FOTODENUNCIA
¿Dónde plantará la próxima?
Si no teníamos bastante con la necesidad de ir esquivando por las calles de nuestra ciudad los excrementos que dejan los perros, con el permiso de algunos dueños desalmados, en esta ocasión el tema llega a un punto, aún teniendo que reconocer que a mí y a un montón de transeúntes que por allí pululaban, no nos ha quedado más remedio que esbozar una sonrisa, en el que creo que se deberían aumentar las multas en este sentido o establecer un poco más de control.

Hay que tener mala suerte para que el bordillo esté más alto y el perro o perra, ¿qué más da? sea un buen ejemplar, de manera que su 'descarga' haya quedado acoplada encima del parachoques de este coche. No me extraña que el conductor, que indudablemente entrará por la puerta contraria, no se dé cuenta y transporte esta desagradable mercancía a otra provincia de nuestra autonomía o quizás hasta otra comunidad.
Espero que en estos tiempos tan raros no lo paren en carretera y encima lo multen por atentar contra la salud pública o problemas de alumbrado nocturno. En fin, que esta foto tomada en los aparcamientos de la estación de Renfe de nuestra capital define bien los problemas de una ciudadanía poco educada, mejor será que pensemos que es la excepción la que confirma la regla.
Sin tener idea dónde plantará su próxima firma, esperando que al propietario del vehículo le toque al menos la pedrea en la lotería y mirándolo desde otro punto de vista, creo que la fotografía viene a definir perfectamente el panorama político en el que estamos inmersos.
Federico Soubrier García.