EL TESORO DE LA COCINA ANDALUZA

Sardinas rellenas

Aunque suele ser más consumido en verano, están en las pescaderías durante todo el año, pues cuando no vienen de un lugar vienen de otro, pero siempre hay sardinas, el pescado más popular de todos los pescados

Dibujo de una sardina B.R.

bernardo romero

Andalucía, una inabarcable despensa

Sardinas. Un pescado azul con buenísimas propiedades y que es el más consumido en España, sobre todo en verano, cuando están más cerca de la costa, aumentan las capturas y los chiringuitos playeros se huelen de lejos. Las sardinas, cuando vienen los fríos, se alejan hasta los confines de la plataforma, estableciéndose a las puertas de la dorsal. Allí van los barcos a por sardinas que se pescan y llegan a la lonja a lo largo de todo el año. Vitaminas, omega 3, magnesio, fósforo, yodo, calcio, hierro y proteínas, son razones suficiente para consumirlas, pues fortalecen el sistema muscular, ayudan a reducir el colesterol y fortalece el sistema inmunológico, es bueno para los huesos y, en definitiva aporta energías. Como para no comerlas.

Están en las pescaderías durante todo el año, pues cuando no vienen de un lugar vienen de otro, pero siempre hay sardinas, el pescado más popular de todos los pescados. Se pueden consumir frescas, a la plancha o al horno envueltas en papel de horno, por aquello de olor, pero también se pueden elaborar con ellas toda clase de pasteles o guisos, además de empanados sus lomos o, como os traemos hoy aquí, enharinadas y después fritas.

Las sardinas presentadas en el plato B.R.

Elaboración

Ingredientes: Sardinas, ajo, perejil, limón, aceite, culantro, comino, jengibre rallado, orégano, tomillo, pimienta y sal

1. Evisceramos y guillotinamos las sardinas para poder abrirlas a la mitad y extraer la espina central. A continuación, le quitamos una pequeña aleta dorsal bastante molesta si te la encuentras luego. Aquí es menester hacer una advertencia, pues si la sardina es fresca, cogida del día, es complicado extraer la espina central, ya que la encontraréis muy pegada a la carne. Es conveniente esperar a que pase el rigor mortis.

2. Una vez limpias las sardinas, las metemos en agua fría para que se desangren bien.

3. En un bol mezclamos un chorro de aceite de oliva con otro de limón, añadiendo a la mezcla un diente de ajo cortado muy fino, unas ramitas de perejil y culantro si lo tenéis, y procedemos a realizar la mezcla añadiendo las especias: comino recién molido, jengibre, tomillo, orégano, pimienta y sal.

4. Se sacan las sardinas del agua fría donde se han desangrado, se secan con papel de cocina y se pasan por la mezcla anterior. Simplemente se pasan, no se dejan macerar.

5. Se pasan los lomos por harina después de haber ajustado uno sobre otro y se fríen en aceite.

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