EL TESORO DE LA COCINA ANDALUZA
Secreto ibérico con miel y naranjas
Las variedades de esta fruta son innumerables, así como su uso en la cocina, pues participa en la elaboración de muchísimos platos, tanto en maceraciones de pescados como de carnes

Andalucía, una inabarcable despensa
Naranjas. Andalucía occidental es el mayor naranjal, proporcionalmente, del mundo. La producción solo de Sevilla y Huelva es superior a la de toda la comunidad valenciana. Las naranjas, como los rábanos, vienen que ni pintadas en esta época del año, pues con el aporte que nos hacen de vitamina C, combatimos mejor los efectos de los resfriados comunes. Pero además, las naranjas contienen flavonoides y aceites esenciales.
El saber popular asegura que las naranjas las trajeron los árabes, que usaban el naranjo amargo por la fragancia de sus floraciones, en los patios interiores de sus casas, pero en realidad, ya las naranjas se cultivaban en la antigua Roma. Fueron los portugueses quienes la importaron en grandes cantidades e hicieron popular su consumo, de las variedades dulces, claro está. En muchos países americanos y en Andalucía occidental, se les sigue llamando naranjas de la China.
Las variedades son innumerables, así como su uso en la cocina, pues participa en la elaboración de muchísimos platos, tanto en maceraciones de pescados como de carne, así como en elaboraciones de lo más variado.

Elaboración
Ingredientes: Secreto de ibérico, aceite, vino de naranja (que es lo suyo) o similar, naranjas, miel, romero, pimienta y sal.
1. En una bandeja de horno colocamos el secreto y lo salpimentamos. A temperatura moderada, 160º está bien. Al cuarto de hora le damos la vuelta y un cuarto de hora después le añadimos un chorrito de vino dulce (o si lo tenemos, de vino de naranja). Cerramos el horno y esperamos media hora más.
2. Abrimos el horno y añadimos el zumo de un par de naranjas y un poco de romero.
3. A la media hora (ya llevamos hora y media pero a temperatura moderada) damos la vuelta a las piezas de secreto, untamos con miel cada mitad, sin pasarnos, con una brochita, y subimos la temperatura del horno a 180º porque ya las vamos a terminar de hacer. Si lo hemos hecho todo bien, el secreto estará ya la mar de blando.