Los catequistas de la parroquia de San Pablo, sobre los cursos para homosexuales: «El Obispado de Huelva no dice la verdad»

Responsables de los «cursos pre-bendición» para parejas del mismo sexo o 'irregulares' aseguran que el vicario estaba informado

Acusan al Obispado de ignorar el mensaje del Papa Francisco en su declaración 'Fiducia Supplicans' que permite a los sacerdotes bendecir a parejas homosexuales

El Obispado de Huelva prohíbe unos cursillos «pre-bendición» para parejas homosexuales que se ofrecían en una parroquia

Efectos colaterales de la 'Fiducia Supplicans' o bendición a las parejas homosexuales

Parroquia de San Pablo, en la barriada de El Higueral de Huelva google
H. Corpa

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Continúa la polémica desatada en la diócesis de Huelva por la prohibición de unos «cursos pre-bendición» para parejas del mismo sexo o en situación irregular –no casadas–. Tras la reacción oficial del Obispado, que aseguró haberse enterado «por la prensa»» de la existencia de estos cursillos en la parroquia de San Pablo, un grupo de catequistas de esa comunidad ha alzado la voz para desmentir la versión ofrecida desde el palacio del Conquero y defender al párroco, que «enfermo y a sus 78 años» estaría recibiendo presiones de la prelatura onubense.

En una entrevista concedida a huelva24, una de las catequistas responsables de los cursillos (que ha preferido no ser identificada) ha relatado con detalle cómo surgió la iniciativa, qué se pretendía con estos encuentros y por qué se sienten decepcionados con la postura del obispo de Huelva, Santiago Gómez. Especialmente por cómo podría ésta afectar al párroco de San Pablo que, no obstante, mantiene intacta su convicción de que la Iglesia debe acoger a todas las personas, como así se lo explicó a esta catequista: «Si yo tuviera ahora 20, planteaba la lucha, pero estoy cansado», le confesó el cura de la barriada de El Higueral.

«El vicario dijo, adelante»

Según explicó a huelva24 la catequista, la idea de adaptar los habituales cursillos prematrimoniales para que incluyeran a parejas del mismo sexo o parejas en situación irregular partió de una reflexión conjunta con el párroco de San Pablo: «Le propusimos ampliarlos, ya que el Papa, en su declaración 'Fiducia supplicans', había admitido que hubiera una bendición no sacramental para las parejas del mismo sexo y para parejas en situaciones irregulares». Los catequistas expusieron la propuesta al párroco y, a continuación, decidieron informar a la diócesis: «El párroco informó al vicario que esto se iba a hacer así y el vicario dijo, adelante». En este punto, la catequista se

«Lo que ha salido del obispado el pasado lunes por la noche es mentira, no es verdad que ellos se hayan informado por la prensa»

muestra rotunda al desmentir al Obispado: «Lo que ha salido del obispado el pasado lunes por la noche, pues la primera parte es mentira, no se han informado por la prensa, eso no es verdad».

Fue, según ella, el enfado manifestado por el obispo atemorizó al vicario: «Yo creo que se ha puesto de perfil y ha dicho, ah, yo no sabía nada». De hecho, las acusaciones de los catequistas apuntan a que el Obispado no solo niega haber tenido información previa, sino que, al dar por sentado que no conocía la iniciativa, deja al párroco «en muy mal lugar». Esta situación, reiteran, la consideran especialmente injusta para un sacerdote que «no quiere más jaleo» y que «está recibiendo un montón de presiones». No obstante, asegura que los laicos de la parroquia se mantienen firmes en su respaldo al párroco.

Acogida y formación, las claves de los cursillos

En cuanto al contenido de los cursos, los catequistas destacan la intención de ofrecer «un espacio de acompañamiento y formación espiritual antes de recibir la bendición religiosa». Se planteaba una jornada de convivencia «para hablarles un poco del amor de Dios, de Jesús de Nazaret, que conocieran su figura», siempre con la premisa de que la Iglesia está llamada a «acoger» a todos, sin distinción.

Además, se tenía en cuenta la realidad de muchas familias en el barrio, donde, según señala la catequista, «el párroco tiene la convicción de que todos los niños que bautiza son de parejas que no están casadas». Precisamente por ello, deseaban tender una mano a esas parejas para que «se sintieran amados por Jesús sin ninguna distinción». Esta iniciativa, sin embargo, en palabras de la diócesis, «no corresponde con el magisterio del Papa Francisco ni con la práctica pastoral de la Iglesia».

«Por detrás del Vaticano»

La catequista, por otra parte, no oculta su decepción ante el hecho de que el Obispado, a su juicio, «va todavía por detrás» de la apertura que propicia el documento 'Fiducia supplicans'. La postura diocesana «va en contra del Evangelio de Jesús», que sería, recuerda la entrevistada, en lo que se basa esta iniciativa parroquial. Y pone el dedo en la llaga: «Si hubiéramos hecho esto en silencio, sin darle difusión en redes, seguro que hubiera salido, porque en la Iglesia 'si no se sabe, no está ocurriendo'». Sin embargo, explica que optaron por la transparencia precisamente para «ir con la verdad y decir, a ver, esto es así, y no tenemos por qué ocultar lo que estamos haciendo».

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