El invento revolucionario presentado en Huelva para neutralizar vertidos en el mar: «Tiene unas propiedades espectaculares»
Biodragon usa bio absorbentes que luego convierte los residuos de varias tipologías en biocombustibles -biocarbón, biofuel, biogas y electricidad- en su planta de valorización
Desarrolla una economía circular y va a implantar en Huelva una planta de I+D, para la que la que está abierta a crear sinergias
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Parece magia pero es el resultado de un trabajo coordinado de casi 30 años de un equipo de tecnólogos, ingenieros y fabricantes que han hecho sinergia con su experiencia. Juntos han patentado un proyecto pionero, innovador y revolucionario que convierte residuos en nuevos productos siguiendo un sistema de economía circular perfecto. Biodragon Tech SL, empresa radicada en Huelva, ofrece una solución a problemas medioambientales como los vertidos de hidrocarburos en el mar o tierra y los derrames industriales.
Mediante bio absorbentes convierten la sustancia oleosa en una tierra que fácilmente retirable, sin lixiviados, transportable y almacenable que posteriormente procesa para obtener diferentes subproductos y combustibles de alto valor en su planta de valorización, aplicando alta tecnología y sin combustión ni emisiones.
Este proceso es aplicable a residuos oleosos, derrames, purines, lodos de depuradoras, aceites vegetales, residuos sólidos urbanos, plásticos y microplásticos. El resultado son biocombustibles como biocarbón, biofuel, biogas y electricidad entre otro productos finales.



El proyecto fue presentado ante representantes de importantes empresas del sector industrial en La Lonja de la Innovación del Puerto de Huelva, donde su directora, Rocío Díaz, recordó que el objetivo claro de este centro es «acercar a la industria y la comunidad portuaria soluciones innovadoras». En este caso indicó que se trata de una que «mejora la gestión de vertidos y promueve una economía más circular». Al respecto, señaló que cuenta con «una tecnología avanzada que puede convertir un residuo en un recurso».
Santiago Miranda, Pablo Palau y Juan Santana, de Biodragon y Bio Absoil Solutions, detallaron desde diferentes perspectivas cómo es el proceso que desarrollan para hacer de un residuo un combustible y anunciaron que van a implantar una planta de I+D -Investigación y Desarrollo- en Huelva con vocación nacional e internacional, proyecto para el que están abiertos a acuerdos y sinergias.
Miranda destacó que cuentan con «un concepto innovador para solucionar problemas medioambientales complicados», como derrames y vertidos, para la que proponen una limpieza que permite sumar la posibilidad de generar un valor añadido.
Desde Biodragon cuentan con un bio absorbente que es un producto biológico, «orgánico cien por cien», «nada tóxico» y con «propiedades espectaculares», que actúa «de manera inmediata». Tras ser recogido se traslada a las plantas de valorización con «características extraordinarias».

«Absorbe y encapsula el vertido. Es fácil de recoger y almacenar y transportar y se convierte en combustible»
Santiago Miranda
Socio de Biodragon
Este absorbente es un musgo deshidratado que sea trae de las turbas de Norteamérica. «Absorbe y encapsula el vertido. Es fácil de recoger y almacenar y transportar y se convierte en combustible», aseguró. Indicó que absorbe de manera instantánea derrames en tierra y vertidos en agua y apuntó que este tipo de absorbente tiene una flotabilidad de más del 95%.
Tal y como mostró en fotografías y videos, cuando se aplica el absorbente sobre el desecho de aceite es de color marrón y se convierte en negro tras no dejar rastro del líquido. «Una vez que introduce el aceite en su interior ya no se sale», detalló y apuntó que siempre se hace prueba de lixiviado, con la que se pone el residuo en un colador y se vierte agua, que pasa por esta masa sin arrastrar «nada ni del aceite ni hidrocarburos». «Es una característica fabulosa para limpieza, transporte y almacenamiento», valoró .
Sobre el proceso de actuación, expuso que un vertido de hidrocarburo flota, como cualquier oleoso, y cuando hay que atacar un derrame primero hay que acotarlo, se echa el producto y se recoge con un limpiapiscinas ya sólido. «Es un producto cien por cien natural, fácil de aplicar, que no daña el medio ambiente ni a los trabajadores. Es un súper absorbente de un lago listado de componentes», matizó.
30 kilos absorben 200 litros de hidrocarburos
Frente a su propuesta, recordó que con el protocolo actual para la recogida de hidrocarburos en el mar, se acota el vertido con y se usan mantas absorbentes de plástico, artificiales y que «chorrean agua e hidrocarburo». Además, se usan unos skimers, que son como aspiradoras que conducen a una tubería y que lleva lo aspirado a un tanque de almacenamiento. «Al aspirar esa lámina de hidrocarburo se lleva también mucha agua», en una proporción de 95% de agua y 5% de hidrocarburo. Apuntó también que el motor «emulsiona mucho y genera un líquido peligroso».
El absorbente lo transportan en bolsas de 30 kilos prensados y tienen una larga durabilidad. »Cada bolsa absorbe «unos 200 litros de hidrocarburos», señaló el experto, que recordó que igualmente se puede aplicar sobre aceites de hostelería, residuos de ganadería, ácidos, metales y éteres. También para los residuos sólidos urbanos de las depuradoras, previa al tratamiento y también al final.
Segunda fase en la planta de valoración
Pablo Palau, socio de Biodragon, expuso que empresas y entidades públicas y privadas a nivel nacional e internacional «ya han validado la tecnología de la compañía» en la segunda fase del tratamiento de residuo en la planta de valoración.
Aquí el residuo es tratado mediante tecnología de despolimerización y pirogasificación, que son procesos de degradación térmica. Someten al residuo en un espacio carente de oxígeno a la temperatura necesaria para que se descompongan en productos de alto valor en forma de gas, líquido y sólido.
Cuentan con certificaciones de la Unión Europea en la tecnología de valorización. Desde la empresa han desarrollado procesos patentados por ellos que permiten que sea un proceso continuo de tratamiento. «La mayoría de las pirólisis son discontinuas. Se introduce un residuo en la máquina y se repite. En nuestro caso, es un proceso continuo y le da todo el sentido al modelo financiero al ser un modelo continuado de grandes cantidades de residuos. La rentabilidad es altísima porque la máquina sigue un proceso continuo», reflejó. Indicó que las máquinas de la planta están activas 330 días al año y requiere de unas 8.000 horas de mantenimiento por año. Además desarrollan el proyecto llave en mano, pues «somos técnicos, ingenieros ingenieros y fabricantes y formadores de los equipos que operen en las plantas».

