La inseguridad ciudadana en Huelva, más allá del Torrejón
Barrios como Pescadería o El Molino de la Vega denuncian una escalada de la delincuencia en sus calles
El propio Ministerio del Interior habla de un aumento de la criminalidad de un 8,6%, con incrementos especialmente significativos en delitos de lesiones y de riñas tumultuarias
La Subdelegación convoca la Junta Local de Seguridad en Huelva para abordar la escalada violenta de El Torrejón
El Molino de la Vega, Pescadería y Zafra, «puntos negros» en Huelva de trapicheo de droga, asentamientos y okupas
Vecinos de Costa de la Luz denuncian que los problemas de inseguridad persisten, con nuevas peleas con gorrillas
En la zona del polígono de San Sebastián las familias comenzaban la semana pasada indignadas tras descubrir a okupas que se habían colado a pasar el fin de semana al patio de un colegio de Infantil. En Pescadería denunciaban este mismo domingo la enésima pelea entre gorrillas en un solar del barrio. En El Molino de la Vega la asociación de vecinos se plantea apoyar la construcción de un parking privado que vendría a eliminar uno de los descampados de la barriada, foco habitual de delincuencia. En los tres puntos de la ciudad -y en otros tantos-, la demanda es la misma: hace falta más presencia policial.
La sensación de inseguridad que denuncian hoy por hoy muchos vecinos de la capital onubense, que en las últimas semanas ha vuelto a acaparar titulares a nivel nacional tras la muerte de una persona tras un tiroteo en el barrio de El Torrejón, no es sólo una sensación.
El propio Ministerio del Interior, en su balance de criminalidad del segundo trimestre de 2024 -está pendiente de publicación el del tercero- reconoce que la tasa en Huelva ha aumentado un 8,6% respecto al mismo periodo del año 2023, con una especial prevalencia de la ciberdelincuencia, pero también de los delitos «graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria», con un incremento en este caso del 52%, o de los delitos contra la libertad sexual -sin penetración -, que aumentaron un 28,6% respecto al mismo periodo del año anterior.
Así, la reunión de la Junta Local de Seguridad celebrada hace unos días ante la alarma generada por los sucesos del Torrejón analizó, supuestamente -según la información que se trasladó de forma oficial- «el índice de criminalidad en cada uno de los barrios, para canalizar las diferentes actuaciones en las zonas más sensibles, estableciendo estrategias de seguridad integral y de respuesta». Pero dichas estrategias no se han trasladado a la opinión pública ni traducido en un mayor número de efectivos policiales en las calles, que es lo que vienen demandando los vecinos.
«Desde Policía Nacional se mantienen los servicios ordinarios habituales reforzando los distintos eventos que vayan sucediendo, como la Feria del Caballo, que este año contará con el apoyo de la Unidad de Caballería de Sevilla«, se limitaban a señalar a este periódico desde la Policía tras ser cuestionados por el tema.
Descontento y miedo entre los vecinos
Mientras tanto, los vecinos de barrios afectados por riñas y peleas continuas han mostrado su descontento por la actuación de las autoridades, mostrando su indignación porque «sólo» se atiendan este tipo de eventos especiales y no sus requerimientos diarios.
Lo han hecho, por ejemplo, desde la barriada de Pescadería, en plena zona centro, cuya asociación de vecinos volvía a reunirse esta pasada semana con la concejala de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Milagros Sánchez, y el intendente de la Policía Local, trasladándoles una vez más los problemas de inseguridad que vienen generando «los asentamientos chabolistas levantados en el entorno» y, sobre todo, «las continuas disputas en el solar de las calle Hermanos Costaleros« que se usa como «un aparcamiento totalmente insalubre y es un foco de contaminación y de peleas continuas».
«El Ayuntamiento nos dice que se trata de una responsabilidad de la Subdelegación porque de ellos es la competencia en materia de inmigración y se trata de personas extranjeras, pero nosotros insistimos en lo que venimos reclamando dese 2019: que esos terrenos se destinen al uso que el PGOU contempla para ellos como suelo dotacional, y que se eliminen esos aparcamientos», explica a huelva24.com la presidenta de la Asociación de Vecinos de Pescadería, María Luisa Domínguez.
«Hasta que no lo hagan así, esa zona seguirá siendo territorio comanche», lamenta, recordando las continuas peleas, incendios, agresiones y asaltos que se vienen produciendo en los últimos tiempos, «con trifulcas no sólo entre ellos, sino también con los ciudadanos que se niegan a pagar por aparcar allí, a los que increpan y han llegado a destrozar el coche».
Ante esta misma situación, relacionada también con la existencia de solares controlados por gorrillas y edificios y locales okupados, se encuentran también, por ejemplo, en El Molino de la Vega, donde en los últimos años también se vienen denunciando «trifulcas constantes, agresiones con arma blanca, peleas y conflictos continuos». Habla el presidente de la Asociación de Vecinos Costa de la Luz, Carmelo Merchán, que siente que «hemos pasado de ser un barrio modélico, tranquilo, en el que los vecinos tenían muchas iniciativas, a ser referencia por otros motivos bien distintos y que tienen a los vecinos hastiados».
Ante lo que consideran inacción por parte de las autoridades, «que se lanzan la pelota unas a otras, aunque hay ordenanzas que, por ejemplo, permitirían regular la problemática con los gorrillas», de momento los vecinos se van a reunir esta semana para plantearse el apoyo público a la cooperativa que quiere montar un aparcamiento privado en la zona, «porque creemos que eliminar ese foco de gorrillas puede solucionar algunos de los problemas que acusamos».
Atención a las peculiaridades de los barrios
Por su parte, desde el Ayuntamiento de Huelva la concejala de Seguridad asegura que «se tiene especial sensibilidad con todas y cada una de las demandas y requerimientos ciudadanos que llegan al mismo, prestando especial atención a aquellas cuestiones que afectan a la pacífica convivencia de los onubenses en cualquier barriada».
«Desde el Ayuntamiento hay una clara y fuerte apuesta por el tratamiento integral de las distintas situaciones que se puedan dar en la ciudad, cada barrio tiene sus peculiaridades así como sus necesidades, atendiéndose a las demandas de los diferentes agentes sociales, especialmente asociaciones de vecinos, colegios y otros», insiste Milagros Sánchez, pese a las quejas de estos colectivos vecinales.
Por su parte, ante el aumento de la inseguridad y de la incertidumbre por parte de los vecinos en determinadas zonas de la ciudad, desde el Ayuntamiento explican que en lo que respecta a seguridad ciudadana se actúa en dos frentes. «Por un lado en las tareas diarias de protección y vigilancia, incluyendo la seguridad del tráfico; y por otro lado, las actuaciones puntuales a demanda de la ciudadanía. En función de las necesidades temporales que puedan darse en distintas zonas de la ciudad, se procede a incrementar la vigilancia con el fin de asegurar la convivencia vecinal».
Una convivencia especialmente deteriorada en algunas barriadas, donde las denuncias y peticiones de intervención para solucionar problemas que se vienen eternizando son constantes, pese a que «no encontramos respuesta a nuestras demandas».