HUELVA SE UNE AL MOVIMIENTO
La moda sostenible, el nuevo significado del lujo
11.15 h. La industria de la moda es una de las más contaminantes del mundo, por este motivo nace el movimiento de la slow fashion, una moda que mira por el medioambiente y por la salud del planeta. 'Ahora tenemos la oportunidad de cambiar el sentido del lujo' dice Maximiliam Rittler, diseñador de la Royal Academy of Fine Arts.

Cuando pensamos en la palabra sostenible, nuestro cerebro se inunda de colores verdes y de palabras como ecológico y reutilizable. La definición que encontramos en el diccionario de sostenible es la siguiente: “especialmente en ecología y economía, que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente”. La moda sostenible, también llamada moda ética, sustentable o slow fashion, es un pensamiento que se refleja directamente en el diseño, en la producción y en el uso de las prendas. El objetivo es minimizar el impacto medioambiental para preservar y mejorar la salud del planeta.
La sociedad española no es precisamente una población con una gran conciencia de sostenibilidad, no solo en la moda sino en otros múltiples ámbitos. Esto es notable si comparamos España con países como Bélgica u Holanda, donde hasta el desplazamiento es ecológico, lo demuestran los datos ya que en Ámsterdam hay 600.000 bicicletas para 750.000 habitantes y 500 kilómetros de carril bici que recorren toda la ciudad, convirtiéndose en el medio de transporte por excelencia.
Sin embargo, en cuanto a moda sostenible es Bélgica la que se alza en este campo. Los diseñadores belgas siempre se han caracterizado por su slow fashion, una moda atemporal, que utiliza materiales ecológicos o directamente los reutiliza, otorgándole así otra vida.

La Royal Academy of Fine Arts, es la academia de bellas artes más famosa de Bélgica y una de las más reconocidas a nivel mundial. Allí se formaron los famosos Seis de Amberes, seis diseñadores belgas que revolucionaron la moda en los años 80, y que continúan consagrándose como grandes creativos internacionales.
Maximiliam Rittler, es un joven diseñador vienés que estudia diseño en la Academia belga, y asegura que los valores que te enseñan allí están íntimamente relacionados con la sostenibilidad. Asimismo, el diseñador declara a Huelva24.com que “prolongar la vida de las cosas, reutilizando materiales, debe ser un valor para todos. Después del Covid-19 preveo un cambio en los valores y el valor dentro de la industria. Ahora tenemos la oportunidad de cambiar el significado del lujo”.
La diseñadora, Marina Yee, que pertenece a los Seis de Amberes, presentó en 2018 una pequeña colección en la ciudad de Tokio, y sus declaraciones a Vogue reflejaban su pensamiento ecológico y atemporal: “Quería una colección muy pequeña, y siempre me ha atraído diseñar abrigos porque tienen una larga vida. Además, quería algo que fuera ponible durante mucho tiempo. También me gusta mucho la ropa de segunda mano porque la estudio”.

A pesar de lo expuesto, por suerte, la moda ética también existe en España, aunque en menor medida, y Huelva concretamente está introduciéndose en este movimiento gracias a tiendas sostenibles como Papagayo Vintage o Trapos Con Otro Punto.
Fali Durán, periodista de formación y de profesión, decidió hace aproximadamente ocho años convertir uno de sus sueños en realidad, y este era el de emprender y crear una tienda sostenible en todos los sentidos: Trapos Con Otro Punto. La propia Fali confiesa a Huelva24.com que hasta el mobiliario de la tienda es sostenible, tanto es así que las perchas son palos recogidos en el campo.
Normalmente, se piensa que la moda sustentable tiene relación únicamente con materiales rotos o estropeados, pero realmente la materia prima que se utiliza en numerables ocasiones es de gran calidad, ya que se apuesta según Durán, por “materiales nobles, más resistentes y duraderos, algodón 100%, lanas puras, hilo de lino o fibras sintéticas que respetan al medioambiente”.
Respecto a este movimiento en España, la periodista afirma que “la moda sostenible en España es minoritaria, nosotros estamos en contacto con pequeñas empresas que principalmente se ubican en el norte, donde hay una corriente muy importante de artesanos y costureras que apuestan por materiales de alta calidad, algodones orgánicos, y crean prendas multitalla adaptables con una gran perdurabilidad”. El hecho de que una prenda dure mucho más tiempo, soluciona el problema tan actual del consumismo.

En Trapos Con Otro Punto, realizan prendas a medida, no producen en serie, sino en pocas cantidades y reutilizan y customizan ropa que el propio cliente trae para inventar una prenda nueva a raíz de una antigua. La empresaria confiesa que “a nosotros no nos interesa una moda, sostenible o exclusiva, que no esté al alcance de una persona de clase media-baja, no buscamos la élite, no es nuestra forma de entender la vida ni la moda”.
Por otro lado, encontramos a Miguel Bejarano y Estefanía Barba, los dueños de Papagayo Vintage. Miguel cuenta a Radio Huelva que “Papagayo nace de ‘dos locos’ trabajadores que nos gusta la moda, buscando un aire fresco y trayendo cosas exclusivas a la ciudad. Queremos que cada persona que compre tenga su sello de identidad”.
El joven empresario piensa que cada vez hay una mayor conciencia sobre la compra de ropa de segunda mano, aunque confiesa en el programa 'Con estilo' de Radio Huelva, que todavía queda mucho camino por delante para que ese pensamiento se consolide no solo en Huelva, sino en nuestro país.

“La ropa de segunda mano no quiere decir que sea ropa rota o deteriorada, todo pasa por un control de calidad, de higienización, nosotros valoramos mucho la sostenibilidad. Es un sector que va creciendo poco a poco”, estas palabras de Miguel quizá aporten mayor confianza al consumidor a la hora de comprar prendas reutilizadas.
La moda sostenible, moda ética, sustentable o slow fashion viene para quedarse en la sociedad. Según la ONU “la industria de la moda es la responsable del 20% del desperdicio total de agua a nivel global, tan solo la producción de ropa y calzado produce el 8% de los gases de efecto invernadero”. Por ello, se le llama también moda ética, porque es una moda que conoce su gran impacto contaminante y propone soluciones como la utilización de materiales que respetan al medioambiente o evitar el consumo irresponsable.