«No hay combustión, por lo que no hay emisión y se aplica el concepto de economía circular real. De un residuo se aporta un valor y una economía aplicable», subrayó Palau, quien indicó que la máquina se enciende y se retroalimenta con el gas que produce. Cada máquina puede procesar entre 2 y 5 toneladas al día.
Apuntó que además de los residuos de vertidos de puertos también tratan los de origen orgánicos e inorgánicos, de depuradora, aceites, derrames, lodos, purines, residuos de neumáticos, plásticos y microplásticos y desbaste de toallitas. «Cada uno da un subproducto», aseveró. En el caso de los puerines se obtiene agua limpia al 98%, que se puede destinar para regadío o cauce público.

«Es la mejor solución a nivel ecosostenible y a nivel económico, por lo que ofrece gran rentabilidad»
Pablo Palau
Socio Biodragon
Sobre el proyecto de la planta de I+D que se va a implantar en Huelva, en una primera fase se realizará una inversión de la tecnología de despolimerización e implementar mejoras en la destilación. Además de la inversión, realizarán la implantación y pruebas de desarrollo del proyecto. «La parte sostenible es innegable. Es la mejor solución a nivel ecosostenible y a nivel económico, por lo que ofrece gran rentabilidad», insistió, pues son «pioneros en una solución ecosostenible completa y verdadera».
Biocombustibles para aviones
Son vanguardistas en la solución y subproductos como el SAF. Persiguen conseguir a partir de residuos un combustible apto para los aviones. Indicó Palau que el keroseno se puede obtener de un combustible sintético o de origen orgánico y el proceso sostenible se puede certificar para que el keroseno sea SAF de origen bio, «altamente demandado», dado que las aerolíneas piden un porcentaje de estos biocombustibles cada vez mayor.
Al respecto, señaló que cuentan con un acuerdo con una aerolínea para obtener de purines un residuo de origen orgánico del que se puede obtener keroseno SAF.

Por su parte Juan Santana, alma mater del proyecto, afirmó que en la planta «podemos tratar todo tipo de material», hasta lodos con metales pesados se pueden tratar y obtener un producto.
Con varios videos y explicaciones técnicas fue describiendo cada paso del proceso en la planta de valoración. Apuntó que el destilador está recubierto por una malla que acelera el proceso de temperatura y reduce el consumo energético. Se tritura el material y se queda en pedacitos de tres centímetros de tamaño y pasan a una tolva con una parte que enfría para que no se comunique con el calor del reactor el sistema de carga. Los fases se reaprovechan para hacer trabajar al reactor. «Se puede pirolizar o gasificar en función del producto», aseguró.
«La economía circular es la del sentido común»
Abilio Caetano
Ecoterrae
El final de la jornada fue una charla sobre economía circular a cargo de Abilio Caetano, de la empresa Ecoterrae. «La economía circular es la del sentido común», comenzó diciendo, porque frente a la economía lineal se logra una optimización que repercute en la eficiencia y supone un ahorro a nivel de energía y costes.
Esta circularidad comienza con las materias primas y continúa con el ecodiseño. Sigue con la producción, la distribución y el consumo. Tras esta etapa está la reutilización, reparación y recogida y gestión de residuos. Además, destacó algunas de las normativas más importantes en este capítulo. .