URBANISMO
Huelva quiere unirse al club de ciudades con antiguas cárceles rehabilitadas: estos son los mejores ejemplos
'HUELVA DISTRITO H'
El ambicioso plan de rehabilitación de la cárcel de Huelva sigue el modelo de ciudades como Barcelona, Lugo, Palencia o Segovia, que han reconvertido sus antiguos penales en centros culturales y sociales
El Ayuntamiento quiere convertir la Isla Chica en el epicentro cultural de la ciudad
Así quedaría el proyecto de rehabilitación de la antigua prisión de Huelva

En los últimos años, muchas ciudades en todo el mundo han apostado por la rehabilitación de antiguas cárceles para transformarlas en espacios culturales, educativos o turísticos. Estos proyectos no solo preservan el patrimonio histórico, sino que también permiten integrar estos edificios en el tejido urbano y ofrecerles nuevos usos que benefician a las comunidades.
Un ejemplo que bien podrían enmarcarse en esta tendencia es el ambicioso proyecto de rehabilitación de la antigua cárcel de Huelva, que se plantea como un nuevo eje cultural y social de la ciudad. Para comprender mejor el alcance de este tipo de intervenciones, es útil comparar el caso de Huelva con otros ejemplos en España y en el extranjero, que muestran las diversas posibilidades que ofrecen las cárceles rehabilitadas.
En España, la tendencia a reconvertir antiguas prisiones en espacios de utilidad social y cultural se ha consolidado en varias ciudades, cada una con sus particularidades. Un caso destacado es el de la conocida Cárcel Modelo de Barcelona, una prisión que funcionó durante 113 años hasta su cierre en 2017 y que encerró entre sus muros a delincuentes como El Vaquilla. La transformación de este
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complejo carcelario en un espacio cívico-memorial ha sido otro ejemplo de cómo integrar la memoria histórica con usos contemporáneos. El plan director aprobado en 2023 contempla la creación de viviendas sociales, un instituto educativo y un memorial democrático, así como un programa de eventos culturales. Esta reconciliación de la memoria histórica y la modernidad ha sido una característica destacada en la rehabilitación de otras prisiones, como la Cárcel de Lugo, que ahora alberga un centro de arte contemporáneo, o el Centro Cívico Cultural de Palencia, donde se han integrado elementos modernos respetando la arquitectura original.
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En Huelva, la rehabilitación de la antigua cárcel forma parte de un proyecto más amplio de transformación de la barriada de Isla Chica. El plan incluye la demolición de los muros perimetrales del edificio, lo que simboliza la apertura del espacio al público y la conexión del centro con el resto de la ciudad. Al igual que en Barcelona, el Ayuntamiento de Huelva tiene la intención de combinar los usos culturales con la creación de espacios educativos y de innovación, concretamente conservatorios de música y danza, un auditorio, y un centro de innovación económica, entre otras dotaciones.
Otro ejemplo relevante en España es el de la antigua prisión de Segovia, que ha sido transformada en un centro cultural y artístico. Las celdas de la cárcel han sido adaptadas para albergar estudios de artistas, mientras que el complejo también acoge festivales y exposiciones. Este modelo de reconversión se alinea con el enfoque de Huelva, que busca crear un espacio donde la cultura, la educación y la innovación sean las principales protagonistas. La clave en este tipo de transformaciones es la integración de usos flexibles que fomenten la interacción entre los ciudadanos y el espacio, algo que también se busca en Huelva con la creación de un espacio de formación en economía circular.
En el ámbito internacional, uno de los ejemplos más llamativos es el de la Old Melbourne Gaol en Australia. Esta prisión, que en su día albergó a algunos de los criminales más sanguinarios del país, ha sido reconvertida en un museo que ofrece una experiencia inmersiva, permitiendo a los visitantes experimentar la vida de los reclusos a través de recorridos guiados. En Nueva Zelanda, la prisión de Napier también se ha transformado en un museo que, además de ser un atractivo turístico, ofrece alojamiento a sus visitantes. Estos ejemplos internacionales muestran cómo las antiguas cárceles pueden ser reutilizadas de maneras muy diversas, combinando elementos de la memoria histórica con un enfoque turístico.
Si bien los casos internacionales ofrecen una perspectiva más amplia sobre las posibles transformaciones de las antiguas cárceles, las iniciativas españolas han destacado por su enfoque en la integración social y la creación de espacios multifuncionales. En este sentido, el proyecto de Huelva se encuentra en una posición favorable al combinar un fuerte componente cultural con el impulso a la innovación y la sostenibilidad, como lo han hecho otras iniciativas en España, como la Cárcel de Reus, en Tarragona, que ha sido transformada en un centro social y cultural de referencia en la zona.
Todos los ejemplos aquí descritos viene a confirmar que el proyecto de Huelva, al igual que los casos mencionados, tiene el potencial de ser un referente de regeneración urbana y social, combinando memoria histórica, innovación y participación ciudadana. La clave del éxito radicará en cómo estos espacios se integren en la vida del barrio y de la ciudad y en el uso que los onubenses les den.