al ver 'errónea' la valoración de pruebas
La Fiscalía recurrirá la sentencia del robo de hachís en Aduana
18.28 h. La Fiscalía de Huelva va a presentar un recurso en apelación contra la sentencia por el robo de una tonelada de hachís en el edificio de Aduana durante la Nochevieja de 2012 coincidiendo con las campanadas de Año Nuevo, que condena únicamente a F.J.L.R., el vigilante de seguridad de la citada sede de Aduana en Huelva, mientras que absuelve a los otros once acusados.
Según han informado a Europa Press desde la Fiscalía, el Ministerio Público, que rebajó de once a seis años la solicitud de condena para este vigilante por hurto continuado, robo y delito contra la salud pública, ha decidido que interpondrá el recurso al considerar errónea la valoración de las pruebas por parte del tribunal encargado del caso respecto a los demás acusados.
Del mismo modo, Manuel Domínguez, la defensa del vigilante, también va a recurrir esta sentencia, que lo condena a cuatro años de cárcel por un delito de robo con fuerza en concurso con otro contra la salud pública, por el que le impone además una multa de 6,1 millones de euros.
Ambos recursos serán elevados a la Audiencia Provincial tras la condena dictada la pasada semana por el Juzgado de lo Penal 4 de Huelva. Cabe recordar que la sentencia absuelve a todos los demás acusados al considerar que no se ha acreditado la participación de los mismos en los hechos descritos y señala que aquella noche un número no determinado de individuos cuyas identidades no se han precisado entraron en las instalaciones de Aduana apoderándose de 950 kilos de hachís, una sustancia que no ha sido recuperada.
El juzgado absolvió a este vigilante -al que dejó en libertad tras culminar el juicio y llevar en prisión preventiva desde que ocurrieron los hechos- de los delitos de hurto continuado y de otro contra la salud pública que también pedía el Ministerio Fiscal en su acusación.
Durante el juicio, siete de los 12 acusados -los demás se acogieron a su derecho a no declarar-, negaron los hechos y dos de ellos aseguraron que se sintieron amenazados por la Policía para que firmaran la declaración. Finalmente, el vigilante de seguridad también se acogió a su derecho a no declarar.