de cómo estamos evolucionando como sociedad. Estamos viendo una gran cantidad de personas mayores solas y te toca el sentimiento. Ves la dejadez que hay de los familiares. Muchas veces tienen hijos y ves que no cumplen con sus obligaciones y se ve ese cierto abandono. Hay quien ve que la obligación de levantar a la persona del suelo cuando se cae es de los bomberos pero es de la familia. Hay que recordar que somos servicios de urgencia y que cuando se desplazan medios a un lado se están dejando de atender otros.
- ¿Cómo es la relación de los bomberos con el fuego? ¿Hay que tenerle miedo o respeto?
- El fuego hay que respetarlo. Con la formación y los medios que tenemos a veces hay que decirle a la gente, tranquilo. Hay que tenerle un respeto al incendio, pero sabemos cómo controlarlo. Prefiero un incendio a una riada o lluvias torrenciales, a un viento huracanado porque el fuego es de los elementos más controlables y nuestro medio de vida. Nuestro mayor problema en un incendio es la visibilidad. No se ve nada. Eso de las películas es mentira. No se ve absolutamente nada y encima no puedes respirar. Una de las técnicas que ahora estamos utilizando es la de ventilar cuando hay muchísimo humo. Llevamos ventiladores para poder ver y rescatar a una persona. Si las condiciones se dan se despeja el humo a otro sitio para la ventilación, aunque pueda aumentar algo, pero se tiene visibilidad y medios para la extinción.
- ¿Qué es lo que hay que hacer y lo que no en un incendio?
«Una de las reacciones ante un fuego es salir corriendo hacia la escalera, pero si está llena de humo mueres»
- Al no haber prevención el mayor problema cuando surge un incendio es que las personas no saben cómo actuar. Al no saber, en un incendio tu instinto te mata porque te lleva a meterte en la boca del lobo. Una de las reacciones ante un fuego es salir corriendo hacia la escalera, pero si está llena de humo mueres y eso le pasa a muchas personas. Donde hay que quedarse es en su casa. El mayor daño que se le puede hacer a un incendio es cerrarle las puertas. El humo va a hacia arriba, el fuego se queda sin oxígeno y se apaga. De lo contrario se propaga el humo, que es lo que mata a la mayoría de las personas, que no mueren quemadas, sino asfixiadas. Hay más de 140 gases en un incendio. El monóxido de carbono hace que no te entre oxígeno y el anhídrico carbónico hace que aumentes tu respiración diez veces. No puedes hacer lo de coger oxígeno y aguantarlo, como antes de entrar en el agua. Lo mismo que muchos no pueden coger aire y atravesar un corredor lleno de humo. El anhídrico carbónico hace que tengas que respirar y te atragantas al hacerlo. Lo mismo que el aire caliente a partir de 65 grados te quema los pulmones y te puede matar. Es mejor cerrar la puerta para protegerse. Y antes de todo, por su puesto, tener detectores de humo.
- ¿Qué errores más comunes cometen las víctimas de incendios?
«Cerrando las puertas están compartimentando el fuego y evitas que se extienda más rápido»
- En la mayoría de las casas se cometen dos errores. Uno es salir corriendo con el pánico y dejar la puerta abierta. Si tienes un incendio en casa y no lo puedes parar simplemente con cerrar la puerta ya es mucho. Una puerta por muy mala que sea puede aguantar un fuego dos o tres minutos, pero si está cerrada. Si la puerta esta abierta no aguanta nada. Sería bueno tener un extintor en casa. El extintor está para apagar un incendio en los primeros 30 segundos. Cuando ha pasado ese tiempo, ya no eres capaz de apagarlo. Por ejemplo, en esa sartén que se queda en la cocina con todas las puertas abiertas, el humo que desprende se pega a los muebles y los tienes que tirar. Se impregna de tal forma que por mucho que lo laves una y otra vez no se va. Cerrando las puertas están compartimentando el fuego y evitas que se extienda más rápido. Además, de que al dejar la puerta abierta los daños son mayores en la vivienda, esto afecta a las personas de los pisos de arriba al extenderse. Las personas de los pisos de arriba deberían quedarse en casa y no salir. Hay quienes irán hacia la azotea, pero es donde está la mayor concentración de humo y calor. Además esas puertas de salida arriba tienen llave y si no la llevas o con el humo no ves absolutamente nada, no las puedes abrir y la mayoría de las personas por desgracia mueren.

