Los niños de Emigrantes protagonizan una jornada de convivencia en El Rocío

La iniciativa parte del hermano mayor, Nono Ortiz, que desde que comenzó su mandato tuvo como objetivo principal hacer participe a los más jóvenes de la vida social y religiosa de una hermandad que este año cumplirá sus 50 romerías peregrinando a la aldea almonteña.

Tras la bienvenida del hermano mayor y sus colaboradores dieron comienzo los diferentes talleres de la mañana con pintura sobre lienzo y diseño de pulseras. Después, la hermandad ofreció una comida a todos los participantes en el patio central, “donde se vivieron momentos de convivencia muy emotivos con todos los hermanos arrendatarios de habitaciones y apartamentos, que en todo momento colaboraron con la iniciativa”, señaló la filial en un comunicado.

La jornada continuó con un taller de canto y el esperado taller de equitación, que entusiasmó a grandes y pequeños, donde todos los participantes tuvieron la oportunidad de conocer más de cerca el mundo del caballo y pudieron montar a los equinos supervisados por expertos monitores y voluntarios.

A media tarde pusieron rumbo al pueblo de Almonte para visitar a su patrona. La comitiva formada por varios centenares de hermanos y devotos recorrió sus calles aportando un color especial a la tarde del sábado. Los tamborileros fueron los encargados de abrir un cortejo alegre, simpático y muy rociero que hizo una entrada muy especial en el paseo principal de Almonte, donde vecinos y visitantes se agrupaban en las aceras para no perderse tan singular estampa. 

Ya en la misma puerta de la Parroquia de la Asunción, llegó el momento más emotivo del día, la entrada en el templo mientras los aplausos y vítores se mezclaban con las lágrimas de los participantes. Una vez postrados ante la imagen, los más jóvenes cantaron la Salve de Emigrantes a la Señora finalizando el hermano mayor con unos emocionados vivas a la Virgen.