Comerciantes del centro de Huelva, «héroes en un deporte de riesgo»
El casco viejo se ha visto transformado por la peatonalización, la venta online, los efectos de la pandemia, el auge de la restauración, los precios de los alquileres y la falta de aparcamiento
La especialización, el trato y la sinergia son los aspectos que cuidan quienes trabajan tras el mostrador con pasión
Cinta Platero considera que hay que dar «mucho cariño» al cliente y crear «un vínculo» y Noemí Camacho destaca «la capacidad de trabajar muy duro y amar profundamente lo que hace» para sobrevivir
Las rebajas de verano han sido «las peores» de los últimos años en Huelva y se avecinan varios cierres de tiendas próximamente
«Descenso en picado» de las ventas en los comercios de Huelva en la segunda quincena de julio

Un centenar de comercios locales asociados al Centro Comercial Abierto 'Calles del Centro' sobreviven en un paisaje donde han ganado terreno los negocios hosteleros en el casco viejo de Huelva. El resto lo ocupan establecimientos de franquicias y grande cadenas, aunque varios, como la inmensa mayoría de los de Inditex, ya sólo se pueden encontrar a las afueras, en el centro comercial Holea.
Los años dorados del comercio local quedaron atrás y ahora es un ejercicio de supervivencia. Los comerciantes son quiméricos quijotes contra molinos de viento. Les toca hacer frente con mucha vocación, especialización y trato personalizado a la desigual competencia de los precios de grandes cadenas y páginas webs.
Factores como la peatonalización, la falta de aparcamiento, el precio de los alquileres, el auge de la venta online y los efectos de la pandemia, han realizado una suerte de selección natural en la que sólo han seguido haciendo camino los mejor adaptados a las circunstancias.



El corazón comercial de Huelva se articula principalmente a ambos lados de cuatro calles peatonales consecutivas que van desde la iglesia de la Concepción a la plaza del Punto. Para los onubenses de más edad el tránsito por las calles Concepción, Palacio, Arquitecto Pérez Carasa y Berdigón son un corredor de la nostalgia, donde casi nada queda de lo que fue.
Muy cerca, desaparecieron la gran mayoría de los clásicos comercios que hacían de cinturón en torno al antiguo mercado del Carmen y La Placeta, en la confluencia de las calles Méndez Núñez y Bocas, Jesús Nazareno, Gravina y José Nogales, donde ahora gobiernan las cafeterías. Igualmente, en la plaza de las Monjas, otro centro neurálgico, bares, restaurantes, cafeterías y locales de copas dominan el terreno, salvo contadas excepciones.
Una de ellas es Encajería Plaza, un lugar de referencia en todo tipo de materiales para la confección y que además organiza talleres. Cuenta alrededor de 45 años de trayectoria y casi 40 lleva en él Cinta Platero. Además de estar al frente de este negocio es presidenta de la asociación Centro Comercial Abierto 'Calles del Centro', donde hacen honor al lema de «la unión hace la fuerza», indica. En los últimos años el asociacionismo contribuye al intercambio de experiencias, a no sentirse solo en la lucha y avanzar en la formación.
«El centro de Huelva ha tenido una época maravillosa que se ha perdido»
Cinta Platero
Presidenta de 'Calles del Centro'
Con tantos años en torno al mostrador tiene nítida su visión. «El centro de Huelva ha tenido una época maravillosa que se ha perdido», resalta a Huelva24.com. Ejemplifica la transformación con su entorno directo, la plaza de las Monjas, donde «hay más bares que comercios». «La gente se preocupa más en divertirse, que está bien, que en cómo va vestida y si les falta un botón o una cremallera», expone.
Fija «la gran diferencia de 20 años para atrás» en el centro de Huelva en el aumento de la peatonalización y considera que eso ha propiciado el crecimiento de la restauración en detrimento de los comercios, una tendencia que cree que tendrá continuidad.

Platero también hace hincapié en que «la pandemia cambió la historia y el modo de pensar. Aceleró un proceso de cambio que ya estaba en el comercio con la venta online». A estos se suma que «las grandes cadenas se están retirando a los centros comerciales».
Por todo ello opina que «creo que la última generación de comerciantes locales será la mía». Apunta que «llevar un negocio adelante es mucha tela, no todo el mundo vale para todo lo que requiere» y la rentabilidad es baja y a base de mucha lucha.
«Las tiendas de ropa no se puede competir en precio ni en las horas abiertas, es imposible», subraya, pero pone el foco en ofrecer «proximidad, cercanía en el trato y asesoriamiento».
La presidenta de 'Calles del Centro' afirma con rotundidad que «tal y como está la cosa, el comerciante del centro de Huelva es un héroe en un deporte de riesgo. Hay que tener mucha vocación y te tiene que gustar el trato con la gente. Yo soy contable, de números, pero no tengo nada de fría ni de calculadora».
«Hay que tratar con cariño a nuestros clientes, crear un vínculo», sostiene Platero, que comparte que «me gusta mi trabajo. Me encanta vender y hablar con la gente». «Con el comercio por Internet se pierden las relaciones humanas y todo es mucho más bonito cuando hablamos», valora.
El alquiler y el aparcamiento
Un aspecto fundamental de la crisis del comercio es el elevado precio que asumen los comerciantes con los precios de los alquileres de los locales. «Antes de la pandemia los precios eran horribles. Era más barato alquilar un local en la Plaza Mayor de Madrid. Pedían hasta 1.500 por un espacio pequeño», revela Platero, que añade que «con la pandemia varios bajaron a la mitad y otros propietarios con dinero optaron por mantenerlos cerrados si no pagaban lo que pedían». Expone que «ojalá se pudiera impulsar para que estén en el mercado a un precio razonable».
«Nos gustaría que se pudiera crear una zona de aparcamientos y que podamos dar tickets a los clientes para que aparquen gratis»
«Cuando estaba abierto al tráfico el centro el aparcamiento también estaba saborío», recuerda Cinta Platero, que recuerda que «nos gustaría que se pudiera crear una zona de aparcamientos y que podamos dar tickets a los clientes para que aparquen gratis, como se prometió en su día». No obstante, cree que «tenemos que cambiar el chip. No se puede ir con el coche a todos lados. Hay que venir al centro en autobús, bicicleta o andando y además se ahorra».
La esperanza está en la especialización
«No vamos a rivalizar contra Shein, que por 30 euros te da un mogollón de ropa, por llamarlo de alguna forma», señala con sorna la responsable de Encajería Plaza, que ve a muchas personas, especialmente jóvenes, «presas del consumismo para estrenar siete prendas todos los meses y con poca mentalidad ecológica».

