Sopa de tomates con gurumelos

Este año vienen los gurumelos con los primeros tomates de temporada, aunque esto sea irrelevante al tener tomates de invernadero durante todo el año. Lo reseñable es que ya tenemos tomates de temporada. Con dos de ellos de buen tamaño y madurados en la mata (1) hice esta sopa inspirada en unos gurumelos metidos en tomate que probé hace ya un montón de años en Valverde del Camino, y que he recordado ahora a saber por qué. 

Ingredientes: Cebolla, tomates, hierbabuena, gurumelos, pan de masa dura, preferiblemente de un día para otro, pimienta y sal.

Elaboración: Refrito de cebolla, una entera si es mediana o media si es grande. Seis o siete tomates si son de pera (2) o una cantidad en peso equivalente si son de otro tipo. Mientras se sofríe a fuego lento iremos pelando los tomates, quitándoles las simientes y troceándolos menudos. A la sartén con ellos porque la cebolla ya está transparente.

Picamos unas hojas de hierbabuena. Esto más o menos a gusto de cada cual. Las echamos al tomate que tenemos refriendo y salpimentamos. Vamos dando vueltas y por si las moscas añadimos un vaso de agua. A dejar que se haga con el cacharro a medio tapar. De vez en cuando nos asomamos, no se nos vayan a pegar los tomates. Pelamos los gurumelos (3) y los cabos los limpiamos bien limpios de tierra y los troceamos. Al cacharro con ellos. Vemos si se está quedando seca la sopa y añadimos más agua en ese caso. Dos vueltas y probamos a ver cómo va de sal. Rectificamos si fuera menester y a esperar a que la sopa tenga la textura que deseemos. La podemos servir más líquida o menos, luego le añadiremos más o menos agua. Al fin y al cabo, es una sopa.

Servimos con el plato hondo cubierto en su fondo con finas láminas de pan de masa dura asentado. Y ale, a disfrutar de esta sopa de tomates con gurumelos.