Trasteros en alquiler, una nueva vida para los locales vacíos del centro de Huelva
Varios espacios ya ofrecen servicios de almacenaje por un coste al mes y otros están en obras para abrir pronto
Hay una alta demanda de estos servicios y muchos propietarios de locales sin arrendar lo ven como una apuesta más asegura que destinarlo a bares o comercios
La milla de oro del comercio en Huelva: locales de 50 metros cuadrados a 3.000 euros
La falta de demanda congela los precios de los alquileres comerciales en el centro de Huelva
El paisaje del centro de Huelva está cambiando. En los últimos tiempos ha ganado en superficie peatonalizada y en sus locales bares y comercios han sobrevivido con desigual suerte. Apenas quedan establecimientos de franquicias, ya que muchas emigraron a Holea. Resisten negocios consolidados de toda la vida y unos pocos de trayectoria más reciente se mantienen a duras penas. Otros abren y cierran por crisis de ventas y elevados costes de mantenimiento, siendo el más importante el precio del local, aunque cada vez hay menos emprendedores arriesgados.
En mitad del debate del precio de los alquileres de locales, con las diferentes opiniones de propietarios y arrendatarios, con unos que abren más la mano y otros que son inflexibles ante la situación socioeconómica de la ciudad, está ganando terreno una opción que no es nueva pero resulta la mejor solución para muchos locales vacíos: el alquiler de trasteros. Este modelo de negocio ofrece una seguridad de ingresos que ahora mismo cotiza al alza.
Reconversión a trasteros
«Se está moviendo mucho la reconversión a trasteros, cada vez más», dicen a Huelva24.com desde Inmovista. Explican que «no se consiguen alquilar los locales comerciales y el propietario no quiere bajar el precio y una manera de rentabilizarlo ahora es alquilar el espacio para esto». Detallan que hay propietarios que han reformado su local para adecuarlo a estas instalaciones o han cedido el espacio a inversores.
Un propietario de varios locales del centro de la ciudad reconoce que está estudiando dar el paso y destinar alguno a trasteros, ya que conoce a otros dueños de superficies que han apostado por esta vía y «les va bien». La consideran más segura que alquilarla al un establecimiento como un bar o un comercio que puede dejar impagos.
Estos locales surgieron hace unos años en zonas no céntricas de la ciudad, pero son cada vez más habituales en las calles del casco viejo. Presentan habitáculos de distintos tamaños por un precio mensual, donde el usuario puede almacenar todo aquello que no le cabe en casa o usa de manera más ocasional. Es el caso de bicicletas, muebles, libros, maletas, vinos, herramientas, ropa fuera de temporada, material deportivo, juegos, entre otros muchos objetos.
Servicios completos
Estos lugares cuentan con acceso 24 horas con puertas automáticas, que no necesitan llaves, cámaras de vigilancia, alarma y sistema contraincendios como medidas de seguridad, seguro de responsabilidad, zonas comunes y diversos servicios auxiliares. En algunos casos también cuentan con espacios más reducidos, como taquillas.
La inversión destinada a adecuar estos locales no es necesariamente muy superior a la de acondicionar otros negocios, dependiendo de cada caso, y cuenta con la ventaja de que no requiere de personal para atender al público tras cerrar la contratación ni otros costes posteriores elevados. La demanda por un trastero es superior a la de otros servicios ahora mismo, por lo que la ocupación de los espacios está garantizada e ir cubriendo costes es cuestión de tiempo. La media de estos establecimientos está entre los 10 y los 40 espacios de diferentes tamaños.
En la calle Miguel Redondo hay un local de 247 metros cuadrados con diferentes espacios por 35 euros al mes y sólo a unos metros de distancia se están haciendo obras en otro local destinado a este uso, como se anuncia en su fachada. Contará con 18 cubículos.
En la calle Vázquez López, donde hay muchos bares y restaurantes y pocos locales de comercios, hay un local frente al Restaurante Macha de 290 metros cuadrados construidos con espacios en alquiler de entre 1,5 y 5 metros cuadrados, por un precio que va desde los 60 euros al mes. El precio es de 0,21 euros el metro cuadrado. Ofrecen servicios adicionales como carretilla de carga y escaleras.
En otro local en un bajo de la calle Isaac Peral cuentan con trasteros desde 45 euros al mes por un espacio de 1,80 metros cuadrados. Pero cuentan con otras medidas y precios.
En otras zonas alrededor del centro la oferta crece. En el Matadero, en la calle Aviador Ramón Franco, hay trasteros a pie de calle desde 50 euros al mes por 2 metros cuadrados, con más medidas y precios.
En la calle Escritor Luis Manzano, en el Molino de la Vega, los módulos de almacenamiento cuentan con un precio que va desde los 60 euros al mes por un cubículo de tres metros cuadrados. También en este barrio hay otro local en la calle Santiago Apóstol, 18. Cuentan con espacios desde 60 euros al mes por tres metros cuadrados. Los más grandes son de 9,60.
En esta misma zona, en la calle Cartaya número 11, hay trasteros que van desde los 45 euros por 3,5 metros cuadrados a los 65 por 5,5. En la calle Macías Belmonte, hay trasteros de 2 metros cuadrados por 50 euros, de 3 y 3,5 por 70.
En la calle Villanueva de los Castillejos está Trasteros Isla Chica, que cuenta con trasteros de entre 4,35 y 9,50 metros cuadrados. Uno de 6 metros cuadrados tiene un coste de 80 euros al mes. Relativamente cerca de ahí, en la calle Nicolás Orta, hay trasteros de cinco metros cuadrados por unos 70 euros al mes. En la Avenida José Muñoz de Vargas se ofrecen por 65 euros un tamaño de 4,4 metros cuadrados y de 5,50 por 75 euros.
