concierto en el estadio iberoamericano
Sabina triunfa al ralentí
Joaquín Sabina no necesitó anoche de grandes alardes para dejar más que satisfecha a la legión de incondicionales que acudió al Estadio Iberoamericano a escuchar en directo las canciones de su nuevo trabajo, ‘Lo niego todo’, pero especialmente la larga lista de temas emblemáticos que el de Úbeda, por supuesto, no pasó por alto.

Arrancó el recital con la canción que da título a su último disco, también a la gira, y compartió con el público los recuerdos que le unen a Huelva a través de su madre onubense. Así, explicó que poco antes del concierto, “la poca familia que me queda por aquí” le hizo llegar una foto que le conmovió, en la que aparecía con cuatro años el día que vio por primera vez el mar, en Punta Umbría. A continuación, Sabina abrió el primer bloque con el que “torturó” al auditorio –como él mismo adelantaba con humor– interpretando un puñado de cortes de ‘Lo niego todo’.

Ya metido en harina comenzó a desgranar los títulos que le han convertido en un referente de la historia de la música en castellano, no sin pedir disculpas por no afrontar el concierto en plenitud de facultades debido a una indisposición provocada por el calor sufrida el mismo día del concierto. Pero ni siquiera asumiendo esa condición de artista cascado –evidente, por otra parte– el jiennense, con 68 tacos de calendario en el cuerpo, dejó de dar a su público lo que había venido a buscar. Eso sí, dosificando su presencia en el escenario gracias a la extraordinaria ‘troupe’ de la que se rodea desde hace décadas: Antonio García de Diego trajo ‘Tan joven y tan viejo’, Jaime Asúa ‘Seis de la mañana’ y Pancho Varona cantó ‘La del pirata cojo’. Incluso la onubense Mara Barros, que acompaña también desde hace años al maestro en sus giras, interpretó 'Hace tiempo', un tema inspirado en una conversación que Sabina mantuvo con Gabriel García Márquez.

No faltaron en la voz de Sabina muchos de sus éxitos, como ‘Ruido’, ‘Y sin embargo’, ‘19 días y 500 noches’, ‘Noches de boda’, ‘Una canción para la Magdalena’, ‘Princesa’, ‘Pastillas para no soñar’ o ‘Por el bulevar de los sueños rotos’, que acabaron por completar dos horas de recital.