Huelva, con todas las condiciones para ser el «ombligo» del hidrógeno renovable de Europa

Mario Asensio

Huelva

27/10/2023
Actualizado a las 23:37h.

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El hidrógeno renovable o hidrógeno verde ha sido el protagonista de la segunda entrega de 'La Mirada Económica de Huelva', foro organizado por Huelva24.com y el grupo Vocento, con el patrocinio de Atlantic Copper, Caja Rural del Sur y el Puerto de Huelva y desarrollado en el Centro Cultural José Luis García Palacios. Este encuentro, titulado 'Las sinergias entre los clústeres del hidrógeno', ha reunido a representantes destacados actores inmersos en un cambio de era en la energía, el proceso de desfosilización de la industria y la apuesta por el hidrógeno verde o renovable como nuevo vector energético, una revolución industrial con repercusión en toda la sociedad.

Básicamente el proceso de producción del hidrógeno se realiza con un electrolizador, un aparato que mediante un proceso químico (electrólisis) es capaz de separar las moléculas de hidrógeno y oxígeno de las que se compone el agua usando electricidad. En la producción del hidrógeno sostenible se realiza esta acción con el impulso de energía renovable, pues los electrolizadores pueden producir hidrógeno sin emitir gases de efecto invernadero.

 

En ese escenario Huelva reúne con todos los requisitos para ser señalado como el referente del hidrógeno verde en Europa, idea que han compartido todos los participantes. Bajo la batuta de Luis Montoto, corresponsal económico de Huelva24 han intervenido Luis Blanco Urgoiti, secretario general de la Asociación Vizcaína de Industrias Químicas Avek Kimika; Fernando Isorna, jefe del Laboratorio de Sistemas de Energía del INTA y socio fundador de SailH2; Emilio Nieto, director del Centro Nacional del Hidrógeno; Juan Andrés Reales, director general de Gabitel; y Rafael Romero, gerente de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva (Aiqbe).

Precisamente Romero es quien no ha dudado en señalar que «Huelva va a ser el ombligo del hidrógeno renovable en toda Europa» y anunció que la provincia va a ser «pionera y muy ejemplar» en la producción de este elemento con aplicación como energía (gas natural) y como materia prima (amoniaco verde, etanol), cuyo uso en España tiene un reparto del 50% entre ambas. Apuntó al respecto que en Huelva se consume «más de un tercio del hidrógeno de España».

Insistió Romero en que «la desfosilización del primer mundo se va a hacer sí o sí y o lo hacemos nosotros o lo hace China, Uruguay o el Magreb». El papel que se le presupone a Huelva viene determinado un gran polo industrial con experiencia en materia de hidrógeno, ya que consume un tercio del renovable de España, cuenta con empresas auxiliares que manejan todo lo relativo a sistemas de tuberías y canalizaciones, soldaduras y almacenaje y además cuenta con un puerto muy poderoso, el segundo Europa de biocombustible tras Rotterdam. También juega un papel importante Enagas, que es quien va a sufragar las certificaciones del hidrógeno verde y su almacenamiento, «Huelva sabe trabajar todo esto y cumple con todos los requisitos para competir», recalcó Romero.

Reveló que un consultor danés le reconoció que Huelva podría convertirse en el principal productor de hidrógeno verde de Europa «si lo hacemos bien», para lo que reclamó una estrecha colaboración entre «empresas y administraciones».

La gran compañía danesa de logística Maersk es una de las interesadas en asentarse en el Puerto de Huelva y con una alta demanda, pues va a necesitar «20 millones de toneladas de hidrógeno verde». Y no es la única, porque como reconoce el gerente de Aiqbe, «ahora mismo tenemos más solicitudes que terreno«.

Indica que «el hidrógeno es muy difícil de transportar y se transforma en amoniaco verde» para su transporte. «Huelva se va a posicionar en el uso energético. Tenemos que desfosilizar todo el gas natural que usamos antes de 2050 y va a ser a través del biogás, minoritariamente, y a través de la energía renovable eléctrica, el hidrógeno renovable y combustibles derivados de este hidrógeno. El hidrógeno es difícil de manejar pero en Huelva se sabe».