Para ella la clave es «la especialización». En su caso, hacen taller de crochet, patchwork y manualidades y los interesados, a los que venden los materiales necesarios, aprenden a hacerse sus calcetines, jerseys, gorros, mitones, chales… «Si te vas especializando las cosas salen bien», recalca.
«Tiene futuro. A la gente le gusta hacer cosas porque da mucha satisfacción tener algo que has creado con tus manos», sentencia sobre sus talleres, donde además crean «la conciencia de distinguir la calidad y de reciclar».
«Hay gente que compra por internet, pero eso sí, van a la tienda física a ver los artículos»
Cinta Platero
Encajería Plaza
En esta línea, destaca que hay una «falta tremenda de costureras y sastres» y pone en valor la simbiosis que fomentan a través de la Escuela de Arte León Ortega con escaparatistas y diseñadores de arquitectura efímera.
Por otro lado, critica que «hay gente que compra por internet, pero eso sí, van a la tienda física a ver los artículos, porque como por internet no se toca…» y otras personas que «en una habitación de su casa con un photocall monta el show por las redes sociales enseñando ropa y lo vende todo y no está dada de alta».
Sinergia y dinamización
Cinta Platera afirma que Huelva cuenta con un centro histórico «bonito, por el que da gusto pasear», aunque lamenta que se hayan echado a perder muchos edificios antiguos. Para ella es «un barrio más y comercialmente, el más unido».
Frente a la competencia de las grandes cadenas y las páginas de Internet, Platero tiene claro que «hay que dinamizar el centro para que la gente venga y siempre tenemos actividades, como la próxima feria de la tapa, que será un éxito», un evento multitudinario del que forman parte y que redunda en el comercio del entorno.

«No podemos competir en precio contra ellos, pero tenemos que dinamizar el centro y tratar a la gente con cariño y asesorarles lo mejor posible», insiste.
Con respecto a las administraciones, Cinta Platero es de la opinión de que «hay que llevarse bien con todas las administraciones y yo les traslado constantemente todas nuestras necesidades y estamos encima en temas como la limpieza, aunque parte de cada uno cuidar lo que tenemos» y apunta que en todo «el Ayuntamiento está por la labor de colaborar».

«Esfuerzo, pasión y resistencia»
Otro ejemplo de mujer al frente de un negocio que resiste es el de Noemí Camacho, quien acumula 12 años al frente de Puro Ego (calle Bocas) tras otros 15 trabajando en comercios del centro. Tiene claro que mantener un comercio en el centro de Huelva «hoy en día requiere una combinación de esfuerzo, pasión y resistencia». Matiza que «no existe una fórmula mágica para garantizar el éxito», pero lo que define a quien lo logra es «la capacidad de trabajar muy duro y amar profundamente lo que hace».
«Lo más importante, sin lugar a dudas, es tener ganas de trabajar»
Noemí Camacho
Puro Ego
«Lo más importante, sin lugar a dudas, es tener ganas de trabajar», resalta esta onubense, para quien «el compromiso con la calidad, el servicio y la mejora continua también son esenciales».

En su negocio, de moda para el hombre, considera que la clientela valora «la calidad de los productos, el trato, el asesoramiento personalizado y la profesionalidad».
Camacho analiza la situación y considera que mientras «la tendencia general ha sido una descentralización de los comercios en favor de la grandes superficies comerciales», en la zona centro de la capital onubense «han desaparecido grandes marcas comerciales, mientras que muchos pequeños comerciantes hemos sobrevivido», en su opinión «principalmente debido a la especialización y al trato».
En la lucha frente a la competencia de grandes cadenas y páginas webs, expone que «la ilusión se mantiene cuando ves cómo, día tras día, los clientes salen satisfechos de tu negocio y valoran no sólo los productos que ofreces, sino también el servicio personalizado y la atención cercana».
Señala que las instituciones y las asociaciones del gremio «cumplen una labor importante y necesaria para muchos comerciantes», pero en su caso afirma que «afortunadamente puedo presumir de llevar un negocio que, hasta el momento, no ha requerido un apoyo externo directo».