- Mencionó antes los detectores de humo ¿Dónde habría que colocarlos?
«Lo importante en un incendio es que te avisen pronto y eso lo hace un detector de humo»
- Lo importante en un incendio es que te avisen pronto y eso lo hace un detector de humo, que por un precio pequeño de entre 10 y 15 euros, lo cumple a la perfección. Lleva tres pilas y te puede durar entre 5 y 10 años sin tocarlo. Cuando se van acabando las pilas te avisa con un pitido durante dos meses. Trae tornillos pero con un poco de silicona lo pones en el techo. En la cocina no hay que instalarlo porque te da falsas alarmas. Es importante que te avise cuando estás dormido. Se podría poner poner uno el recibidor, que da aviso si hay fuego en la cocina o el comedor y es el primer que va a saltar y otro en el pasillo de las habitaciones. Insisto, para sobrevivir en un incendio es importante que te avisen pronto y sobre todo después, cerrarle las puertas al fuego.
- ¿Que os llamen héroes es algo que le gusta a los bomberos? ¿Puede ser un enemigo del bombero tener demasiado espíritu heroico?
- No nos sentimos héroes. Nuestra satisfacción es el deber cumplido. Es complicado que pase eso porque llevamos todo muy estudiado y cada uno tiene su misión. El bombero puede perder los papeles cuando ve que hay una persona en riesgo, pero tiene muy claro cómo actuar. En un rescate si un rescatador sufre un accidente, el rescate se ha acabado. Estamos arraigados a nuestra profesión, hay una gran dedicación en la que convives 24 horas con tu gente y tienes que tener un gran nivel de compañerismo, de estabilidad con ellos.
- En el trabajo de bombero tiene que ser fundamental sentir la seguridad de tener compañeros preparados como respaldo

«Veo necesario pasar una ITV, un reciclaje. En Inglaterra se hace cada dos años»
- Es muy importante para nosotros la formación y yo soy partidario, como pasa en Inglaterra, de que haya que demostrarla periódicamente, pero aquí se es funcionario para toda la vida. Veo necesario pasar una ITV, un reciclaje. En Inglaterra se hace cada dos años. Hay algunos que se cuidan física y formativamente y eso es fundamental y otros se dejan ir. En Inglaterra si no estás bien ni física ni técnicamente, te dan seis meses para que te pongas las pilas y si a la asegunda vez no pasas el reciclado vas a la calle. Nosotros siempre trabajamos en pareja cuando vamos a un incendio y tu compañero es que te va a salvar la vida si tienes un problema.
- Tras tantos años de servicio tendrá muchas anécdotas y situaciones curiosas, llamadas por una situación de alerta que después no lo era tanto
- Quiero aclarar que nosotros estamos conectados con el 112, pero seguimos manteniendo en Huelva capital nuestro teléfono, el 080, con cuatro líneas, algo que ya no existe en otras ciudades. La mayoría está acostumbrado al 112 pero el 080 es más rápido, porque lo coge un bombero directamente. Con el 112 desde Sevilla se coge la información y se pasa a Huelva. Hay más intermediarios. Anécdotas hemos tenido muchas. No sé si es verdad o mala idea, pero en los últimos dos años hemos tenido tres o cuatro incendios de viviendas en Huelva en los que mandamos un tren de salida, compuesto por nueve hombres, una bomba urbana pesada, una bomba urbana ligera y la autoescala. Imagínate que ven llegar todo ese tren con las sirenas y está el pobrecito haciendo en su terraza o su ático una barbacoa y ha llamado alguien diciendo que hay un fuego en la casa. A la familia y a los invitados les cortas el rollo, se les queda una carita impresionante y es muy llamativo. A más de uno se le acaban las ganas de comer. También nos llaman para muchos rescates de mascotas, que para ellos es lo más importante del mundo y lo entendemos. Si alguien se olvida las llaves para eso están los cerrajeros. Nosotros sólo intervenimos si hay una urgencia. Si por ejemplo a una persona se le ha cerrado la puerta de casa con la llave dentro y tiene la comida al fuego, o un niño que se ha quedado encerrado, entonces sí abrimos la puerta.



- Su afición como coleccionista tiene mucho que ver con su profesión, ¿no es así?
- Tengo una colección de más de cien camiones de bomberos, con todo su historial, de todo el mundo. Durante un tiempo tuve una enfermedad, que ya superé afortunadamente, y me dediqué coleccionar bomberos de plomo y tengo cerca de 180, de todo el mundo también. Cada vez que encuentro en Internet uno que no tengo, lo compro y tengo una colección muy bonita, la verdad. Y luego mi vocación es prevencionista, como he dicho antes. Tengo formación en investigación de incendios. La formación para mí es muy importante y tengo una gran colección de libros y revistas de prevención de riesgos laborales, materia en la que tengo el máster.