Comentó que hasta que «madure la tecnología» se tiene que desarrollar «cerca de los grandes consumidores», pues hay que ver «la energía como una mina», por lo que debe estar cerca de «empresas y ciudades». Es por ello que a la industria onubense se le abre «un reto alucinante y emocionante y lo vamos a sacar adelante. No podemos dejar pasar la oportunidad que tiene España y Huelva y que está revolución industrial se consolide».

En este sentido, el gerente de Aiqbe, consideró que el Congreso Nacional del Hidrógeno que acogerá la capital onubense en febrero significará «un antes y un después», pues nunca se ha hecho un evento con esta perspectiva. Explicó que «no va a ser de universidades y de teoría, sino totalmente empresarial». En él se explicará cómo se produce y usa el hidrógeno y también se centrarán en el área comunicativa, que considera fundamental.

Otro aspecto que tocó es que «antes o después van a atacar el hidrógeno verde y tenemos que defenderlo antes, porque no puede pasar con él lo que está ocurriendo con la energía renovable. Quieren enfrentar al sector agrícola y turístico contra el industrial». Subrayó que no es cierto que vaya a acabar con el agua porque en sus procesos necesita mucho menos que la variante gris contaminante. Como explicó Emilio Nieto, director del Centro Nacional del Hidrógeno, «el formado de gas consume para producir un kilo de hidrógeno gris contaminante entre 22 y 25 litros de agua y con la electrolisis que se usa para producir hidrógeno verde como materia prima en torno a 9 litros».

Juan Andrés Reales, director general de Gabitel, empresa onubense de más de 20 años que ha experimentado un gran crecimiento tras diversificar su actividad desde la ingeniería en telecomunicaciones hacia la energía renovable (fotovoltaica) en 2007 y más recientemente hacia el hidrógeno. «Empezamos a vislumbrar que es un sector de mucho auge y futuro y nos hemos ido adaptando, pues nos faltaba conocimiento». Al respecto, hicieron sinergias con el INTA y el Polo Químico y a través de la Universidad de Huelva crearon la Cátedra del Hidrógeno, con la idea de facilitar la formación y captar futuros trabajadores y desarrollar proyectos que les posicionaran.

Dio testimonio desde dentro cómo la demanda del empleo es alta y se abre un mundo de posibilidades para Huelva. «La demanda es y será altísima y la prueba más palpable es que es imposible conseguir un nuevo trabajado que sepa de hidrógeno y más difícil es mantenerlo. La lucha es bárbara y el sector del hidrógeno está en cabeza de lanza», relató, ejemplificado con los jóvenes a los que premia en la cátedra, que no tardan en encontrar un puesto de trabajo. Por ello apuestan por seguir ahondando en la formación y apuntó que el año que viene comienzan los ciclos de FP dual sobre esta materia. «Hay que centrarles el tiro en los sectores en los que tienen que aprender para que no tengamos carencias».

Asimismo, constató que «hay una avalancha de empresas y muchas quieren hacer hidrógeno en cualquier sitio y sacarlo en camión desde cualquier parte. Hay un gran desarrollo, aunque parte será 'fake', pero estamos haciendo proyectos que van a funcionar». En ese sentido indicó como clave hacer sinergias. «Sin colaboración no lo vamos a sacar adelante».

Recordó que en la Universidad de Huelva hicieron una reunión con otras cátedras de hidrógeno de España en Huelva porque es «importante saber qué hacen en otros lugares y que nos pongamos de acuerdo, porque va ser enriquecedor para todos».

Desde un lander de Alemania le preguntaron que de dónde iba a sacar el agua en Huelva con la situación problemática de Huelva. «Venían con una sensación negativa y lo mismo que la fresa de Huelva no la quieren comprar en Europa en ocasiones por Doñana, a ver si el hidrógeno verde de Huelva por Doñana no lo van a querer en Europa». Al respecto, recordó que la bolsa de agua de los ríos Tinto, Odiel y Piedras es la tercera con mayor volumen de embalse de España y que en la Sierra de Aracena también está entre los lugares del país donde más llueve a lo largo del año.

