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¿No se multan a sí mismos?
Quiero compartir con los lectores de este periódico digital unas imágenes que tomé el jueves en el centro de la ciudad, concretamente en la calle Puerto. Allí, a la altura de la calle Ciudad de Aracena vi cómo aparcaba la Policía Local —un coche patrulla y una moto— en zonas que a cualquier hijo de vecino nos costaría una multa. A ellos, al parecer, no, aunque fueran —como pude comprobar— al Grial, la cafetería-bar de copas que hay a escasos metros.
No me puedo explicar cómo sus superiores no censuran este tipo de comportamiento, ya que semejante manera de dejar estos vehículos oficiales sólo estaría justificado en caso de estar atendiendo alguna urgencia, pero no es de recibo que se obstaculice sin motivo la calzada para tomar un café, una copa o lo que fuera en la barra de un bar.
Antonio. A. Huelva
