Habla de Huelva
Las Colombinas, las Fiestas del Descubrimiento de América
Las Colombinas nacieron en 1880 para conmemorar la partida de las carabelas desde Palos de la Frontera y el descubrimiento de América.


Varios años de su vida y numerosos fracasos diplomáticos le habían costado poner en marcha su plan. Ya en 1485 Colón había estado en el monasterio franciscano de Santa María de la Rábida buscando la complicidad y la intermediación de los monjes con la Corona española. Y encontró ambas. Fray Antonio de Marchena, confesor de la reina, y Fray Juan Pérez, así como la abadesa del monasterio de Santa Clara de Moguer, Inés Enríquez, pariente del rey, acogieron al genovés y defendieron su causa en una época en la que el reino estaba más preocupado en conquistar Granada que en embarcarse en cruzadas utópicas. Finalmente, el 17 de abril de 1492, se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe por las que Isabel y Fernando de Castilla y Aragón autorizaban la expedición de Colón y lo nombraban Almirante, Gobernador y Virrey de las tierras que conquistara.
Ahora bien, ¿cómo convencieron a los reyes de tan incoherente empresa? Varios historiadores y testigos de la época apuntan que en realidad Colón tenía en su poder una serie de mapas y papeles que hablaban de una tierra aún desconocido en occidente y que habrían sido legados por un marinero onubense llamado Alonso Sánchez, fallecido en Porto Santo (Madeira), donde se encontró con Colón. Aunque no está del todo claro, Alonso Sánchez, que se dedicaba a comerciar con Flandes e Inglaterra, podría haber pisado tierras americanas antes que ningún otro tras sufrir una fuerte tormenta que lo arrastró hacia el oeste, por lo que es considerado por varios cronistas como el Prenauta. Con los documentos que le confió a Cristóbal Colón, este podría haber conseguido persuadir a los reyes de la importancia de la expedición.
Colón ya tenía el beneplácito de la Corona, pero ahora debía convencer a los marineros y pilotos de Palos y el entorno del Tinto de embarcarse con él en una misión que parecía fruto de una mente desquiciada. Y es que las Capitulaciones de Santa Fe estipulaban que la villa de Palos debía ofrecer a Colón dos carabelas, pero no obligaba a nadie a formar parte de ellas. En este punto, los frailes de La Rábida volvieron a tener un papel fundamental, ya que presentaron al recién nombrado Almirante a Martín Alonso Pinzón, un armador y navegante popular de la zona que finalmente quedaría persuadido del plan, entre otras razones porque se le prometió una parte importante de las ganancias que obtuviesen en el viaje. Este, junto a sus hermanos Francisco y Vicente, y los hermanos moguereños Niño, encabezaron la expedición y lograron a enrolar a los casi 80 marineros que componían La Pinta, La Niña y la Santa María.

Todo cambió a partir de entonces. Cristóbal Colón regresaría hasta en tres ocasiones más a América, facilitando la creación de las colonias españolas en el nuevo continente. La percepción del mundo fue desde entonces diferente. Por ello, cuando en la segunda mitad del siglo XIX se planteó la celebración de unas fiestas en la ciudad de Huelva, se decidió que estas estuvieran consagradas a la partida de las tres carabelas hacia América, realzando el papel fundamental que la provincia tuvo en un acontecimiento fundamental en la historia de la humanidad. Así nacieron las Colombinas en 1880, con un marcado carácter marinero y americanista, impulsadas por la Real Sociedad Colombina Onubense y a las puertas del IV Centenario del descubrimiento de América. Hasta hoy día, cuando la ciudad continúa volcándose en sus fiestas y mostrando al mundo su rol de puerta del Atlántico y ciudad descubridora.