Emilio Nieto, director del Centro Nacional del Hidrógeno, en marcha en Puertollano (Ciudad Real) desde 2007, declaró que son una mezcla entre universidad y centro tecnológico, donde trabajan 66 personas y se han ofertado plazas para llegar a 75. Cubren investigaciones básicas y programas pilotos y colaboran con empresas en la aplicación real. Buscan «aportar un valor añadido a las empresas que pueden tener algo que decir en la cadena de valor del hidrógeno», afirmó.

Detalló sobre la función principal de este organismo público, para el que demandó más fondos que permitan ahondar de una manera más firme en la transición tecnológica que está en marcha, que «cubrimos todo con el hidrógeno. Definimos desarrollos para avanzar en la parte técnica y con esas capacidades ir aumentando ese escalado para pasar por distintas etapas y ofrecerle eso a empresas que no tienen I+D+I -Investigación, Desarrollo e innovación- para que así puedan despegar en este sector».

Insistió mucho en la necesidad de que haya una buena puesta en común de cómo se está trabajando con el hidrógeno en distintas partes de España. Consideró que localmente y regionalmente se está desarrollando «bien» la cuestión de tener en cuenta a todos los actores en la cadena de valor y falta la coordinación entre las 17 comunidades autónomas.

Recordó que con los fondos europeos de resiliencia el Ministerio de Ciencia consiguió 800 millones para el desarrollo de ocho líneas estratégicas y una de ellas es la del hidrógeno renovable, coordinado por el Centro Nacional y cuya misión es «aumentar las capacidades del país».

Cada comunidad y provincia creando su clúster y opinó que «la coordinación va más bien regular, pero hay cierta cancha para poder mejorar en la integración» y no desaprovechar una «oportunidad única». España puede ser un productor y exportador de referencia en Europa, pero para llegar a esa posición «tenemos que colaborar entre todos y hacer un caldo de cultivo para crear y desarrollar la economía del hidrógeno», ya que habrá lugares donde se produzca y otros donde se transforme y donde se consuma.

Estimó que en la parte noreste de España se está dando la aplicación práctica, en la noroeste se está desarrollando la línea del transporte y la movilidad y que en Madrid y en el Sur el almacenamiento. «Se ha intentado diversificar para que como país podamos ser competitivos», afirmó y señaló como «fundamentales» las colaboraciones entre entidades públicas y entre entidades privadas, así como las mixtas.

También indicó que uno de los objetivos en la hoja de ruta nacional que haya empresas que pongan en marcha el valor añadido de la electrolisis y fabriquen electrolizadores y pilas de combustible, elementos que ahora mismo se importan, por lo que ve necesaria una alineación de las empresas con lo que necesita la industria.

Fernando Isorna, jefe del Laboratorio de Sistemas de Energía del INTA y socio fundador de SailH2, es una profesional que ya lleva 30 años trabajando con el hidrógeno antes de alcanzarse este punto que denomina «tormenta perfecta». Recordó que el INTA, centrado en la aplicación espacial y los vehículos no tripulados, creó en los años 90 la primera planta de España de hidrógeno renovable y por muy poco no fue también la primera del mundo, pues por meses se adelantaron los alemanes.

«Siempre fui un convencido de que el hidrógeno iba a ser el vector emergente del presente», reconoció y detalló que en un panorama en el tras salir de una pandemia mundial la descarbonización de las actividades es una prioridad, se destina mucho dinero a la recuperación y la mirada se pone en el hidrógeno renovable. A esto sumó la Guerra en Ucrania, que hecho más nítida la realidad de que Europa no tiene independencia energética. «En estos momentos en los que sube el precio del gas natural y la electricidad a lo mejor el hidrógeno funciona», indicó sobre un boom que comenzó hace tres años.

En este contexto muchas empresas se dirigieron al INTA, pionero en el desarrollo del hidrógeno verde, y se crearon muchas empresas y consultorías interesadas en proyectos reales de hidrogénesis y soluciones comerciales. «Desde el INTA no se les puede dar esta respuesta y ayudé a fundar una empresa que sí se dedica a hacer proyectos y hay un par de plantas construidas. Estamos en camino de producir hidrógeno renovable de verdad, pero hay que construir la energía desde abajo».

