El coleccionista de dientes: la Policía desmantela una clínica odontológica pirata

El falso facultativo estaba modificando una prótesis dentro de la boca de un paciente al llegar los agentes, en un local de Usera regentado por chinos

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Dientes acumuladoso en un vaso, herramientas sin higienizar y carne mezclada con otros enseres ABC
Carlos Hidalgo

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Tenía mezclada comida, herramientas de trabajo y dientes acumulados, en un sótano. No era el Ratón Pérez, sino un falso 'dentista' que se dedicaba, entre otras cosas, a hacer extracciones a personas del barrio de Usera; sobre todo, de origen chino, como él. Es más, cuando los agentes de la Oficina de Atención al Ciudadano que entraron en el local hace unos días, estaba practicando un implante a una paciente. Tal cual.

El Colegio de Odontólogos está valorando presentar una denuncia contra esta persona, por intrusismo profesional. Porque, aunque el local tiene licencia, él carece de una titulación necesaria para ejercer de dentista; solo poseela de higienista bucal, precisan a ABC fuentes de la investigación.

La inspección se realizó el 26 de abril, cuando los funcionarios entraron con una técnico de la Comunidad de Madrid a lo que, creían, era una inspección de productos cosméticos y farmacéuticos. Lo que allí encontraron fue tremendo, por lo que el organismo autonómico ha dado parte a Sanidad.

El local se encuentra en el número 2 de la calle de Isidra Giménez, 2 (Usera). El establecimiento es una clínica dental llamada Xiang Simón. En el sótano tenía una cama, en un espacio de apenas 1,20 metros de altura. Allí mismo se mezclaban la camilla de rayos con el área de implantes y curas. «Las condiciones higiénicas eran asquerosas», resume uno de los intervinientes.

Ni aseos ni ventanas

Uno de los administradores de la empresa es Xuaiang Chen. Entre otras deficiencias, los agentes municipales detectaron, nada más poner un pie alli, problemas de accesibilidad para personas con movilidad reducida. Tampoco había aseos adaptados para gente de este colectivo.

En la planta de la sala de descanso se acumulaban material sanitarios con el de limpieza, y, además, funcionaba como vestuario personal. Y todo ello, careciendo de ventilación natural o forzada (ventanas). Tampoco había aseo para el personal.

Ante semejante panorama, casi no sorprendió que el protocolo Covid luciera por su ausencia. «En el momento de la inspección, se encuentra a un 'facultativo' que actúa sobre paciente en la cavidad bucal utilizando un torno. Careciendo de bata, guantes y calzas. Un a vez identificada esta persona, tiene titulación de auxiliar o higienista dental, la cual no corresponde con el tratamiento que realiza: era una modificación en la altura de la prótesis, para la cual debe ser realizada por un médico estomatólogo o dentista», señalan a este periódico fuentes del caso.

Sin oxígeno y desfibrilador

Durante la intervención policial, «no hay ningún médico colegiado en el establecimiento», añaden. Tampoco existía hoja o información sobre los precios de los tratamientos; las luces de emergencias eran defectuosas; los extintores estaban fuera de la normativa, en cuanto a su instalación o disposición; carecía de toma de oxígeno, de desfibrilador, de pila con pedal o de acción no manual....

Todo un relicario de la legislación, que especifica que los centros de nueva implantación deben cumplir ciertos requisitos en materia de higiene y sanidad: «La cabina de rayos carece de aislamiento, encontrándose abierta por el techo –continúa el informe–; la esterilización del material o instrumental debe realizarse individualmente después de cada paciente, encontrándose numeroso instrumental en la pila«.

No tenía, la supuesta clínica dental china, ni lo más básico. Por ejemplo, los cepillos de dientes estaban sin funda; el contenedor de gestión de residuos sanitarios no estaba homologado... «Lo más extraño es que se encuentran pequeños contadores o vasos con piezas dentales extraídas a los pacientes». ¿Su finalidad? Las interpretaciones son tan libres como variadas; pero, una vez más, se incumpía la normativa al respecto. Ya van decenas de establecimientos (restaurantes, fruterías, farmacias, clínicas...) desmantelados en el barrio estos meses.

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