Quiso destacar el caso de una empresa española que fabrica electrolizadores en San Juan del Puerto con una patente italiana y que «puede que se vaya a otra región porque no encuentra el apoyo de las instituciones, que no la están cuidando». Agregó que es una empresa que va «muy bien», que con un buen volumen de facturación y nivel de empleo. También citó otro proyecto de una hidrogenera en Dos Hermanas, Sevilla, que está experimentando una gran demanda por parte de otras empresas que sustituyen el gas natural por hidrógeno en sus procesos.

Preguntado por el moderador Luis Montoto, acerca de cuándo un hogar español podrá servirse del hidrógeno renovable para todas sus necesidades, comentó que en un plazo de entre 5-10 años tiene que ser una realidad. Recordó que se instalaron las tuberías de gas ciudad, que tiene un 50% de hidrógeno, por lo que la idea es que el hidrógeno renovable vaya desplazando a otros vectores energéticos y se pueda almacenar y transportar esa energía para que en cada casa se transforme el hidrógeno en electricidad y en calor con una pila de combustible. A esto sumó que ya tenemos autobuses impulsados por hidrógeno, por lo que «tecnológicamente estamos preparados y no tenemos que inventar nada». «Las pilas de combustible ya fueron a la luna, está en vehículos espaciales. Falta cambiar un vector energético de muchos años como el petróleo y cambiarlo al hidrógeno y soy optimista», aseguró.

También participó en el foro Luis Blanco Urgoiti, secretario general de la Asociación Vizcaína de Industrias Químicas Avek Kimika, el equivalente de la Aiqbe onubense en el País Vasco, con 130 asociados, siendo Petronor el principal.

Comunicó que Petronor «ha elegido el hidrógeno como estrategia básica en la desfosilización de la refinería, algo que parece una contradicción. Va a ser un cambio muy fuerte en los próximos años y se va a dejar de refinar para ser una industria química. Vislumbramos un futuro alucinante y la transformación va a ser total desde todos los puntos de vista de producción y de mercados».

Como sus compañeros de debate, insistió en la importancia de trabajar colaborativamente. «Si nos empeñamos en trabajar por separado es un melón muy grande para 17 bocas muy pequeñas», dijo sobre las comunidades autónomas. «Como seamos 17 países pequeñitos nos vamos a estancar», vaticinó. Por su experiencia, dice que aprende mucho cada vez que pisa otros focos industriales, como Tarragona o Huelva y cree que con el hidrógeno debe pasar lo mismo. Ahí consideró que el Centro Nacional del Hidrógeno debe ejercer ese papel aglutinador. «Cada uno tiene sus preocupaciones pero nos conviene que la interrelación sea mejor y la especialización es algo positivo en las dinámicas de colaboración», afirmó.

Puso de manifestó que «se hizo de la necesidad virtud» en el País Vasco para intensificar la colaboración entre empresas y la investigación y que las propias compañías impulsaron centros tecnológicos y se creó una red con la vocación de «trabajar codo con codo». Para él, ahora el desarrollo industrial que se necesita es alimentar el ecosistema alrededor de las empresas en las áreas de la educación, la financiación y la seguridad, ámbitos que si no funcionan pueden «frenar» la deriva, pese a que haya clientes y potencial en el sector.

No dudo en afirmar que «me da una envidia muy grande Huelva» por todas las posibilidades que ve en ella y su puesto para liderar la producción de hidrógeno sostenible. Asimismo confió en el que con el transporte en forma de amoniaco del hidrógeno pueda haber un importante tráfico del que también se beneficie su industria. «Las fuentes de energía están aquí y habrá que moverlo logísticamente. Hay oportunidades».

Entre todos los participantes dibujaron un escenario de grandes posibilidades para Huelva como núcleo del hidrógeno verde, pero sin perder de vista la cooperación entre todos los agentes de investigación e inversión, la fundamental colaboración público-privada y todos los detalles en juego para esta vez no perder ningún tren en un viaje transformador.

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